lunes, 27 de noviembre de 2023

La carta del herrero

F.G. La carta del herrero. Lomos de Orios. Foto de Gabriel Santolaya. 2019.

La carta del herrero compareció en público en mi exposición ropavieja, en 2019, al cuidado del hospitalario Pájaro y en el espacio mágico que atiende con mano delicada e inspiración libérrima en la ermita de Lomos de Orios. Había nacido poco antes allí al lado, en el laberinto de su herrería, un gabinete de maravillas con un orden peculiar donde frecuentemente encuentras lo que no buscas pero que siempre es lo que realmente necesitas. 

F.G. ropavieja en Lomos de Orios. Al fondo, La carta del herrero. Foto de Gabriel Santolaya. 2019.

En casa del excelente calígrafo vi que el gesto de esos hierros (tan parecidos a los "soliferrum" encontrados en los yacimientos íberos) era perfecto en sí mismo, firme, preciso, expresivo, ambiguo, de una belleza indescifrable y con el desasosegante misterio de las paleografías sin traducción conocida.

F.G. La carta del jinete. EspacioArteVACA. Viniegra de Abajo.
Foto de Jesús R. Rocandio. 2020. 

Esa carta tuvo su eco inmediato en la del jinete, que preparé para las horas de luzpresentada en 2020 en el EspacioArteVACA, de Viniegra de Abajo, utilizando el arsenal secular de la familia Bernáldez.

chapa y pintura. Fotografía de Carlos Tajuelo en el Museo de Jaén. 11.2023.

Y ahora reaparece en el Museo de Jaén como nueva, en la virtuosa compañía del tesoro de escultura ibérica del Cerrillo Blanco de Porcunaformando parte (la proa, precisamente) del proyecto "chapa y pintura".

Caligrafía íbera. Foto F.G.
Más allá de lo que define su marco etimológico como "escritura bella y correcta", la caligrafía de esta carta la componen hermosos elementos irregulares e irrepetibles, relacionados de manera dinámica y giratoria, -a veces caótica y ruidosa, según en qué condiciones se desplacen-, multiplicados por las sombras que generan y con capacidad de comunicación estética inmediata y universal, aunque libre de significado preciso.
La carta del herrero. Tres fotografías de F.G. 11.2023.
Esa capacidad de conexión abstracta la hace superar a cualquier alfabeto, naturalmente limitado a su ámbito de extensión cultural, y la acerca a la universalidad arbitraria del dibujo.

Ha sido una alegría (una más de las muchas provocadas por esta exposición) releer la carta del herrero en el viejo retablillo de sábanas, cañas y cuerdas que la sostienen y hacen posible, como algunas de las ceremonias culturales que aprendimos siendo niños y que nunca olvidaremos.



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