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martes, 4 de marzo de 2025

Bob Dylan en versión de Richard Prince

Richard Prince. Untitled (Dylan) (2014). Lienzo primero.
El gran pintor Richard Prince confiesa lo que siente cualquier aficionado a cualquier arte: "A veces, cuando entro en una galería y veo el trabajo de alguien, pienso: "Vaya, me gustaría haber hecho eso". Pero el va y lo hace.
Ahora, coincidiendo (¿casualidad?) con el estreno de la película de James Mangold sobre los años jóvenes de Bob Dylan, titulada A Complete Unknown, saca a la luz un tríptico de lienzos de gran formato (3x3 metros cada uno) sobre el cantautor, que pintó en 2014 basándose en un fragmento de la famosa fotografía de Dylan que Jerry Schatzberg le tomó una mañana heladora frente a los mataderos de Manhattan, y que John Berg, el director de arte de CBS, seleccionó (a pesar de su evidente desenfoque) para reproducir como portada del doble LP Blonde on Blonde, en 1966.
Richard Prince. Untitled (Dylan) (2014). Lienzo segundo.
En su interpretación, Prince presenta la imagen, originalmente de colores desvaídos, en un blanco y negro etéreo, incrementando su ligero movimiento y oscureciendo aún más sus imprecisos detalles, buscando que cada lienzo, impreso con inyección de tinta, sea un poco más borroso que el anterior.
Según la crítica especializada, Untitled (Dylan) ejemplifica el proceso de “refotografía” que Prince comenzó a utilizar en 1977 para apropiarse de imágenes del ámbito comercial y de la cultura popular. Este método, que elude conscientemente los objetivos y las técnicas de la producción de imágenes tradicionales, le permite socavar la autoridad de un referente visual determinado, redefiniendo (¿negando?) los conceptos convencionales de autoría y originalidad.
Richard Prince. Untitled (Dylan) (2014). Lienzo tercero.
La manipulación de Richard Prince combina implicación personal y fría distancia; aunque reconoce el significado emocional y cultural de la representación original, la resonancia de su poderosa imagen, auténticamente icónica, la filtra a través de una capa desestabilizadora, incluso alienante, de ruido visual, de interferencia (similar, quizá, a la controvertida electrificación que Bob Dylan aplicó a su repertorio y por su influjo al de buena parte de los compositores y cantantes de su generación, cambiándolo todo para siempre).
Portada desplegada de Blonde on Blonde. 1966.
Estamos, en definitiva, ante un excelente ejemplo de la profunda y continua interconexión entre las artes visuales y la música popular. Un camino de doble dirección y tráfico denso.

jueves, 22 de agosto de 2024

La última batalla de Harry

Wayne Shorter. Circa 1960.
(...) "Sacó uno antiguo, un disco que había sido de los favoritos de su madre. Se había publicado en 1960, un año antes de que ella muriera, y Bosch lo había conservado en perfecto estado. Lo había cuidado durante años no solo por respeto a su madre, sino también al artista. Dejó caer con cuidado la aguja en la segunda pista de Introducing Wayne Shorter. Shorter, que dejó los Jazz Messengers de Art Blakey para grabar su primer álbum como líder, no tardó en tocar el saxo tenor al lado de Miles Davis y Herbie Hancock. Theo, del Catalina, le había dejado a Bosch el mensaje de que Shorter acababa de fallecer. Bosch se puso delante de los altavoces y escuchó la habilidad de Shorter en el segundo tema.

Wayne Shorter (saxo tenor) con Lee Morgan (trompeta), Wynton Kelly (piano), 
Paul Chambers (contrabajo) y Jimmy Cobb (batería).

Su respiración, el trabajo de los dedos, todo estaba ahí. Habían pasado más de seis décadas desde que Bosch escuchara por primera vez esas notas, pero la noticia de la muerte de Shorter había disparado el recuerdo de esa canción que todavía significaba mucho para él. El tema terminó y Bosch levantó con cuidado el brazo del tocadiscos, lo echó hacia atrás y puso de nuevo Harry’s Last Stand. Luego se acercó a la mesa para volver al trabajo." (...)

Michael Connelly. El camino de la resurrección. Alianza editorial, 2023.
Wayne Shorter al final de su carrera. Circa 2010.



miércoles, 17 de julio de 2024

Aprendiendo de oído

David Ellis. Discos.

(...) "De Lima se trasplantó a Chicago. Llegó a los veinticinco años como abogado del estudio Baker Mackenzie. Aterrizó sin hablar inglés y aprendió el idioma leyendo las letras de las canciones en un disco de vinilo de los Beatles que escuchaba, en medio de una habitación desnuda, en un tocadiscos portátil Philips. La imagen del disco girando sobre sí mismo lo imantaba."(...)

Maria Gainza. Una concentrada dispersión. Recogido en Un puñado de flechas. Anagrama, 2024.
Keith Haynes.
Con mayor o menor provecho, el "método" (bastante silvestre por libérrimo, por arbitrario, por las adherencias que puede generar) suele ser eficaz y, en cualquier caso, dentro de las limitaciones del formato, entretenido. 

Christian Marclay . Cubo.


martes, 14 de mayo de 2024

Corte de verano

Belmondo y Seberg en la portada del disco con la banda sonora de À bout de souffle. 1960.
(...) "Un breve pero reconfortante respiro de los sudores caniculares, pero qué enredos tan horribles producían aquellos ventiladores en la cabeza de una chica, de manera que el primer sábado que tuve libre fui a la peluquería a toda prisa, le enseñé a la estilista una foto de Jean Seberg en Al final de la escapada, luego otra de Audrey Hepburn en Vacaciones en Roma, y le dije que quería un término medio entre las dos. 
Cartel anunciador para España de Vacaciones en Roma. Jano.1953.
De modo que me esquilaron los rizos, y cuando S. me dijo lo estupenda que estaba con aquel corte apurado, me lo dejé así y desde entonces siempre he llevado el pelo corto." (...)

Paul Auster. Baumgartner. Traducción de Benito Gómez Ibáñez. Seix Barral, 2024.
Audrey Hepburn redescubriéndose tras su paso por las manos de un fígaro romano. Fotograma de la película.
Un corte de pelo, bueno o malo, tiene mucho de cirugía estética reversible e indolora. 
Y de declaración de principios e intenciones.

martes, 20 de febrero de 2024

Unas cuantas portadas de discos con fotos de William Eggleston

The Black Keys. Delta Kream. 2021.
Tras su apariencia elemental, directa, descuidada, carente de cualquier tipo de retórica o sofisticación, casi siempre referida a asuntos banales, cotidianos, a menudo marginales, con encuadres y puntos de vista nada ortodoxos, las fotografías de William Eggleston forman parte primordial del actual imaginario popular norteamericano y su amplio trabajo influye poderosamente entre varias generaciones de fotógrafos y cineastas de todo el mundo.
Green on Red. Here Come The Snakes & Gas Food Lodging. 1989.

Ese influjo llegó también hace tiempo a la escena musical alternativa (el propio Eggleston es un músico bien interesante, vocacionalmente marginal, que puedes escuchar en spotify) y frecuentemente sus imágenes han sido utilizadas como motivo de portadas de discos, con acierto desigual a causa de lo añadido a esos destellos de realidad saturada, casi siempre inesperada para los espectadores por puro conocida, por inmediata.
Spoon. Transference. 2010.

Primal Scream, Give Out But Don’t Give Up. 1994-2018.

Silver Jews. Tanglewood Numbers. 2005.

Derek Trucks Band. Soul Serenade. 2003.

Big Star. Radio City. 1974. 
Jimmy Eat World. Bleed American. 2001.

Alex Chilton. Like Flies On Sherbert. 1979.

viernes, 29 de diciembre de 2023

antes ahora después

Neil Young. Portada del disco Before + After. 2023.
Que el antes y el después no nos distraigan del aquí y el ahora.
Monserrat Soto en la galería Juana de Aizpuru. 03.2023. Foto de F.G.
Lo decía Antonio Machado: “Hoy es siempre todavía, toda la vida es ahora. Y ahora, ahora es el momento de cumplir las promesas que nos hicimos. Porque ayer no lo hicimos, porque mañana es tarde. Ahora.”
Monserrat Soto. Invasión sucesión 66, en la galería Juana de Aizpuru. 03.2023. Foto de F.G.

martes, 5 de diciembre de 2023

Rachel & Los Zánganos atacan de nuevo

F.G. Escaparate de Castroviejo Librero con el nuevo CD de Rachel & Los Zánganos. 12.2023.
Pocas cosas hay tan gratificantes para un amante de los discos y los libros como recibir un encargo para vestir el objeto que resume y culmina un proyecto de largo recorrido en el que unas cuantas personas han puesto talento, trabajo, tiempo, ilusión, desazones y expectativas. 


Rachel & Los Zánganos me han honrado con su confianza por segunda vez; ahora para elaborar las portadas de su nuevo CD, titulado Sin saber por qué, y yo he contado para poner en pie mis dos fotografías con la colaboración de Roberto Pajares Pájaro, que lo ha caligrafiado, y con Gabriel Santolaya para compaginar todos los precisos ajustes que engloba el concepto profesional de edición gráfica.
El disco es estupendo, y refleja el brillante momento de pletórica madurez que disfruta el grupo, con un repertorio adulto y exigente, con un sonido brillante y poderoso, con instrumentistas virtuosos capaces de descargar en directo con tantas ganas como talento. Lo demostraron el pasado domingo en La Fundición ante el público entregado que abarrotó la sala. Y Rachel cada vez canta mejor. Todo son buenas noticias.

F.G. Tres Mestizos. Ensamblajes de objetos encontrados. 2023, 2021 y 2020.

Una forma de agradecer su confianza y la complicidad de Pájaro y Gabi es traer el disco a la vitrina de acceso a Castroviejo Librero, en la Calle Portales, de Logroño, como entrega número cuarenta y uno de mi exposición a la altura de los ojos y a pie de calle, acompañado de algunos de los materiales de los que partí y de unos cuantos libros de fotógrafos admirables con los que sintonizamos.

El "mestizo" de la contraportada,  también conocido como "los cinco".
Presentamos la reciente reedición de "La cámara lúcida. Nota sobre la fotografía", de Roland Barthes, un ensayo esencial para "descifrar" la fotografía como un lenguaje en torno a la muerte, a lo que ya fue, y una invitación a utilizar las imágenes como estrategia para "afrontar el despertar de la intratable realidad".
Le acompañan dos catálogos de exposiciones singulares: la antológica de Graciela Iturbide preparada para la Fondation Cartier en 2022, titulada "Heliotropo 37", que documenta su universo creativo tan personal como cargado de valor antropológico, pleno de poesía y sensualidad, enriqueciendo el desbordante imaginario mexicano; y la antológica de Luigi Ghirri que recaló en el Reina Sofía hace cinco años titulada "El mapa y el territorio", que reúne catorce series de su muy particular acercamiento a las manifestaciones más triviales de la cultura popular contemporánea. Dos fotógrafos "periféricos", en cierta medida marginales, pero cada vez más valorados e influyentes.
Pero los libros del escaparate son sólo un estímulo para que entres a la librería y busques entre su riquísimo fondo. Encontrarás mucho más de lo que buscas. Jesús y Pablo te echarán una mano. 
Ya verás lo que es bueno.
F.G. Escaparate de Castroviejo Librero con el nuevo CD de Rachel & Los Zánganos. 12.2023.

lunes, 30 de octubre de 2023

Design: Reid Miles. Photo: Francis Wolff

introducing Kenny Burrell. Blue Note.1956. Diseño Reid Miles. Foto Francis Wolff.

Puede que de sus manos y para la discográfica Blue Note salieran algunas de las mejores portadas de discos de todos los tiempos.

Jackie McLean. It´s Time. Blue Note. 1964. Diseño Reid Miles. Foto Francis Wolff.

 Vistiendo, probablemente, la mejor música.
Thelonious Monk. Genius of Modern Music. Blue Note. 1956.  Diseño Reid Miles. Foto Francis Wolff.

Jimmy Smith. A new sound... a new star... Blue Note. 1956. Diseño Reid Miles. Foto Francis Wolff.

Lee Morgan. The Cooker. Blue Note. 1958. Diseño Reid Miles. Foto Francis Wolff.


Lee Morgan. The Rumproller. Blue Note. 1965. Diseño Reid Miles. Foto Francis Wolff.


Sonny Rollins. Blue Note. 1957. Diseño Reid Miles. Foto Francis Wolff.



martes, 3 de octubre de 2023

Lo extraordinario de lo común

F.G. Escaparate de Castroviejo Librero. Logroño. 10.2023.
Ya van, con esta, treinta y nueve entregas de mi exposición a la altura de los ojos y a pie de calle, imaginada para la vitrina de acceso a Castroviejo Librero, en los portales de la Plaza del Mercado, en Logroño. Y vuelven para ella los collages, género materialmente pobre entre los pobres pero tan expresivo y hermoso como el que más, dentro de su buscada humildad.
F.G. Collage ferroviario. Ensamblaje de objetos encontrados. 2021.
Decía Charles Simic hablando de Joseph Cornell que "Sale de su casa en Utopia Parkway sin saber qué busca ni qué encontrará. Hoy, podría tratarse de algo tan común e interesante como un viejo dedal. Tal vez pasen años antes de que encuentre compañía. Mientras, Cornell camina y busca. La ciudad tiene un número infinito de objetos interesantes en un número infinito de lugares inusitados."
Y si esto pasaba en Nueva York hace más o menos setenta años qué no pasará por estas tierras de promisión en estos tiempos de maravilla, donde bullen los prodigios y hasta los perros son atados con promesas asombrosas. Solo es imprescindible salirse de lo trillado y de los lugares comunes, lo que no es tan fácil.

F.G. Collage de la lona perforada. Ensamblaje de objetos encontrados. 2021.
Estos dos collages ensamblan materiales textiles, plásticos y papeles, llantas y tipografía, líquenes, colores, texturas y tiempo, y proceden de saludables paseos por el campo, las librerías y tendidos ferroviarios hace tiempo abandonados. Los estabilicé sobre estupendos cartones que me facilitó un impresor amigo, cortados en piezas de 31,5 x 31,5 cm, que, como sabes, es el tamaño de las fundas de los discos que ahora llaman "vinilos" y que siempre han sido entre sus disfrutadores originales los entrañables "elepés", objetos de deseo que ayudaron a construir no solo nuestro gusto musical y poético, sino buena parte de nuestro más íntimo imaginario gráfico.
Llevé a la librería, siempre optimista, un tercer collage que no me cupo, pero creo que complementa bien a los otros y te lo quiero mostrar aquí por el mismo precio.
F.G. Collage grecolatino. Papeles encontrados. 2022.
Parte del encanto impagable de esta larga exposición que se extiende desde el lejano marzo del 2020 es la complicada elección de libros que acompañarán durante un mes a la obra expuesta, guiada por criterios de sintonía complementaria o contraste sorprendente, porque Castroviejo dispone de unos fondos ingentes donde lo que pide el cuerpo es, más que seleccionar, perderse en el calmo cabotaje. Los libros acaban formando parte de un nuevo collage y enriqueciendo las posibilidades de comprensión y disfrute de la obra. En esta ocasión la acompañan el catálogo de la reciente exposición antológica de Tina Modotti en Mapfre, siempre tan implicada en lo mestizo y en sus posibilidades insurgentes, como revela acertadamente el editor desde la portada; un libro nuevo del matemático Eduardo Sáenz de Cabezón titulado Invitación al aprendizaje, valorado como la capacidad más extraordinaria de los humanos y una posibilidad de enriquecimiento individual y colectivo inagotable, fuente simultánea de utilidad práctica y de placer; las cartas dirigidas por John Cage, el músico más influyente de buena parte del siglo XX, a muchos de los grandes creadores coetáneos, agrupadas en Escribir en el agua, hermoso título en el que habla, descubriendo aspectos sorprendentes de su esquiva personalidad, sobre ruido, experimentación, cuerpo, silencio, espacio, tecnología, construcción de nuevas sintaxis y de los nuevos lenguajes que han conformado en buena medida la valoración crítica de nuestro panorama sonoro; y para terminar, alegrándonos el día, la antología de la poeta Amalia Bautista (Tres deseos) editada por Renacimiento.
Que lo paséis bien.
¡Y no tiréis nada!

lunes, 18 de septiembre de 2023

Tronco de faraón


(...) «Allí escucharon al cantaor gitano Manuel Torre y ya cerca de la madrugada García Lorca, emocionado como todos, se dirigió al cantaor y le dijo: “Dígame, don Manuel, ¿qué hace falta para cantar así?”. El cantaor se quedó unos momentos callado, mirando el suelo. “Tener tronco de faraón”, dijo con toda naturalidad. Lorca le dedicó más tarde uno de los poemas de su libro Poema del cante jondo: “A Manuel Torre, que tiene tronco de faraón» (...)

Manuel Arroyo-Stephens. Pisando ceniza.
Ed. Turner. Madrid, 2015.

Manuel Torre con Javier Molina. Soleares.


Lo que le dedica (en el libro que probablemente sea el que tiene más dedicatorias parciales en toda la historia de la literatura), es la sección Viñetas flamencas, incluyendo un gazapo: A Manuel Torres, «Niño de Jerez», que tiene tronco de Faraón. De esa sección, con algunos poemas protagonizados por cantaores, elijo este entre los pocos "huérfanos", que cobra un especial sentido, hondamente amargo, sabiendo lo que pasó pocos años después de su escritura:

"Cuando yo me muera,
enterradme con mi guitarra
bajo la arena.

Cuando yo me muera
entre los naranjos
y la hierbabuena.

Cuando yo me muera,
enterradme si queréis
en una veleta.

¡Cuando yo me muera!"

Federico García Lorca. Memento. Recogido en Poema del Cante Jondo. 1921-31.

Manuscrito de Federico Garcia Lorca con la "viñeta" dedicada
al cantaor Silverio Franconetti. 1921.




martes, 14 de febrero de 2023

Bacharach, el grande

Dionne Warwick y Burt Bacharach bailando durante una sesión de grabación en 1964.

Ha muerto Burt Bacharach, un excelente músico que aportó a la música popular a lo largo de más de tres décadas (desde finales de los 50 hasta los primeros 90) infinidad de canciones imperecederas, auténticos clásicos permanentemente actualizados en las incontables versiones que de su obra se han hecho en cualquier lugar y en muchos idiomas.

En su sofisticada música se aprecia la variedad de sus gustos y una formación presidida por la curiosidad y el eclecticismo. Estudió con Darius Milhaud, y a través de él absorbió las mejores cualidades armónicas, melódicas, métricas y descriptivas de la música culta francesa, y, quizá para compensar, cultivó la amistad de John Cage y de algún otro antimelódico recalcitrante. A ello sumaba su pertinaz afición nocturna por los clubs de jazz en vivo, y una actitud desprejuiciada que le llevó a componer delicada música comercial para intérpretes que compraban sus canciones para convertirlas (en los mejores casos, como en el de la portentosa Dionne Warwick) en maravillosas creaciones adaptables a muy distintos arreglos y a la sentimentalidad del soul o del rhythm & blues, a los baladistas y crooners o a las necesidades de cualquier espectáculo.

El mundo del cine y la televisión le proporcionaron grandes éxitos y popularidad, y su influjo llegó también al muy diverso mundo del rock, con versiones memorables de grupos como The Beatles (Baby, Its You), Love, The Stranglers o The Jesus and Mary Chain, y un influjo notable en los compositores de grandes melodías: sirva como ejemplo el homenaje del grupo Oasis reproduciendo en la portada de su primer disco un gran cartel del joven Burt,

Portada de Definitely Maybe, de Oasis. 1994. Foto de Michael Spencer Jones.

y la devoción de Elvis Costello, que grabó con él en 1998 el disco Painted from Memory, con canciones creadas en colaboración para tal ocasión, (21 años después de sus últimas grabaciones), y en 1999 The Sweetest Punch, con el guitarrista Bill Frisell como tercero en concordia, en onda jazzística.

Así que, amable, mucho; fácil, para nada. Fue un compositor para todos los públicos (no para marujas, ni para adolescentes calenturientos, ni para jóvenes airados, ni para radiofórmulas, ni para orquestas de cruceros), con asombrosa capacidad de creación de hermosas canciones, emocionantes y delicadas. Un compositor y arreglista de música popular adulta de primera categoría, indisolublemente ligada a la cultura norteamericana de los 60 y 70, pero perdurable dentro de los standards y el imaginario sentimental de toda la cultura musical occidental.
Burt Bacharach en 2009.
Lo que llamamos todo un clásico .

lunes, 30 de enero de 2023

Rocío Márquez, águila imperial

Rocío Márquez y Juan Antonio Suárez Cano, "Canito". Foto de Sandy Korzekwa.

Recientemente, en una entrevista para su programa radiofónico Nuestro Flamenco, el sabio José María Velázquez-Gaztelu le citaba a Rocío Márquez un párrafo de la narración Nadadora sumergidade Federico García Lorca, en el que decía verla reflejada y definida: "Es preciso romperlo todo para que los dogmas se purifiquen y las normas tengan nuevo temblor." Una imagen preciosa y un acierto pleno, ajustado como un guante para describir la actitud y los logros de una cantaora a la que estamos viendo crecer sin parar, y en todas las direcciones a la vez, como quería John Coltrane. Todo le viene bien como punto de partida, y el destino ya se irá viendo. Pueden ser Falla, Granados y Albeniz o Bronquio, Enrike Solinís o Los Planetas, Fahmi Alqhai o el Proyecto Lorca, Pepe Marchena y la Niña de los Peines, Raül Refree o Rosa Torres-Pardo, Francisco Moreno Galván, Miguel Hernández o Antonio Orihuela. Todo suma, y a menudo multiplica. 

Rocío Márquez.

En el concierto de la semana pasada en Logroño vino estupendamente acompañada por Juan Antonio Suárez Cano, "Canito", multiplicado en hombre orquesta, polifónico total para servir al repertorio mestizo de Visto en el Jueves, su disco de hallazgos sorprendentes en el mercadillo sevillano de la calle Feria, un tesoro en el que caben tangos y coplas, fandangos, rondeñas y peteneras, canciones y poemas, todo limpio y reajustado, renovado, o, mejor todavía, nuevo, vivo.

Rocío Márquez estuvo tan bien como siempre y con la entrega habitual hacia este público que tanto la quiere y que tan elocuentemente se lo demuestra. Afinadísima, vibrante, arriesgada, nada convencional, jugando a sorprender y a deslumbrar, y consiguiéndolo siempre. Perfecta.
El proyecto Visto en el Jueves se le quedó corto, y entre otras hermosuras añadió en los bises una preciosa seguiriya con una "copla libertaria" del libro Alfileres, de Isabel Escudero, que dió título a su disco Firmamento:

"Lo peor de la condena
Es cogerle el gusto
A las cadenas."

Es una alegría que en estos tiempos de ruedas de molino y mentiras impunes siga habiendo artistas como Rocío Márquez que canten contra la servidumbre voluntaria y el autoengaño. Y mucho mejor si lo hacen en un teatro, trabajando, como quería Lorca, para que "los dogmas se purifiquen y las normas tengan nuevo temblor."  
Suerte. 

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