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lunes, 23 de diciembre de 2019

A tiempo completo

F.G. Fijo discontinuo. Puerto de Tarento. 05.2019.
(...) «–¿Seguís con tus poemas? ¿Con tu gótico lánguido? –me preguntó la última vez.
–Sigo.
–¿Y pensás hacer algo con eso?
–No sé bien. Me falta, tengo que escribir más, pero nunca encuentro los huecos.
–Qué vaga –dijo, como si esa palabrita resumiera dos décadas de cosas sin decir–. No se escribe en los huecos.» (...)

María Gainza. El buen retiro. (Recogido en El nervio óptico. Anagrama, 2019)

F.G. La intención. Dalt Vila. Ibiza. 03.2019.

viernes, 15 de noviembre de 2019

La banda sonora de "ropavieja"

F.G. Almanaque de estaciones. Ensamblaje de objetos encontrados. 10.2019.
Durante los preparativos de mi exposición "ropavieja" en la ermita de Lomos de Orios, que coincidieron con el verano y el comienzo del otoño de 2019, disfruté de los cambiantes sonidos de la naturaleza que entraban por los balcones de la sala, continuamente abiertos de par en par al aire y al sol. 
F.G. La fuente de los chilenos, en Lomos de Orios. 11.2019.
La riqueza era asombrosa, una gama inacabable urdida sobre un entramado de silencio antiguo, delicado, lleno de reminiscencias. La sensación la define perfectamente Thoreau cuando experimenta en sus paseos que el sonido es casi igual que el silencio: una burbuja que estalla en la superficie del silencio, que satisface a nuestro oído por el contraste que genera. "En proporción con ese contraste y en la medida en que eleva e intensifica el silencio, esos ruidos son armonía y melodía."
F.G. La ladera del Salegar, desde la ermita de Lomos de Orios. Campo de color a partir de objetos encontrados. 10.2019.
Previendo que el tiempo de exhibición no siempre permitiría esa deseable apertura al cambiante ruido de la vida quise preparar una especie de "espacio sonoro" artificial, una banda de sonido natural montada a partir de fragmentos de grabaciones de ruidos de vida animal y de fenómenos atmosféricos captados por Pájaro y por mí en distintos momentos, recientes y antiguos, y que se reproducirían cuando los balcones estuvieran cerrados. 

F.G. La era frente a la ermita de Lomos de Orios. 11.2019.
La pieza, de unos quince minutos, atesora tan variado repertorio enmarcado por dos fragmentos de una canción, dos "samples" del Coyote de Joni Mitchell: el rasgueo inicial de la guitarra de la propia compositora, deslumbrante como el amanecer, alegre y brillante, optimista, y una línea de bajo de Jaco Pastorius, oscura, amenazante, anunciadora de la ineludible tormenta.



La banda sonora de la exposición. 10.2019.

Conté con la sabiduría técnica de Javier Cenzano, que limpió, pulió, ensambló y balanceó el variado bagaje, y abusé de la paciencia y el aguante de Pájaro, rayado por tanta repetición en bucle. 
También lamento el mosqueo de Kira, la bóxer de la casa, que escuchaba cencerros sin ver a sus portadoras. 
Pasa mucho. 
Si lo piensas, no es tan raro.
F.G. Kira despidiendo al huésped a los pies de Lomos de Orios. 10.2019.

miércoles, 10 de octubre de 2018

Quitamanchas

F.G. La escuela de la vida. Collage de imagen y palabras encontradas. 06.2018.

F.G. Multiplícate por cero. 08.2018.

lunes, 26 de febrero de 2018

Niño de Elche

F.G. Perro verde. Collage de palabras e imagen encontradas. 02.2018.

El nuevo disco de Niño de Elche, Antología del cante flamenco heterodoxo, es extraordinario por muchos motivos: un revolucionario en estado de gracia haciendo cuanto puede para no dejarse asimilar por las nuevas "cátedras", para resultar incomodo (y no acomodarse) al gusto de los cabildos antiguos o modernos.



Cuando los géneros se quedan pequeños hay que beber en las más diversas fuentes. De las aguas más profundas.


lunes, 31 de octubre de 2016

Árbol del otoño

F.G. Camino de Miuzanazas. Bonicaparra. 10.2016.
                                 
                  "Ya madura
La hoja para su tranquila caída justa,

                  Cae. Cae
Dentro del cielo, verdor perenne, del estanque.

                  En reposo,
Molicie de lo último, se ensimisma el otoño.

                  Dulcemente
A la pureza de lo frío la hoja cede.

                  Agua abajo,
Con follaje incesante busca a su dios el árbol."

Jorge Guillén. Árbol del otoño.



Arroyo en el barranco Ojinco. La Rioja. 10.2016.


F.G. El río Oja en Ezcaray. 10.2016. 

martes, 19 de julio de 2016

El sonido de las lagunas

F,G. Balsa del Prao de La Paul en las Lagunas de Laguardia. Al fondo, la Sierra de Cantabria y Toloño. 06.2016.

Como esta primavera ha llovido bastante, los pantanos, balsas, lagunas, estanques, embalses y charcas están, todavía, llenos de agua y exuberantes de vegetación, de vida animal y de sonido. 

Laguardia. Campanas y pájaros en la
laguna del Prao de La Paul. 06.2016.
F,G. Lagunas de Laguardia, con el pueblo al fondo. 06.2016.

Seguro que tienes cerca de casa un humedal asombroso. 
F,G. Lagunas de Laguardia. 06.2016.

Es el momento de acudir. 

Laguardia. Cantos de ranas y pájaros 
en la laguna del Prao de La Paul. 06.2016.
F,G. Lagunas de Laguardia. 06.2016.

Encontrarás de todo, ya verás.
F,G. Lagunas de Laguardia. 06.2016.
Es como para quedarse "pasmao". 
De madera.


martes, 12 de abril de 2016

El canto de la mina


F.G. Interior de la mina La Providencia, en Jubera. 03.2016.

En las proximidades del pueblo riojano de Jubera se explotaron discontinuamente (la última vez durante unas pocas décadas del siglo pasado) unas minas de plomo que tuvieron por buen nombre “La Providencia".
F.G. Bocamina en La Providencia, en Jubera. 03.2016.
Se ubican en un angosto barranco que encajona al río San Martín, afluente del Jubera, y están constituidas, dentro de una zona kárstica, por un espectacular conjunto  de cuatro bocaminas y múltiples galerías y pasadizos originados por la filtración del agua y la disolución de la roca caliza,  ampliados después por la acción humana para su explotación económica.
F.G. Cascada en el río San Martín, en Jubera. 03.2016.
Esos recónditos lugares se llamaron históricamente “Túneles de los Moros” y guardan, junto a la leyenda, misterios de su explotación como complejo minero (entre los restos de arquitectura e ingeniería industrial) y otros relacionados con la naturaleza, que paulatinamente va recuperando el dominio del hostil territorio, más allá de los bancales que aseguran el suelo de olivos, almendros y viñedos.
F.G. Interior de la mina La Providencia, en Jubera. 03.2016.
Entre los sonidos de las abundantes rapaces y del viento, y los intuidos ecos silenciosos del trabajo de entibadores y barreneros, canta incesante un caudaloso acuífero que, bajo la amplificadora cúpula principal, cae como cola de caballo y rompe sobre la balsa interior.
F.G. Cascada en el interior de la mina La Providencia, en Jubera. 03.2016.

Mina La Providencia, en Jubera (La Rioja). 
Cascada interior. Marzo de 2016.
Es el canto de la mina, muy distinto de otros -tan hermosos- que van diciendo, en otras largas y oscuras galerías, allá por Levante.

F.G. Cascada y poza del río San Martín, junto a la mina La Providencia, en Jubera. 03.2016.

miércoles, 18 de febrero de 2015

El baile del huevo


Herbert Bayer. Cartel de propaganda de guerra. 1942.
Las casas están llenas de sonido. Especialmente las cocinas. El calor domesticado es fuente de movimiento, y éste produce ritmo.

Studio Boggeri. Cartel para Barilla.
Aunque todavía siga sin dilucidarse si es anterior o consecuencia de la gallina, el huevo tiene a su favor una larga historia "humanística": un montón de descubrimientos prácticos sobre sus cualidades alimenticias, sus placenteras posibilidades gastronómicas y sus variadas formas de elaboración.
Antonio Boggeri. El huevo de Colón. 1933.
Huevo cociéndose en agua hirviendo. 02.2015.
Por una regresión tecnológica (el descacharre de un microondas, víctima a plazo fijo de la obsolescencia programada) hemos redescubierto el vehemente baile del huevo inmerso en el agua hirviendo. 
Otra danza distinta a la del huevo en las fuentes de los claustros de Barcelona el día del Corpus, pero baile al fin y al cabo.
L´ou com balla. Barcelona.
Huevo cociéndose en agua hirviendo. Final. 02.2015.
Hasta que la campana marca la hora precisa, al margen de los credos de longitud variable, y el espectáculo termina.


Piero Manzoni. Consumo Dinámico del Arte por el Público. 1960. 
1. Manzoni cociendo los huevos. 
2. Manzoni sellando con su huella un huevo. 
3.Manzoni repartiendo los huevos entre el público asistente

A comerrrr


viernes, 2 de enero de 2015

Pelota mano

Chema Conesa. Titín III. 1999.
El entretenimiento sencillo y a menudo colectivo que se practicaba conforme a reglas leves y en ratos perdidos contra los muros de las iglesias y en las plazas públicas acabó por convertirse en una sofisticada competición profesionalizada.
Chema Conesa. Arretxe. 1998.
Nada es ya natural. La mano, sutil instrumento creativo, se ha convertido en el elemento flexible del extremo de un arma poderosa, la garra terminal de una palanca de fuerza y precisión.
Chema Conesa. Beloki. 1998.
La mano limpia no aguanta la dureza de la exigente competición, y las telas y gomas protectoras han dejado de ser un simple guante a medida para convertirse en un envoltorio que funciona como sofisticada prótesis, con la apariencia de guantelete de armadura o extremidad articulada de santo de palo para ser vestido.
Chema Conesa. Elkoro. 1998.
Una práctica deportiva que agita rivalidades, pasiones y fortunas, y que genera, como tantos otros deportes, sus peculiares sonidos: las manifestaciones del exigente público, el juego de las chapas, las voces sincopadas de los corredores de apuestas, el golpe seco de la pelota estrellándose una y otra vez contra el muro.

Tanto de un partido de pelota a mano entre cinco aficionados en el 
Frontón de El Revellín. Logroño, 26 de diciembre de 2014. 
Todo un espectáculo en el que, de otras maneras, el tacto sigue siendo fundamental.
Chema Conesa. Retegi II. 1998.

jueves, 4 de diciembre de 2014

El fascinante baile de las peonzas


Sonia Delauney. La letra T del alfabeto. Les toupies (Las peonzas).
A sus ochenta y siete años, Sonia Delauney creó, pintándolo, todo un alfabeto para un cuento dedicado a sus queridos sobrinos-nietos. Cada letra estaba asociada a una cancioncilla popular y a un objeto cotidiano. La T les tocó a las peonzas (toupies en francés) y las dibujó con todo su movimiento y su cambiante dirección, con la asombrosa flexibilidad de su inclinado dinamismo (salvo cuando "se duermen" y permanecen clavadas y verticales un buen rato).

Peonza de madera bailando sobre el 
exterior de una cerámica danesa. 11.2014.
Todo es color y optimismo en ese libro, como en todo lo que tocaba esta mujer, la única artista que mantuvo la alegría de vivir en un mundo en el que parecía que había muerto para siempre tras la llegada del incoloro cubismo y el desastre de la primera guerra mundial. 
Charles y Ray Eames. Fotograma del cortometraje Tops (Peonzas). 1969.

Otra pareja de grandes disfrutadores, siempre interesados en dejarse influir por los descubrimientos del arte popular, fueron el matrimonio de diseñadores Eames, Ray y Charles, coleccionistas de casi todo a lo largo de toda la vida, pero especialmente de los objetos ligados a la diversión inocente. Y entre ellos, las peonzas, de las que hicieron este vídeo, que, entre otras muchas virtudes, tiene música de Elmer Bernstein, como era marca de las excelentes películas de la casa.  
Chardin. El niño de la peonza. 1738.


Peonza de madera bailando en el interior 
de una cerámica danesa. 11.2014.
Siempre han fascinado las peonzas a los niños y a los artistas. Y no es para menos. Este precioso cuadro de Chardin, un hombre de otra época, lo refleja de otra forma: el que se queda "clavado" en esta ocasión es el gentil muchachito. Puro embeleso.





viernes, 28 de noviembre de 2014

¿Metálico o de plástico?

Ana María Uribe. ¿Metálico o de plástico?. Anipoema. 1999.
La cremallera es un tipo de cierre mecánico que se aplica a una abertura longitudinal (vertical más frecuentemente, aunque no siempre) en prendas de vestir, bolsos y adminículos de todo género. Consiste en dos tiras de tela guarnecidas en sus orillas con pequeños dientes generalmente de metal o plástico que se traban o destraban entre sí al efectuar el movimiento de apertura o cierre por medio de un cursor metálico con las iniciales del fabricante grabadas para lucimiento y propaganda, cursor del que, en caso de tener un agujerito, se puede trenzar un cordoncillo o cosas así.
Su manejo es tan simple como entretenido, y se dice que hay quien llegó a la beatitud ejerciendo como virtuoso de la cosa, distraído de los riesgos y ruidos mundanos. También ha servido de instrumento solista para la interpretación de sencillas melodías solipsistas.
Abrir y cerrar de cremallera metálica 
en abrigo tipo parka, de poliester. 27.11.14.
Como todo en esta vida, tiene sus peligros. No vamos a entrar a contar en detalle, pero si usted, amable lector, tiene la suerte de no haber sido víctima de uno de sus pizcos deslizantes in crescendo (especie de tortura china ejecutada por sicilianos afincados en los Estados Unidos) pregunte a los más disfrutadores de entre los de su entorno, que le contarán, echándose las manos a sus partes con la velocidad de un acto reflejo, lo que duele, mientras exclaman jaculatorias de variada índole. 
Pero ¡ya está bien de tanta tontería, hombre!
Cierra eso de una vez.

jueves, 27 de noviembre de 2014

La armonía del cristal


Konstantin Beloglazov tocando una glass harmónica en el Cubo del Revellín. Logroño, 12.2013. Fotos de F.G. 
Hay unas cuantas variedades de instrumentos de cristal frotado de las que, por análisis sistemático y científico, nació a mediados del siglo XVIII la mecanizada “glass harmonica”, atribuida por los historiadores a Benjamin Franklin.
La  que hoy vamos a oír en miracomosuena es más sencilla y popular, aunque tiene abundante repertorio específico (escrito, entre otros, por Verdi y el desprejuiciado Mozart) y abundantes adaptaciones de obras de Bach, Tchaikovsky, Chopin y Mussorgsky. Rachmaninov sintió debilidad por este instrumento, y lo consideraba idóneo para tocar música melódica, sencilla y constante.
La   hemos visto en calles y plazas, en el foco de hechizados círculos de transeúntes que demoran la partida hasta que el silencio los libera. Consta, básicamente, de un conjunto de copas de diferente diámetro y altura cuyos bordes se frotan con la yema de los dedos humedecidos hasta conseguir un sonido fantasmal, etéreo, apropiado para sostener una melodía. Las copas, con distinta cantidad de agua, se organizan en función de su sonido de manera parecida a la de un teclado de acordeón. 
A  su peculiar timbre hay que añadir en esta grabación la singularidad del lugar donde se hizo, con una acústica inusual: un polvorín del siglo XVI inmerso en una cúpula de piedra de sillería. 



Glass harmónica en el Cubo del Revellín. Logroño.
Danza del Cascanueces de Tchaikovsky.
Konstantin Beloglazov. Inaudito. 3.12.2013.

Este prodigio (acrisolada materia de alquimista) está incluido entre los ideófonos, una amplia y diversa familia de instrumentos que obtienen el sonido a partir de su propio cuerpo como materia resonadora, dura pero suficientemente elástica para vibrar, sin necesidad de cuerdas, membranas o aire. 

Konstantin Beloglazov. Para Elisa. Beethoven.
Glass harmónica. Disco autoeditado.
Campanas, xilófonos, platillos, claves, castañuelas, sierras, cántaros, y un larguísimo etcétera. Bonita cuadrilla la ideofónica, siempre cerca de rituales y festejos.
El  grado cero del sonido y muy cerca de la cumbre en la producción de emoción.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Un ruido secreto

Marcel Duchamp. À bruit secret. 1916.

À bruit secret es una obra de Marcel Duchamp compuesta por un ovillo de cordel entre dos láminas cuadradas de latón, sujetas por cuatro tornillos y con un pequeño objeto de material desconocido dentro de la madejita.
Es una pieza concebida para la acción, y solo completa su sentido cuando el espectador la agita y escucha un ruido extraño producto de su intervención. Es el punto de partida de las teorías que consideran al espectador como parte esencial de la obra artística, que solo se completa con su participación activa. 

Máquina impresora escocesa del siglo XIX.
En realidad, todos los objetos contienen una potencial fuente de sonido en su interior. 
Christoph Lenderwasch. Carillón de Salzburgo. 1704.
Incluso los instrumentos musicales, por complejos que sean, permanecen mudos sin la intervención del intérprete o ejecutante que les dé ánimo.
Pablo Picasso. Naturaleza muerta con botella de anís. 1909.
La botella de anís, especialmente si es de Anis del Mono, es singular y reúne lo mejor de esos dos mundos: es un instrumento privilegiado para acompañar rítmicamente el canto colectivo (sobre todo en las fiestas familiares, y muy especialmente en las navideñas) y es un bello objeto inerte, transparente y facetado, al que los chorretes de azucar aportan algo de azaroso pringue. Por tener, tiene hasta un chiste darwinista en la etiqueta que, cuando empezamos a perder los papeles, nos recuerda (con poco éxito) de dónde venimos. Y a lo que llegamos.
Su singularidad "musical", sin embargo, no es interior ni está oculta, sino que es evidente y palpable en su rugosa epidermis.


Botella de anís frotada rítmicamente con cuchillo de cocina. 6.11.14.

Juan Gris. La botella de anís. 1914. 

Porque "lo más profundo es la piel", como bien sabía Paul Valéry.