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martes, 30 de abril de 2024

Callejeando

F.G. Omotesando. Tokio. 04.2024.

F.G. Ginza. Tokio. 04.2024.

F.G. Omotesando. Tokio. 04.2024.

F.G. Guinza. Tokio. 04.2024.

F.G. Guinza. Tokio. 04.2024.

miércoles, 8 de febrero de 2023

Ahondar

F.G. Muelle de Gamazo, en Santander. 09.2022.
«Hay que educarse para documentar nuestra intuición.»

Miguel Milá, (citado por Marta D. Riazu en "Agua y jabón. Apuntes sobre elegancia involuntaria." Anagrama, 2022)
F.G. Marina de Cudeyo. Pedreña. 09.2022.

viernes, 9 de septiembre de 2022

El asceta selectivo

F.G. Camino de perfección. Sajazarra. 07.2022.
Era muy morigerado, especialmente con todo lo que no le gustaba nada.

martes, 2 de noviembre de 2021

El descendimiento

Todas las fotos de El descendimiento son de Gabriel Santolaya.

Había visto la escalera hace tiempo en un abarrote de desguaces que frecuento y el hallazgo fue un flechazo, aunque, por sus características materiales, la relación no pasó de fotográfica.
F.G. El punto de partida. 
Cuando en enero Pepa Estebas y Carmelo Argáiz me propusieron hacer una exposición en La Lonja retomé el asunto, porque las dimensiones de la sala me iban a permitir dar un salto (¿al vacío?) en cuanto a los formatos que acostumbro. 
La veía, desde el principio, horizontal y encajada entre los pilares del muro de acceso a la galería, aunque la idea del fondo ilusorio sobre el que se sustentaría fue cambiando a lo largo de los meses, pasando desde una tensa lona de "verde institucional” a una reaprovechada almazuela fuera de uso (guiño rauchenbergiano que complicaba bastante sin resolver nada), hasta llegar a un espléndido forillo de campaña electoral de 6,50 por 2,40 de un azul luminoso amueblado por ligeras nubes de algodón, que se impuso claramente.
F.G. Foto de montaje.
El logotipo de la banda se escamoteó en el corte, plegado y clavado sobre el muro, donde busqué recrear los volúmenes rotundos que me llaman la atención en las pinturas flamencas y en los drapeados de las vestimentas de santas y cartujos de Zurbarán, en los pliegues espontáneos de las lonas de las obras o en la pompa espectacular de los suntuosos vestidos de Balenciaga. La belleza, ya se sabe, está bien repartida y salta donde menos se la espera.
El caso es que mientras la instalación iba llevándome paulatinamente hacia Van der Weyden, la pobre escalera metálica de entreplanta de bajera, una vez colgada a la altura adecuada, iba revelando algunos valores ocultos hasta entonces y reconocibles en las primeras obras de Cristina Iglesias y Juan Muñoz. 
Miel sobre hojuelas.
Movimiento y equilibrio. 
Ligereza y estabilidad. 
Gravedad y vuelo.
Todos contentos.

martes, 13 de julio de 2021

Del fin

F.G. En el viejo puerto de Gijón. 06.2021.
Para sobrevalorada, la longevidad. 
Tanto, o casi, como la vida eterna.
F.G La edad de oro. Campo de color. 07.2021.


martes, 12 de mayo de 2020

El descenso

F.G. Serie de escaladas y desescaladas confinadas. 04 y 05.2020.

"El descenso nos llama
     como nos llamaba el ascenso.
          La memoria es una especie
de consumación,
     una suerte de renovación,
          incluso
de inicio, pues los espacios que abre son lugares nuevos
     habitados por hordas
          de especies
hasta entonces impensadas;
     y sus movimientos
          se orientan hacia nuevos objetivos
(aun cuando antes hayan sido abandonados).

Ninguna derrota es enteramente una derrota, pues
el mundo que abre es siempre un sitio
     hasta entonces
          insospechado. Un
mundo perdido,
     un mundo insospechado,
          abre paso a nuevos lugares
y no hay blancura (perdida) tan blanca como el recuerdo
de la blancura   .
Con el atardecer, el amor despierta
     aunque sus sombras
          -que dependen
de la luz del sol-
     se adormecen y se apartan
          del deseo   .

Despierta así un amor
     sin sombras
          que ha de crecer
con la noche.
Surgido de la desesperación,
     inconcluso,
          el descenso
despierta a un nuevo mundo   :
          que es el reverso
de la desesperación.
     Para lo que no podemos lograr, lo que
se niega al amor,
     lo que perdimos por anticiparnos,
          se abre un descenso
sin fin, e indestructible   ."

William Carlos Williams. El descenso. (Recogido en La música del desierto.) Versión de Juan Antonio Montiel. Ed. Lumen.

jueves, 6 de febrero de 2020

Las cosas, por su nombre


F.G. Lo insondable. 01.2020.
Cuando a la melancolía, siempre tan lírica y vistosa, se la empezó a diagnosticar y a llamarla depresión perdió de golpe todo su dudoso glamur.
F.G. De nacimiento, Ensamblaje de objetos encontrados. 01.2020.

viernes, 15 de enero de 2016

Sube y baja

Colegio Retamar, Madrid. 1967. Arquitecto César Ortiz-Echagüe.

Manuel Jabois nos ha recordado con la precisión de una buena madre con mirada retrospectiva y en el momento procesal oportuno -ahora que estamos en plena campaña para elegir al nuevo jefe de pista del circo patrio-  que es muy conveniente atender “el viejo consejo de que se saluda siempre al subir la escalera para que te saluden cuando la bajas.”
Chema Madoz. S.T. 1999.
Educación poca, pero que dure.

Dennis Stock. Foto del rodaje de El planeta de los simios, con, Charlton Heston,
Franklin J. Schaffner y un simio propiamente dicho. 1967. 
Te arriesgas si no a que cuando lo necesitas hagan como que no te ven y te ignoren, o que te miren como a un bicho raro y no te "ajunten". 


(Otras entradas de escaleras en miracomosuena: Escaleras y Escalera al cielo.)

miércoles, 28 de mayo de 2014

Equilibrio

Diego González Ragel. Acróbatas ambulantes. Madrid. Circa 1925.
¿Qué tiempo no es difícil?
Siempre estamos en vilo, y nuestra estabilidad no depende de nosotros, ni siquiera de los que nos sostienen y dan apoyo.

Ian Hamilton Finlay. Acrobats.1966.
Por eso son tan admirables las personas que en medio de la debacle se preocupan por conservar la calma y tratar de mantener la casa en orden, haciendo de tripas corazón.
Demasiado a menudo sin el reconocimiento de los otros inquilinos.

Martin Parr. Los inconformistas. Yorkshire. Circa 1970.

viernes, 18 de abril de 2014

Descendimientos

Roger van der Weyden. El Descendimiento.1436. Museo del Prado.




A estas alturas del desarrollo de la humanidad, ¿siguen moviendo a piedad y compasión las imágenes que reflejan crímenes, desesperación e injusticia?

Antonio Ruiz. Intento de entrada masiva en Melilla. Descendimiento de un desfallecido. 3.04.2014.


















































































































































lunes, 31 de marzo de 2014

El camino de Félix Reyes


Félix Reyes en el Tondón de Briñas. Fotografía de Carlos Rosales. 29.03.14.
Félix Reyes ha elaborado para la Sala Tondón, de Briñas, un proyecto escultórico singular que titula El Camino, y ha vuelto a hacer gala de su dominio técnico y su capacidad analítica para entender cualquier espacio en el que ha de mostrar su trabajo, para adaptarse a él y extraer a su favor todas las posibilidades que le pueda ofrecer. 
Esta nueva obra la ha afrontado como una pieza única que refleja un itinerario colectivo de disposición lineal, aunque se adapta al prisma central de la sala recurriendo a los quiebros imprescindibles que sirven para establecer una secuencia discursiva conceptual (las tres edades de la vida) a través de la que mostrar la amplitud de sus recursos estéticos.
 Félix Reyes. Fragmento de El Camino. Fotografía de Carlos Rosales. 29.03.14.
Los protagonistas del camino son 34 grupos escultóricos elaborados a partir de distintas maderas de procedencia diversa y cualidades muy distintas, que han condicionado la manera de trabajarlas y su resultado final, con múltiples tonalidades y pátinas, aprovechando –como es marca de la casa- vetas, nudos y señales de la madera en beneficio del resultado final. 
 Félix Reyes. Fragmento de El Camino. F.G.. 29.03.14.
El primer tramo, básicamente ascendente, correspondería a la juventud, y en él las figuras están concebidas individualmente y elaboradas en maderas claras. El segundo representa la madurez, con las figuras agrupadas por afinidades y afectos, diluyéndose las individualidades en favor de masas y amalgamas de formas intuidas, complejas, paulatinamente oscurecidas. El tercero, ligado al ineludible final, recupera las individualidades, aunque cada vez más dominadas por la decrepitud y la soledad.
Félix Reyes. Fragmento de El Camino. F.G.. 29.03.14.
El logro estético de la “ocupación” del complejo espacio del
Tondón es magistral y, como tal, una vez visto, a cualquiera le parece “de lo más normal”, por “lógico” y “necesario”. Pero hay en la elección de esa disposición una acumulación de experiencia y sabiduría que evidencia la cualidad del artista, de todo lo aprendido y demostrado en otras obras múltiples de mayor escala como Lugar de encuentro, Mi barrio, Solidaridad o Laberinto.
Félix Reyes. Fragmento de El Camino. F.G.. 29.03.14.
Por su modesto formato El Camino podría parecer un proyecto menor, aunque sería un error considerarlo así. No hay proyectos artísticos pequeños: la dimensión y la importancia se la dan el talento de quien los acomete y el criterio y la capacidad de entusiasmo de quienes los apoyan y los hacen viables. Y en este caso Félix Reyes ha estado muy bien acompañado por la comisaria Isabel Krug y por Carlos Rosales, que le han brindado la hospitalidad generosa de la sala que tan admirablemente gestionan; por José Carlos Balanza, que ha preparado una prodigiosa estructura de acero -con sus valores escultóricos específicos, acordes a su lenguaje creativo personal- para servir de alfombra a esta muchedumbre que se desliza por ella como un sosegado río hacia el final; por Rosa Castellot, compañera de vida y de afanes artísticos, que ha aportado a la exposición el portentoso dibujo de un haya singular que da cobijo, sombra y sonido a caminantes y espectadores, y lo hace todo más acogedor y amable.  

 Félix Reyes. Fragmento de El Camino. Fotografía de Carlos Rosales. 29.03.14.
Decía Félix Reyes en la presentación de la exposición que el camino es el transcurso de la vida, y que -más que su origen o su destino final- su importancia y valor está en lo que a lo largo de ella encuentras, compartes y dejas para los otros. En ese sentido, esta vuelta del camino que han dado juntos mientras preparaban la exposición seguro que les ha enriquecido como artistas y como amigos. 
Los demás, los simples espectadores, también estamos llamados a ese disfrute del talento ajeno, que nos compensa de otros tramos inciertos y desaboridos en este peregrinaje. Seamos agradecidos y hagamos aprecio.

Félix Reyes. Fragmento de El Camino. F.G.. 29.03.14.



Félix Reyes. "El Camino"
Sala Tondón, Briñas (La Rioja)
29.03.2014 a 13.09.2014.


(Publicado en Rioja2. 05.04.14).



viernes, 27 de septiembre de 2013

Poemas hondos


Hace muy bien The Poetry Society en utilizar una escalera (aunque sea mecánica) para difundir el poema Eternidad, de William Blake, dentro de su campaña Poems on the Underground. 
Nada tan metafísico, tan trascendental, como una escalera. Sobre todo si surge de las profundidades de la tierra.

William Blake. La escala de Jacob. 1799-07.

He who binds to himself a joy
Does the winged life destroy;
But he who kisses the joy as it flies
Lives in eternity's sun rise. 


Retrato de Blake, grabado por Schiavonetti a partir de Phillips. 1808

Quien a sí encadenare una alegría
malogrará la vida alada.
Pero quien la alegría besare en su aleteo
vive en el alba de la eternidad.
                                                          
                                                                (Versión de Màrie Montand)


Felicidades. Carpe Diem.


lunes, 24 de junio de 2013

Escalera al cielo

La escalera, por su valor práctico y simbólico, ha sido asunto recurrente en la historia del pensamiento y del arte. Oscar Tusquets comisarió una magnífica exposición en el Centro de Cultura Contemporánea, de Barcelona, en la que presentaba toda la riqueza formal y la sofisticación a la que se había llegado con un elemento esencialmente utilitario. 
Mucho más modesto, y como complemento de una anterior entrada, miracomosuena trae cuatro ejemplos de sencillas escaleras portátiles evidentemente relacionadas entre sí.
La primera, de Joan Miró, recoge y resume la fascinación del surrealismo por los cachivaches de todo tipo y las asociaciones sorprendentes.
Joan Miró. Perro ladrando a la luna. 1926.
Milton Glaser confesó su admiración e inspiración directa en la obra de Miró cuando presentó este cartel para la escuela de música Juilliard. "(...) sugiere la idea de aspiración y creatividad. Me acordaba de un cuadro de Miró que utiliza una escalera que conduce al cielo. Si vas a robar, roba a los mejores". Un buen lema para una escuela, sea de artes o de negocios.
Milton Glaser. Cartel para la Juilliard School of Music. 1988.
La devoción de Antoni Tàpies por el maestro, explícita aunque sorda, nos dio este bello fruto:
Antoni Tàpies. La escalera. 1974.
El matrimonio ParkeHarrison, Robert y Shana (bajo cuya protección y llamada fotográfica Escucha la tierra pusimos en marcha este blog) recuperan todo el misterio del punto de partida.
Robert & Shanna ParkeHarrison. Limpiador de nubes. 2002.
Y sin comerlo ni beberlo ya estamos en el solsticio de verano, en lo más alto de la escalera de tijera que es el ciclo solar. Así que, queridos visitantes, aprovechad los días, que desde hoy empiezan a menguar, y día que pasa no vuelve.

martes, 7 de mayo de 2013

Escaleras


Bajar escaleras es una saludable actividad en desuso que ha dado a lo largo del tiempo mucho juego, tanto en las relaciones entre vecinos como en las artes de la representación de cualquier género. El emblema de esta práctica podría ser el Desnudo bajando una escalera doblemente pintado por Marcel Duchamp, obra de vocación marginal muy pronto convertida en icono del siglo XX por mérito múltiple. De su mano, aunque en un contexto artístico y científico mucho más amplio (como suele suceder), entraron a formar parte de la historia del arte conceptos como movimiento, faceta, secuencia, reiteración o superposición, que tanto partido siguen dando.
 

Marcel Duchamp. Desnudo bajando una escalera. 1911.

Una forma de acercarse a la comprensión del cubismo puede ser bajar una escalera “con actitud” artística (porque, ¿qué más cubista que la escalera de un bloque de viviendas?) Esta es la banda sonora de mi reciente experiencia personal, con sus pequeñas adherencias azarosas, como se oirá hacia el final.

Hay otras formas de bajar escaleras, como la que pintó Eduardo Arroyo, y la fotografía de August Sander nos hace pensar en cómo sonarían de bien el galgo y el notario subiendo y bajando tan estilizados peldaños. Bombo frente a triángulo y platillos.

August Sander. El notario.

Eduardo Arroyo. Vestido bajando una escalera.

El personaje de Arroyo se parece a cualquier presidente de Gobierno, pero el notario es el eco de James Joyce.