martes, 30 de junio de 2020

Volver al cine otra vez

Thomas Hoepker. Cine en las afueras de Nápoles. 1956.

"Se agitaban los sueños en una lona blanca.
Dos horas enteras de brillos lunares.
Amores al compás de una música triste,
y regresos felices de lejanos lugares.

Concluida la fábula el mundo es gris y hay niebla.
Los rostros y papeles no han sido aprendidos.
Canturrea un soldado penas de las guerrillas
y también una chica interpreta su pena.

Y regreso a vosotros, a este mundo real,
repleto de destino, de gentes y de sombras,
vuelvo a ti, muchacho mutilado del portal,
vuelvo a ti, muchacha de mirada algo vidriosa."

Wislawa Szymborska. A la salida del cine. (Recogido en Canción negra. [1944-1948]. Versión de Abel Murcia y Katarzyna Moloniewicz. Nórdica libros. 2020)

Cartel de ¿Dónde está la libertad?, de Roberto Rossellini. 1954.

lunes, 29 de junio de 2020

Rosa Castellot sigue dibujando: estamos de suerte


Rosa Castellot. Penumbra en el Ebro. 2019. 60 x 60 cm.
A pesar de lo que pudiera parecer, Rosa Castellot, afortunadamente para nosotros, no ha dejado de dibujar en el tiempo que ha pasado desde su última exposición monográfica, “Las orillas”, en el Palacio de Montemuzo', de Zaragoza, hace ya cuatro años. 
Rosa Castellot. Crepúsculo en el Valle. 2020. 40 x 80 cm.
Aunque su presencia pública se limita prácticamente a la presentación de las actividades culturales que gestiona y dirige con Félix J. Reyes para promoción de otros artistas y del valle de Santa Lucía de Ocón, donde viven, nunca deja de acudir a las exposiciones colectivas en las que participa con sus compañeros de promoción de estudios de Bellas Artes o con los profesores de la Escuela de Artes de Logroño (ahora ESDIR), porque Rosa Castellot sigue entusiasmada con su eterna vocación y confiesa cierta “deformación” por la que todo lo que visualmente le interesa acaba siendo analizado y convertido en fugaz dibujo de lápiz negro sobre blanco papel. A veces ese ejercicio más o menos automático, fruto de un aprendizaje de muchas décadas, cuaja en obra disfrutable por otros, pero las más el acto creativo se reduce a la recreación mental, al ejercicio placentero de la tensión producida por el objeto, el paisaje o el rostro que le han interesado. 

Rosa Castellot. Reflejos. 2019. 60 x 60 cm.
Pero hoy hablaremos solo de los dibujos que han pasado de las musas al papel, en los que se aprecia un interés creciente por la penumbra y los crepúsculos, por los espacios sombríos, por los rincones y las lejanas luces nocturnas, seguramente para compensar, para experimentar con otro mundo distinto al de la transparencia de las blancas nieves y el fluir de los ríos que protagonizó buena parte de su trabajo más conocido. 
Para seguir aprendiendo, en definitiva. Para que siga teniendo sentido ponerse a trabajar cada día en algo tan exigente, tan agotador, tan absorbente, como es el dibujo cuando se practica con la intensidad con que lo practica Rosa Castellot.
Rosa Castellot. La vaguada al atardecer. 2019. 40 x 80 cm.
Hay en sus nuevos dibujos una evidente voluntad de simplificación formal, un renovado interés por lo fragmentario, por lo minucioso, por el formato muy pequeño (a veces cuadrado), y llama la atención la intensa presencia del negro, conseguida mediante pasta de grafito soluble al agua, barras de grafito y otros secretos cercanos a la alquimia que consigue en la “rebotica” de Casa Emilio Carreras, una tienda abierta 
en Sevilla por un logroñés hace muchos años, a la que siempre acude cuando el matrimonio visita a su hija Margarita (excelente actriz del grupo Atalaya que ahora protagoniza una Madre Coraje que podremos ver en el festival de Olite a principios de agosto) y a sus nietos Pepe y Juan. 

Rosa Castellot. Tamarices. 2020. 30 x 50 cm.
Junto a esa tendencia cada vez más “abstracta” Rosa Castellot sigue interesada en dibujar tamarices, esos árboles especialísimos en los que conviven con naturalidad la rotunda madera del tronco con la sutileza de sus hojas y flores, que ella representa como un delicado encaje, tan leve como pluma. Puro vuelo.
De los bosques escoge su dimensión mágica, su atmósfera misteriosa, también ligada a la profundidad de las sombras.

Rosa Castellot. Valle de Roñas. 2018. 80 x 54 cm.
También habría mucho que contar sobre sus dibujos en color, y de su cada vez mayor interés por los rápidos bocetos de la vegetación de su jardín, otra de sus cultivadas devociones. Pero esa es otra historia y ya habrá tiempo, y ojalá esté ligado a una nueva exposición. 
Rosa Castellot. Bosque de Valvanera. 2020. 54 x 80 cm.
Por ahora disfrutemos de estos extraordinarios dibujos, hasta ahora desconocidos.

viernes, 26 de junio de 2020

Refugio


F.G. Fragmentos de la barra de la Tasca Florián. Viniegra de Abajo. 01.2020.
 En un paseo inicial por Viniegra de Abajo para preparar lo que acabaría siendo la exposición las horas de luz me llamaron la atención dos grandes bloques de roja piedra artificial apilados y medio ocultos por una lona en una calle de escasa circulación.
Me contaron su lejana historia, que en buena medida es un resumen de la vida del pueblo, y pensé que merecían tener un espacio en mi proyecto para las cuadras de la Casa Bernáldez.
F.G. Fragmentos de la barra de la Tasca Florián. Viniegra de Abajo. 01.2020.
Los bloques formaron parte del mostrador de la Tasca Florián, que regentaron con éxito y notable parroquia Florián Salas y su esposa Tomasa Rueda desde 1956 (en que adquirieron por traspaso una licencia de expendeduría de tabacos) hasta el 30 de agosto de 1987, cuando, tras los festejos motivados por el matrimonio de Pedro Pablo Sánchez Camarero y Nieves Sáinz, echaron el cierre definitivo. 

Treintaiún largos años de amable cobijo para una colectividad variada, con sus alegrías y tristezas, en el disfrute y en la adversidad. Alcohol, tabaco, conversación, sustancias, canciones, filias y fobias, risas y llantos. Todo pasó ante estos mudos testigos, auténticos estafermos de granito artificial que tanto y tan sabroso tendrían que contar; una pareja chocante, disímil pero perfectamente coordinada, como suelen estarlo la diversión y la angustia.
F.G. Refugio (11411 días con sus noches). Foto de Gabriel Santolaya.
La doble pieza, a la que en honor de su función y longevidad he querido llamar Refugio (11411 días con sus noches), ocupa el mejor lugar de la sala, en buena relación con todo lo demás (cualidad muy valorada de toda la vida en la hostelería) y contó para su traslado con seis recios porteadores que arrimaron hombros y riñones, entre ellos el mencionado Pedro Pablo y su hijo Santiago, los jardineros Bruno y Vidal y los "sospechosos habituales" Pablo Bernáldez y Roberto Pajares Pájaro. Haciendo de la necesidad virtud, y a causa del temor al peso desmesurado de ambos armatostes, lo que preveía colgado quedó a pie firme, ligeramente apoyado en la pared, y el cambió mejoró la primera intención.
F.G. Refugio (11411 días con sus noches). Foto de Gabriel Santolaya.
La obra tiene un imprescindible complemento que le da sentido y le aporta emoción, y que será muy valorado por las legiones de partidarios de las barras de bar y de los bares en general: una pieza de sonido que titulé El murmullo de la tribu, que parte de la grabación de unas conversaciones recientes más o menos robadas en la Tasca El Portal, regentada por Cova López, y en la cocina de Sara "La Moli", (al pie del cañón, junto con otros pocos hosteleros, como 
"portadoras de la antorcha") que han sido distorsionadas para ocultar su literalidad, buscando un susurro lejano, inidentificable pero reconocible como humano, con un sonido claro, brillante en la medida de lo posible, leve, no empastado ni confuso, que se expande de  manera sutil por todo el recinto. 
F.G. Refugio (11411 días con sus noches). Foto de Jesús R. Rocandio.
Lo que se dice en ella es lo de menos, porque es lo de siempre, lo que siempre se ha dicho y escuchado en los bares, espacios singularmente vivos y necesarios para la supervivencia del mundo rural. 
Va por todos vosotros.
Salud.

jueves, 25 de junio de 2020

La hora de la verdad

Ramón Masats. Tomelloso. 1960.
Hay un tiempo para cada cosa. Un tiempo para marcar distancias y límites y otro para franquearlos, para ponerse en marcha y empezar, con calma, con sumo cuidado, a salir a la calle para ocuparla.


Subida de las persianas de la terraza al amanecer, 
un día de confinamiento por la pandemia del coronavirus. 
Logroño, mayo de 2020.

A ver si lo hacemos todos bien y, además, tenemos suerte.
Ramón Masats. Barrio de la Concepción. Madrid. 1958.

miércoles, 24 de junio de 2020

Apertura a la naturaleza


Si aguantas los primeros segundos ocupados por las cacofónicas advertencias de rigor contra los móviles podrás disfrutar en el vídeo que te traigo del singular concierto que el Uceli Quartet dio anteayer en el Teatre del Liceu de Barcelona para un selecto y silencioso grupo de 2.292 plantas de muy diversa índole que ocuparon sus seis pisos, con un programa tan escueto como emotivo: los Crisantemi, de Giacomo Puccini.


Se trataba de una performance de Eugenio Ampudia, titulada Concierto para el bioceno, con la que el teatro retomaba la actividad tras los tres meses de cierre por pandemia. Sostiene Ampudia que "en un momento en el que una parte importante de la humanidad se ha confinado en espacios acotados y se ha visto forzada a renunciar a la movilidad, la naturaleza ha avanzado para ocupar los espacios que le hemos arrebatado. Lo ha hecho con su cadencia propia, apenas asomando de nuevo, con su paciente ciclo biológico. ¿Se puede ampliar el concepto empatía hasta llevarlo a la relación con otras especies? Comencemos por el arte y la música. En un gran teatro. Invitando a la naturaleza”.
El público habitual (y mucho más, y ahora, si quieres, tú también) lo vio por streaming desde casa, disfrutando de la sorpresa provocada por tan inesperado jardín, que agradeció a su manera la belleza de la composición, la delicada interpretación y el talento de Ampudia con un sentido frufrú de hojas movidas por una ligera corriente de aire. 
 

Y es que nuestro confinamiento le ha sentado estupendamente bien a la Naturaleza, siempre desprendida y magnánima. Para apreciarlo, no tienes más que salir de casa. 

Disfruta del aire libre.




martes, 23 de junio de 2020

La fotógrafa Teresa Rodríguez pone el mundo del revés

Teresa Rodríguez. Serie de fotografías del proyecto CAOS. Marzo a mayo de 2020.
Ya que casi nadie -casi nunca- puede darle la vuelta a las cosas, está muy bien que, aprovechando cualquier circunstancia más o menos favorable (por ejemplo, tener que permanecer en casa durante casi cien días, con abundante tiempo libre y con la apremiante necesidad de reconstruir los contenidos de sus clases en la Universidad Popular de Logroño) alguien se atreva a darle una vuelta a esas cosas y “reinvente” la fotografía poniendo patas arriba la realidad circundante.
Teresa Rodríguez es una excelente fotógrafa siempre interesada profesional y creativamente por la actualidad, por el dinamismo del cambiante mundo que la rodea, un mundo en permanente renovación, variable no solo por su movimiento continuo sino, fundamentalmente, por la plural perspectiva con que ella lo encuadra, lo enfoca, lo fija y lo difunde.
Estos pasados meses han afectado radicalmente a su labor docente y a su trabajo artístico personal, y ha optado, entre otras labores creativas, por convertir cuatro habitaciones de su casa en enormes “cámaras oscuras” desde las que captar un mundo inusualmente estático, ensimismado, como ausente. 
Recurriendo a un procedimiento técnico prefotográfico que hunde sus raíces en los experimentos de óptica y en los artilugios con que los arquitectos y pintores renacentistas conseguían reproducir de manera fiable las perspectivas y figuras de su interés, (y a partir del que los "padres fundadores" construyeron los prototipos de las primeras cámaras fotográficas), Teresa Rodríguez ha entrado de lleno, a través de su trabajo, en la fecunda idea de que el futuro del arte, incluido el de la fotografía, pasa en buena medida por el cabal conocimiento de su pasado, por el análisis profundo de sus procedimientos técnicos, de sus primeras intenciones, de su lenguaje, de sus estrategias para captar (incluso para transformarla, como inconfesable pretensión) la realidad.
Las imágenes virtuales apropiadas a través de tan vieja práctica de reproducción de la realidad han ocupado por un tiempo su espacio doméstico, invadiendo calladamente el marco de su vida cotidiana e interfiriendo en otras imágenes fruto de otros hallazgos escópicos, en los muy variados frutos de la mirada propia o ajena. Y Teresa Rodríguez ha fotografiado esa contaminación, esa fecundación en la que el paisaje urbano se mezclaba con mobiliario, objetos, libros y fotografías, como testimonio de un periodo de confusión y temor, mezcla que ha certificado en algunos casos con su fugaz presencia de testigo privilegiado en un mundo doblemente congelado.
Esa triple imagen superpuesta, fruto de la acumulación de la imagen invasora urbana, del espacio privado invadido y de la artífice que las une y fija incorporando su silueta al fruto del artificio suponen un bello testimonio de una época rara en la que muchos hemos visto que, en la mayor parte de las cosas de la vida, incluido el arte, “la novedad” y “lo último” están manifiestamente sobrevalorados, y hemos redescubierto que, para nuevo, lo bueno.
Felicidades. A ella y a sus alumnos.





lunes, 22 de junio de 2020

Las Majas


F.G. Las Majas. Ensamblaje de objetos encontrados.06.2020. Fotografías de Gabriel Santolaya.
Todo empezó con el deseo de homenajear a Francisco de Goya a través de una de sus pinturas más singulares, la dedicada a la Duquesa de Alba en 1795. La intención era utilizar el vellón blanquísimo de una cordera y encintarlo de rojo, protegiendo el pequeño bulto resultante dentro de un fanal mediano de cristal. 
La realidad y el calendario se impusieron, como suelen, a los planes, y no hubo ni vellón albo, ni vidrio suficientemente grande ni tiempo para los preparativos, porque el esquileo de los rebaños suele empezar en julio y yo quería abrir mi exposición en Viniegra de Abajo el 1º de mayo.
Ante la tribulación hice mudanza, y recurrimos al ganadero Carlos Medel, que, como consecuencia de la lamentable caída del mercado de la lana todavía tenía en sus almacenes los frutos de la rapa del año pasado.
Tras la selección y meticulosa limpieza vino el empaquetado en sendos bultos, siguiendo las normas tradicionales optimizadoras de espacio que perfeccionaron durante siglos los pastores trashumantes, y luego el engalanamiento final contando con cinturones, correas, tirantes de bolsos, viejas pretinas y hasta una cinta de esparto de las utilizadas para contener y dar forma cilíndrica y dibujo en la elaboración artesanal de queso fresco en los Cameros. (No hay como mirar en los cajones y hablar con la familia para encontrar objetos hermosos, coloristas y en desuso, listos para su recuperación en las labores más peregrinas).
En el desenlace de la operación conté con la colaboración entusiasta de dos "pastores" de VACA (Viniegra Asociación Cultura & Arte), Roberto Pajares Pájaro y Pablo Bernáldez.
F.G. Homenaje a Goya. Prototipo desechado I. 02.2020.
F.G. Homenaje a Goya. Prototipo desechado II. 03.2020.
Evidentemente, la Duquesa no compareció, pero sí una hermosa cuadrilla de Majas bien fajadas que aprovechan la menor oportunidad que les brinda cualquier brisa para lucir su cuerpo gentil, flameando la ensortijada melena para encandilar al personal.
Francisco de Goya. La duquesa de Alba, María del Pilar Teresa Cayetana
de Silva Álvarez de Toledo y Silva-Bazán. 1795.

viernes, 19 de junio de 2020

Palabras de amor

F.G. Palabras de amor. Camino de La Grajera. 06.2020.
(...) «Cuando un adolescente traza a punta de navaja unas iniciales en la corteza plateada de un álamo, reproduce, sin saberlo, un gesto muy antiguo. Calímaco, el bibliotecario de Alejandría, ya menciona en el siglo III a. C. un mensaje amoroso en un árbol. No es el único. Un personaje de Virgilio imagina cómo la corteza, con el paso de los años, ensanchará y corroerá su nombre y el de ella: «Y grabar mis amores en los jóvenes árboles; crecerán los árboles y con ellos creceréis vosotros, amores míos». 
F.G. Palabras de amor. Camino de La Grajera. 06.2020.
Quizá la costumbre, todavía viva, de tatuar letras en la piel de un tronco para conservar el recuerdo de alguien que vivió y amó fue uno de los episodios más tempranos de la escritura en Europa. Tal vez a orillas de un río que corre y pasa y sueña, como decía Machado, los antiguos griegos y romanos escribieron los primeros pensamientos y las primeras palabras de amor. Quién sabe cuántos de esos árboles terminarían convertidos en libros.» (...)

Irene Vallejo. El infinito en un junco. La invención de los libros en el mundo antiguo. Ed. Siruela.

F.G. Palabras de amor. Camino de La Grajera. 06.2020.

jueves, 18 de junio de 2020

Respira hondo, hermano

Kronos Quartet.
El Kronos Quartet es, con toda probabilidad y ya a lo largo de varias décadas, el cuarteto de cuerda más creativo, desprejuiciado e influyente del mundo, y suele recurrir para construir su inabarcable repertorio a fuentes dispersas geográfica y estilísticamente, con especial interés, además de por los compositores contemporáneos, por las músicas étnicas, las medievales y las que se inspiran y construyen a partir de las palabras. 


Ahora ha difundido un vídeo creado para "Peace Be Till", una composición que el grupo encargó al compositor Zachary Watkins en la que el Dr. Clarence B. Jones, ex abogado personal, redactor de discursos y asesor del Martin Luther King Jr., lee un fragmento de la defensa que hizo King de la acción directa no violenta en su famosa Carta de la cárcel de Birmingham, a la que Jones llama "la sinfonía de la justicia social". (En 1963, Jones sacó clandestinamente las palabras de King desde la celda de la cárcel de Birmingham, Alabama, en la que estaba recluido por su participación en una manifestación pacífica)
Fotografías de la ficha de clasificación de Martin Luther King Jr. en la cárcel de Birmingham, Alabama.
La pieza se estrenó en enero de 2018 en el Carnegie Hall como parte del festival "Los 60: los años que cambiaron America". Evidentemente, mucho cambió América en los años 60, pero no lo suficiente: sesenta años después el racismo, la violencia criminal, la desigualdad y el asesinato siguen fuertemente arraigados, como un pilar esencial de su modo de vida, un pilar inamovible, firme, impune, que da pruebas de vitalidad imperecedera a cada momento.

(Aquí puedes leer la carta del asesinado Martin Luther King Jr.)




miércoles, 17 de junio de 2020

El caballo

F.G. El caballo en el estudio-taller de José Carlos Balanza. 05.2020.
Este humilde caballo se vino con nosotros hace ya muchos años desde un mercadillo cordobés, de un puestecito donde la infantil gitanería pasaba el rato cultivando el necesitado amor al miserable comercio y afilando el gusto por el trato impreciso con lo marginal, con lo desechado por otros y por ellos mismos, con lo que nada vale para casi nadie.
F.G. El caballo en el estudio-taller de José Carlos Balanza. 05.2020.
Desde entonces no hemos dejado de tenerle afición y cariño, y de encontrarle improbables parecidos con otros animales famosos hechos por manos más prestigiosas y valoradas pero no más expresivas. Los pobres materiales que lo constituyen lo emparentan de cerca con Kurt Schwitters, y el excelente estudio de su tensión anatómica lo hacen digno de Leonardo.

F.G. El caballo en el estudio-taller de José Carlos Balanza. 05.2020.
Hasta ahora, errante, se acomodaba por casa en cualquier parte, entre libros, con otras naderías, siempre formando equipo con joyas de la familia de igual pelo, sin más exigencia que mantenerse alejado del sol o de cualquier otra fuente de calor. Ahora, con el tiempo, le ha llegado el momento de las consideraciones, y como no podemos regalarle un reloj con una fecha conmemorativa le ponemos este marco, especie de plinto desde el que mirar distraídamente cómo pasa la vida, la propia y la de todos.
F.G. El caballo en "las horas de luz". EspacioArteVACA, en Viniegra de Abajo. 06.2020.
Nos gusta pensar que no sería muy diferente el caballito de cartón con el que encerraron en una cuadra de Núremberg, durante buena parte de su perra vida, a Kaspar Hauser, y que quizá, algún momento, encontró en él compañía e incierto consuelo.

martes, 16 de junio de 2020

No será para tanto


F.G. Flores de catalpa bignonioides en La Grajera. 06.2020.
Hasta las catalpas tienen días buenos.
F.G. Flores de catalpa bignonioides en La Grajera. 06.2020.
No hay que desesperar.

lunes, 15 de junio de 2020

Más luz

F.G. en el EspacioArteVACA, de Viniegra de Abajo. 06.06.2020. Foto de Gabriel Santolaya.
Lo que sigue a continuación es el texto que preparé para  presentar mi exposición "las horas de luz", abierta ya en el EspacioArteVACA, de Viniegra de Abajo. Si te decides a ir a verla te sugiero que te pongas en contacto con la asociación a través de la web para acordar el horario de visita.

"A lo largo de los últimos seis meses he ido creando en mi taller más de un centenar de obras de materiales, dimensiones e intenciones muy distintas y planificando unas cuantas instalaciones para realizar directamente en este lugar singular. El conjunto, aunque formalmente variado, tiene vocación unitaria en la medida en que ha sido creado específicamente para acomodarse y potenciar las peculiares condiciones de distribución, volumen, texturas, color y, muy especialmente, el inagotable diálogo entre la cambiante luz y las sombras que se generan en las cuadras y trojes de la Casa Bernáldez, en Viniegra de Abajo.

F.G. Lo que es es lo que es (y lo que pesa). Ensamblaje de mármoles. 03.2020.
Siendo un espacio antiguo, evité la tentación de caer en la reconstrucción etnográfica o en el relato historicista, y afronté el reto como una intervención artística contemporánea, atenta a la sensibilidad del entorno y en diálogo con las características materiales del lugar. He hecho todo lo posible por respetar los vestigios, señales y huellas que el uso del recinto ha ido atesorando a lo largo de sus ciento cincuenta años de vida. 
F.G. Pájaro en el alambre. Ensamblaje de objetos encontrados. 02.2020.
Ha sido un trabajo largo y gratificante, modificado en sus previsiones iniciales por las circunstancias que vinieron de la mano de la pandemia y por el freno que la realidad impone siempre a las ambiciosas ilusiones, pero el resultado, seguramente mejorado por esas obligadas derivas y renuncias, me satisface: he buscado un cromatismo delicado, complejo, cambiante, móvil, apoyándome en el crecimiento y retroceso paulatino de la luz natural, filtrada por las ventanas, esencialmente horizontal, contradictoria y complementaria en tanto que multifocal; 
F.G. Tres "campos de color". Ensamblaje de objetos encontrados. 2020.
he trabajado a favor de las sombras y de su movimiento, de su constante circulación, del deslizamiento que dinamiza y dramatiza un espacio voluntariamente estático, congelado, tratando de que ese movimiento diera forma, color y dimensión variable a los objetos. Nunca he tenido tan claro como preparando esta exposición lo acertado de la reiterada afirmación de Giorgio Morandi: “nada es más abstracto que el mundo visible.”
F.G. La carta. Ensamblaje de objetos encontrados. 02.2020.
Espero que a ti, querido espectador, también te pueda interesar lo que vas a ver. Te propongo un esfuerzo perceptivo más allá de la rápida ojeada, porque será inmediatamente recompensado a través de un disfrute sensual de matices infrecuentes. Te invito a la escucha atenta y es probable que encuentres respuestas silenciosas, emocionales, imprecisas, confusos ecos de voces perdidas, resonancias inesperadas. Y te aseguro que, si te fijas, encontrarás inagotable variación, constante cambio, porque la exposición será distinta cada rato, en cada visita, ya que el lugar está en constante movimiento gracias al inagotable juego de la mutante luz con las dinámicas sombras.
F.G. Dos almiares de plomo. Ensamblaje de objetos encontrados. 01.2020.
Los objetos expuestos, tanto los que vienen de fuera tras azarosos ensamblajes como los procedentes del ajuar de la casa una vez desprovistos de su función habitual, pueden considerarse en su conjunto como un almacén de pecios, de restos de naufragios individuales o colectivos, una cosecha de objetos encontrados, fuera de uso o abandonados, a los que he querido dar una segunda oportunidad, otra vida, en una atmósfera neutra, silenciosa, que les permita contar (si tuvieran algo que decir), favoreciendo la relación y el diálogo entre ellos y especialmente contigo, amable visitante.
F.G. Entre lo fluido y lo sólido. Serie de fotografías de las Viniegras. 05.2020.
Los podrás disfrutar durante “las horas de luz”, ese bien intangible y fugaz que todo lo envuelve en este hermoso espacio (otro pecio, quizás, y en tal caso el más importante, el más valioso) donde hoy empieza su necesario camino VACA (Viniegra Asociación de Cultura & Arte)."
Roberto Pajares Pájaro. Escultura-logotipo de la asociación VACA (Viniegra Asociación de Cultura & Arte). Foto F.G.