Luis Landero. La última función. Tusquets, 2024.
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martes, 6 de febrero de 2024
El asombro de una voz
(...) "Y dice la leyenda que hasta los animales se quedaban suspensos al conjuro de su voz, como queriendo comprender lo que oían. Por lo que se recuerda, y hasta donde estas cosas pueden explicarse, era una voz muy bien timbrada, melodiosa, dúctil, redonda, que a los pocos años fue ganando en gravedad y hondura, y con tan ricos dejes y vibraciones musicales que, aun hablando en susurros, era posible percibirla de lejos, tan diáfana y cercana como si te hablase al oído. Sabía imitar muy bien las voces de los animales y los acentos de otras lenguas, y hacer de sabio remilgado, de idiota, de hombre o de mujer, de basto o de fino, y cuenta la leyenda que aquel niño conseguía extraerles a las palabras brillos, matices, posibilidades desconocidas hasta entonces que se escondían en lo profundo del sonido, y que él conseguía sacar y exponer a la luz. En sus labios, hasta los significados ganaban en alcance, en intención y en amplitud." (...)
jueves, 30 de diciembre de 2021
El poeta Juan Manuel González Zapatero se pregunta sobre el incontrolable gesto con que abandonaremos el escenario
Auguste Rodin. Mano derecha de Pierre et Jacques de Wissant. 1885-1886. |
"No los ojos, que miran hacia dentro,
los oídos que solo oyen silencios,
sino las manos:
nuestro último gesto,
la postrera tarjeta de visita.
Conocí a un fumador
que en el lecho de muerte
con piadosa insistencia
liaba cigarrillos con las sábanas.
Mi propio padre, vendedor de tejidos,
con delicados dedos
palpaba hasta el cansancio
la textura del lienzo y de la manta.
(Callado junto a él
lloraba la ternura de ese gesto inconsciente.)
Siempre detrás de lo que huye
-sea sonido o beso-, nuestras manos
¿qué dirán de nosotros
cuando llegue el momento?
¿Qué gesto exprimirán hasta dejarlo
en el aire dormido como un pájaro?
Las manos, que nos dieron la certeza
de habitar este mundo."
Juan Manuel González Zapatero lee Aracne. 12.2021.
Auguste Rodin. Mano derecha de Pierre et Jacques de Wissant. 1885-1886. |
Tuvo su aquel elegir un poema de entre los muchos estupendos que recoge El Pasajero, último libro de Juan Manuel González Zapatero publicado a través de la venturosa relación establecida entre Mangolele Entreprisas y Ángeles Sancha para difundir nobles causas entre fieles e infieles.
Por decirlo con palabras cercanas al gusto del poeta, los versos de El Pasajero reflejan una manera de ser, de estar y de contar esencialmente melancólica, elegíaca, sobre la que construye una obra escrita en permanente diálogo con el muchacho que sigue viviendo en él, con sus deseos, sueños y fracasos, sentidos a través de su mirada atenta y demorada.
El libro es, en consecuencia, un mosaico del propio pasado, y recoge en sus fragmentos la voz de todos los que el poeta fue, aspirando a dibujar con sus claras palabras un mundo que recrea su propia vida, sentida como bien vivida y plena de pequeñas cosas cargadas de sentido.
Auguste Rodin. Mano derecha de Pierre et Jacques de Wissant. 1885-1886. |
Elegir, entre tantos excelentes, un poema que habla de las manos es una forma de confesar mi debilidad por extremidades tan expresivas y cargadas a lo largo de la historia de hondo valor simbólico, en general en provechosa relación con el cerebro pero también espontáneas, indiscretas, automáticas, desinhibidas, traidoras, libres.
jueves, 18 de junio de 2020
Respira hondo, hermano
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Kronos Quartet. |
Ahora ha difundido un vídeo creado para "Peace Be Till", una composición que el grupo encargó al compositor Zachary Watkins en la que el Dr. Clarence B. Jones, ex abogado personal, redactor de discursos y asesor del Martin Luther King Jr., lee un fragmento de la defensa que hizo King de la acción directa no violenta en su famosa Carta de la cárcel de Birmingham, a la que Jones llama "la sinfonía de la justicia social". (En 1963, Jones sacó clandestinamente las palabras de King desde la celda de la cárcel de Birmingham, Alabama, en la que estaba recluido por su participación en una manifestación pacífica)
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Fotografías de la ficha de clasificación de Martin Luther King Jr. en la cárcel de Birmingham, Alabama. |
(Aquí puedes leer la carta del asesinado Martin Luther King Jr.)
viernes, 15 de mayo de 2020
El poeta Desiderio C. Morga se encuentra con la muerte
Roy Lichtenstein. Flores negras. 1961. |
por calles sin un alma y en silencio,
al llegar a la puerta de la iglesia
miro el tablón que anuncia los entierros.
Veo el panel, patético recuadro,
clavado en el cristal como un edicto,
difusa aún su leyenda y me pregunto
de quién será el adiós definitivo.
Leo la identidad del ausentado,
los años que tenía, los parientes
que le unían al mundo y me retiro
andando a la oficina lentamente.
Sólo acierto a pensar con desconsuelo
que todo llegará y también mi esquela
tendrá al cabo un lector que se dará
la vuelta a los asuntos que le apremian."
Desiderio C. Morga. Esquelas. (Inédito)
Desiderio C. Morga lee su poema Esquelas.
al llegar a la puerta de la iglesia
miro el tablón que anuncia los entierros.
Veo el panel, patético recuadro,
clavado en el cristal como un edicto,
difusa aún su leyenda y me pregunto
de quién será el adiós definitivo.
Leo la identidad del ausentado,
los años que tenía, los parientes
que le unían al mundo y me retiro
andando a la oficina lentamente.
Sólo acierto a pensar con desconsuelo
que todo llegará y también mi esquela
tendrá al cabo un lector que se dará
la vuelta a los asuntos que le apremian."
Desiderio C. Morga. Esquelas. (Inédito)
Desiderio C. Morga lee su poema Esquelas.
Mayo de 2020.
No es la primera vez que Desiderio C. Morga, delicado observador de todas las cosas que importan en su pequeña patria najerina, se da de bruces con la muerte y sus mensajes, con las campanas, con las esquelas o con cualquier otro de los abundantes signos que tradicionalmente la han acompañado. Pero todo pasa, y todo cambia, y los asuntos apremiantes de cada cual van desarraigando a las hondas razones del corazón. Ya nadie presta oídos al callado tañido de la campana, y la muerte, como la vida, ha llegado a valer bien poco, tan poco como cualquier otra anécdota banal de las que nos van saliendo al paso. Como mucho, un acto administrativo.
Este hermoso poema que la gentileza de su autor nos ha avanzado formará parte de un libro todavía en construcción. Por decirlo con palabras de Desiderio, los materiales ya están acopiados, y ahora el poeta se dedica a planificar la estructura, corregir diseños, restaurar paredes... Seguro que acabará edificando un cómodo cobijo donde encontrarse a gusto para siempre.![]() |
Joan Hernández Pijuan. Casa sobre negro. 1990.
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F.G. Apulia. 05.2019. |
lunes, 4 de mayo de 2020
El poeta José Ignacio Foronda observa desde su confinamiento el mundo por venir
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Johanna Calle. Lluvias (detalle), 2012-2013. Texto mecanográfico sobre papel contable. Dimensiones variables. |
"La lluvia ocurre afuera
El tiempo pasa dentro
Nadie cruza la calle
La vida está muy lejos.
No hay nada que contarte
La luz es un reflejo
Las palabras se esconden
Permíteme el silencio.
Porque no es suficiente
La lluvia ni el reflejo
Porque no es suficiente
Una sombra o los sueños
Porque no sé si bastan
Las palabras y el gesto
Porque me siento frágil
Y la vida está lejos.
El tiempo pasa dentro
Nadie cruza la calle
La vida está muy lejos.
No hay nada que contarte
La luz es un reflejo
Las palabras se esconden
Permíteme el silencio.
Cuando salgamos, dime,
¿no será nuestro mundo un poco viejo?
¿no será nuestro mundo un poco viejo?
Porque no es suficiente
La lluvia ni el reflejo
Porque no es suficiente
Una sombra o los sueños
Porque no sé si bastan
Las palabras y el gesto
Porque me siento frágil
Y la vida está lejos.
Si me das tu sonrisa
Voy a encender un fuego
Y en la sombra que surja
Cobijaré tu cuerpo.
Cógeme de la mano
Un latido perplejo
Me recorre las venas
No me atrapará el miedo.
Y cuando estemos fuera
No importará que el mundo
Se nos haya quedado un poco viejo."
José Ignacio Foronda. AFUERA. (Inédito)
José Ignacio Foronda.
Lectura, en casa, del poema Afuera.
29 de abril de 2020.
En uno de los esporádicos correos que nos cruzamos para intercambiar informaciones más o menos peregrinas, Poty Foronda completó su amable respuesta con el regalo de un poema inédito que refleja la perplejidad paralizante a la que nos ha llevado la amenaza que nos toca vivir. Le propuse publicarlo en miracomosuena, y le pedí que grabara en casa su lectura. Y hoy el extraordinario regalo doble ya es de todos. Disfrutadlo en lo mucho que vale.
Y, de paso, ya que seguramente tendréis tiempo, os propongo que sigáis la pista de la artista colombiana Johanna Calle, a cuyos dibujos de palabras he recurrido para ilustrar parte de lo que pasa afuera.
Ánimo, que ya queda menos.
Voy a encender un fuego
Y en la sombra que surja
Cobijaré tu cuerpo.
Cógeme de la mano
Un latido perplejo
Me recorre las venas
No me atrapará el miedo.
Y cuando estemos fuera
No importará que el mundo
Se nos haya quedado un poco viejo."
José Ignacio Foronda. AFUERA. (Inédito)
José Ignacio Foronda.
Lectura, en casa, del poema Afuera.
29 de abril de 2020.
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Johanna Calle, Baldíos (tejido foliar), 2006-2007. Manuscrito en tinta sobre papel, 30.5 x 45.5 cm. |
En uno de los esporádicos correos que nos cruzamos para intercambiar informaciones más o menos peregrinas, Poty Foronda completó su amable respuesta con el regalo de un poema inédito que refleja la perplejidad paralizante a la que nos ha llevado la amenaza que nos toca vivir. Le propuse publicarlo en miracomosuena, y le pedí que grabara en casa su lectura. Y hoy el extraordinario regalo doble ya es de todos. Disfrutadlo en lo mucho que vale.
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Johanna Calle. Perímetros. 2013-2014. Texto mecanográfico sobre papel notarial. 249 x 415 cm. |
Ánimo, que ya queda menos.
También podremos con esto.
lunes, 15 de octubre de 2018
La primera librería de Antònia Vicens
Antònia Vicens recita su poema La meva primera llibreria en mallorquín.
"Era de caoba roja
con puertas vidrieras
de vidrios ahumados
y ribetes de laca
blancos.
Un metro de alto
por un metro cincuenta de ancho.
Tres estantes de veinte.
Rompimos la hucha de barro
y toda una tarde de enero
para ir a comprarla.
Pronto a casa fueron llegando Albert Camus. William
Faulkner. Virginia Woolf. Víctor Català. Carson
MacCullers. Y James Joyce con su Retrato
de un artista adolescente que
me creó una úlcera
a la pluma.
Poco a poco dejaba
de ser mueble
y pasaba a Santuario.
La librería.
Las plegarias de la noche
las hacía ante el corazón abierto de la madera
y no ante el Corazóndejesús con los ojos en blanco
de encima de la cabecera de la cama.
A mi madre
que nunca había abierto un libro
también la llenaba de devoción. La librería.
¡Libros en una casa de pobres!
Religiosamente cuidaba que el polvo
no se metiera por las rendijas e invadiera el papel.
Que la polilla de los libros
no picara las letras.
con puertas vidrieras
de vidrios ahumados
y ribetes de laca
blancos.
Un metro de alto
por un metro cincuenta de ancho.
Tres estantes de veinte.
Rompimos la hucha de barro
y toda una tarde de enero
para ir a comprarla.
Pronto a casa fueron llegando Albert Camus. William
Faulkner. Virginia Woolf. Víctor Català. Carson
MacCullers. Y James Joyce con su Retrato
de un artista adolescente que
me creó una úlcera
a la pluma.
Poco a poco dejaba
de ser mueble
y pasaba a Santuario.
La librería.
Las plegarias de la noche
las hacía ante el corazón abierto de la madera
y no ante el Corazóndejesús con los ojos en blanco
de encima de la cabecera de la cama.
A mi madre
que nunca había abierto un libro
también la llenaba de devoción. La librería.
¡Libros en una casa de pobres!
Religiosamente cuidaba que el polvo
no se metiera por las rendijas e invadiera el papel.
Que la polilla de los libros
no picara las letras.
En cambio mi padre andaba envanecido
cuando pasaba por delante.
Satisfecho de haber podido comprar
la mar a su hija.
cuando pasaba por delante.
Satisfecho de haber podido comprar
la mar a su hija.
Antònia Vicens. Mi primera librería. Recogido en Lovely. Versión castellana de Carlos Vitale, traducida del original mallorquín. Ed. Saltadera, 2017.
(Fuente: www.lamarea.com)
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Carlos Pérez Siquier. La Chanca, Almería. 1958. (Fotografía elegida para la portada del libro de Antònia Vincens) |
(Fuente: www.lamarea.com)
viernes, 16 de febrero de 2018
Luis García Montero, abierto de par en par
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Fotografía de autor anónimo de un panel informativo en Ribadeo. 08.2017. |
El poeta Luis García Montero ha tomado prestado el título A puerta cerrada de la obra de teatro de Jean-Paul Sartre para su último poemario, en el que conviven los infiernos ajenos y los propios, las consideraciones sobre las derrotas y las crisis colectivas y las personales, sobre la política y el amor.
En su reciente visita a Logroño leyó varios poemas de los que os traigo Vigilar un examen, en el que mientras pastorea, desolado, a un grupo de alumnos que rinden cuentas de lo que no saben de la historia de España, pasa revista a su propia vida y a su evolución personal en un país incorregible. Una evaluación de la propia conciencia en la que se puede oír al fondo, clara y distinta, la voz de Jaime Gil de Biedma.
Luis García Montero. Vigilar un examen.
Ateneo Riojano. Logroño, 22.01.2018.
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Xavier Miserachs. Clase de gimnasia. Barcelona, 1967. |
"Ser dos ojos
que deben contemplar la triste historia
del joven español que se hace viejo.
Al fondo de la clase,
un murmullo de himnos, canciones y protestas.
Miro en aquel pupitre
a ese niño que fui. Estaban las preguntas
en un folio marcado con yugos y sotanas.
De memoria sabía
rezar, callar, decir que sí, perdón,
no me lo tome en cuenta.
Me veo adolescente. El muchacho de al lado
aprendió sus lecciones. Yo procuro copiarme
para correr y luego
imaginar los ríos de montaña,
el agua pura
hasta donde no llegan las mentiras,
ni el privilegio impune,
ni la pobreza calculada
como una enfermedad de la nación.
En la última fila
rebusca en su libreta el joven descarado
que ya no tiene miedo,
que no soporta el gris,
que no piensa perder porque desprecia
las mentiras ocultas en las buenas palabras
y en los malos silencios.
Vigilar un examen
sobre historia de España. Ser dos ojos
de persona mayor
doctorada en antiguas esperanzas
que una vez más observa
la fatuidad, la corrupción, la falta
de pudor en los jefes de la tribu.
Nada me cansa más
que corregir exámenes. Ver cómo pasa el tiempo,
envejecer, sentirse tachadura
sobre papeles amarillos,
víctima y responsable
de un amargo suspenso general."
Luis García Montero. Vigilar un examen. (Recogido en A puerta cerrada. Visor, 2017)
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José Manuel Navia. Nostos. 2013. |
viernes, 17 de febrero de 2017
John Coltrane
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"Mirad: aquí ha comenzado la canción.
La canción no avanza, aunque parezca mentira.
No avanza porque nos está esperando, espera
a que nos incorporemos,
a que entendamos.
¿Un minuto? ¿Tres minutos?
Ya no importa en el centro del abismo.
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Ahora entro yo, persiguiendo a Dios.
Eso que suena ahora es mi aliento de buscador,
mi aliento de detective
mi aliento de asesino de la razón.
Pero como Dios no escucha sigo tocando.
Una hora, dos horas, veinte horas,
hasta que el saxo se me despega de las manos,
hasta que el saxo se desprende de mis labios,
el aliento se extingue
y me quedo dormido en la melodía.
Sueño que la canción se resuelve en el sueño.
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Coltrane en un descanso de la grabación de A Love Supreme. |
A la mañana siguiente vuelvo a comenzar.
Pero sería absurdo continuar donde lo dejamos ayer,
así que me pregunto:
¿dónde estará Dios?
¿En qué escala secreta?
¿En qué nota?
¿En qué sucesión de acordes?
El resto de los músicos me abandona.
Hacedme caso: no encontraréis a Dios en las palabras,
ni en el espacio exterior,
ni en el interior de los átomos.
Yo sigo buscando.
Comienza la canción."
Miguel Serrano Larraz. John Coltrane (Incluido en La sección rítmica. Editorial Aqua. Zaragoza, 2007)
Lectura del poema por su autor, en las Décimas
Pero sería absurdo continuar donde lo dejamos ayer,
así que me pregunto:
¿dónde estará Dios?
¿En qué escala secreta?
¿En qué nota?
¿En qué sucesión de acordes?
El resto de los músicos me abandona.
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John Coltrane junto a Eric Dolphy. |
Hacedme caso: no encontraréis a Dios en las palabras,
ni en el espacio exterior,
ni en el interior de los átomos.
Yo sigo buscando.
Comienza la canción."
Miguel Serrano Larraz. John Coltrane (Incluido en La sección rítmica. Editorial Aqua. Zaragoza, 2007)
Lectura del poema por su autor, en las Décimas
miércoles, 21 de diciembre de 2016
Ángel Guache desenchufado
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Ángel Guache fotografiado por Leo Cobo. |
Hoy comparece, en su faceta más humana, como rapsoda de su propia obra lírica, épica y gaseosa.
Ángel Guache lee sus poemas en las Novenas Jornadas de Poesía en Español.
Cultural Rioja. Logroño, 2007.
Al santo Ángel no le duelen prendas ni le aprietan las costuras, y se muestra, como siempre, partidario de la gimnasia rítmica sincronizada y decidido practicante del intercambio de pareceres placenteros, aprovechando la ocasión para divulgar lo que ha observado en su propio cuerpo acerca de las grandes verdades de la física, sirviéndose de su inflamado verbo (hecho carne oblonga -al menos lo que dura dura- y enamorada).
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Ángel Guache en las ondas, fotografiado por Juan Suárez. |
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Krazy Kat. Viñeta de George Herriman. Circa 1915. |
viernes, 2 de diciembre de 2016
El incidente humano
Erik Gunnar Asplund. Skogskyrkogården (Cementerio del bosque). Estocolmo. 08.2010. Fotos de F.G. |
"Los astros avanzan entre
Nubarrones
Hacia el último jardín.
Losas, flores.
¿Qué del incidente humano?
Calma en bloque.
Los muertos están más muertos
Cada noche.
Sobre el ciprés unos astros:
Más verdores.
Los muertos están más muertos
Cada noche.
Mármoles, frondas iguales:
Verde el orden. Sobre el ciprés unos astros:
Más verdores.
Muriendo siguen los muertos.
Bien se esconden,
Entre la paz y el olvido,
Sin sus nombres.
Haya para el gran cansancio
Sombra acorde.
Los astros se acercan entre
Nubarrones."
Jorge Guillén. Descanso en el jardín. (Recogido en Cántico. 1928-1950)
martes, 8 de noviembre de 2016
El encuentro
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Francesco Clemente fotografiado por Konstantinos Ignatiadis. 1995. |
"Al fin nos presentaron. Aquí la nada. Éste, es el que es.
Yo me acerqué. Alguien tendió la mano. Yo la esquivé.
La nada era el espejo en el que me miré."
Francisco Brines. El encuentro (Recogido en El otoño de las rosas. Renacimiento, 1986)
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Van Leo. Autorretrato, Cairo, 1943. |
Escúchalo ahora en la voz del poeta:
Francisco Brines. El encuentro.
Poesía en la Residencia de Estudiantes. 2012.
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Premio en la caseta de tiro.1965. |
lunes, 29 de febrero de 2016
El principio de autoridad
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Grete Stern. Sueño nº 28. 1951. |
Rafael Sánchez Ferlosio. (Pecio sin título recogido en Campo de retamas. Random House, 2015)
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Rafael Sánchez Ferlosio fotografiado por Andrés Pérez Perruca. |
miércoles, 14 de octubre de 2015
Un “juglar de Dios” en Conques
F.G. Tímpano de la Abadía de Sainte-Foy, de Conques. 09.2015. |
El Abad durante la abducción de la feligresía. Conques. 09.2015. |
Abadía de Sainte-Foy de Conques (Francia).
El Abad explica el tímpano del pórtico. 09.2015.
Esta superproducción románica, además de un delicado atrezzo, tiene ciento veinticuatro personajes, todos ellos con papel e importancia singular: santos, vírgenes, abades, emperadores, alegorías de los pecados capitales, ángeles, demonios, los elegidos para el Paraíso y los condenados al Infierno. Todo ello en torno a un hierático Cristo en Majestad, que preside como testigo y juez por los siglos de los siglos.
F.G. Dos peregrinos a la puerta de la Adadía de Conques. 09.2015. |
F.G. Un fragmento del tímpano de la Abadía de Conques. 09. 2015. |
Por eso valoramos tanto que alguien salga de su elegida soledad para “enseñar al que no sabe” y distribuir pródigamente su caritativa hospitalidad entre los sorprendidos invitados. Sobre todo si lo hace con la inteligencia y la libertad de un nuevo Darío Fo de hábito blanco.
F.G. Uno de los "curiosos" que esperan la sentencia del juicio final en la arquivolta que enmarca el tímpano de la Abadía de Conques. 09.2015. |
jueves, 9 de abril de 2015
Me gritaron negra
Victoria Eugenia Santa Cruz. Me gritaron negra. Perú. Circa 1968.
Algo parecido le pasó a Victoria Eugenia Santa Cruz -excelente artista y folclorista afroperuana- cuando, siendo muy niña, unas voces en la calle le gritaron "negra", y lo sintió como la ofensa despreciable que pretendía ser hasta que hizo de esa característica racial la base de su orgullo individual y colectivo, porque "ser negro suena lindo y tiene ritmo."
Negra, ¿y qué?
Ahí está la llave.
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Omar Victor Diop. El estudio de las vanidades: Aminata Faye. |
Lo cantaban también Sly & The Family Stone por los mismos años: "Don't Call Me Nigger, Whitey". No me llames negrata, paliducho.
Un grito orgulloso en legítima defensa.lunes, 2 de marzo de 2015
Agujero
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Collar de piedra de finales del Neolítico. Mina de Vallfera, Mequinenza. 3000 a.C. |
"Hacer un agujero
a través de
una piedra
hilvanarla
llevarla colgada
anuncia inmortalidad
la piedra puede ser
lenguaje
el agujero, poesía".
John Berger. Agujero. (Versión de Nacho Fernández Rocafort). Recogido en Poesía. Ed. Círculo de Bellas Artes. Madrid, 2014.
John Berger. Hole (Agujero). Leído en el Círculo
de Bellas Artes, de Madrid, en Febrero de 2010.
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Brazalete de concha de finales del Neolítico. Mina de Vallfera, Mequinenza. 3000 a.C. |
Otros poemas de John Berger en miracomosuena:
jueves, 22 de enero de 2015
Aprende de memoria este poema de György Faludy
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György Faludy en 1994. Foto de Szebeni András. |
Recientemente, las editoriales Fulgencio Pimentel y Pepitas de calabaza han dado a la luz Días felices en el infierno, memorias de quince años de la atropellada vida del poeta húngaro György Faludy traducidas al castellano por Alfonso Martínez Galilea.
![]() |
Camisa de la portada del libro, que reproduce un cartel de Pál Markovics para el Frente Popular húngaro. 1949. |
A Faludy le tocó vivir y fue víctima de una "época interesante", en la que fue arrollado por varias apisonadoras totalitarias y mantuvo una vitalidad a prueba de exilio y campo de concentración, quizá forjada en su devoción por François Villon y en sus acendradas virtudes cosmopolitas (don de lenguas, cultivo provechoso del desarraigo y disfrute alegre de la diversidad afectiva).
En la presentación del libro, Alfonso Martínez Galilea leyó (tan bien como siempre) este hermoso poema:![]() |
André Kertész. Esztergom. (Hungría). 1915. |
"Aprende de
memoria este poema mío;
los libros
solo duran un suspiro
y este será
requisado por los guardias fronterizos húngaros,
lo quemarán
en la hoguera, lo cubrirán de cicatrices,
la
biblioteca lo dará por perdido, será
desencuadernado,
el papel
desecado, cuarteado, crujido,
comido por
los gusanos, desmigado hasta convertirse en polvo,
tostado
lentamente hasta entrar por sí mismo en combustión
cuando
lleguemos trepando por Fahrenheit
hasta 451,
porque esa será la temperatura
que alcance
tu aldea al arder.
Aprende de
memoria este poema mío.
Aprende de memoria este poema mío.
Pronto los
libros habrán desaparecido y descubrirás
que ya no
hay versos ni poetas
ni gasolina
para el coche o el autobús
–ni siquiera
para el coche fúnebre–,
ni cerveza
para darte ánimos hasta acabar doblado;
las tiendas
de licor habrán sido demolidas o clausuradas,
el dinero
solo servirá para ser arrojado a la basura,
a medida que
se acerque el día
en que la
televisión proyecte incesantemente
rayos
mortales en lugar de filmes de éxito
y no habrá
un alma a quien tender la mano
y todo se
hallará ante su fin
salvo
aquello que guardes en el interior de tu mente,
de modo que
haz un hueco allí para estas líneas
y aprende de
memoria este poema mío.
Aprende de memoria este poema mío;
recítalo
cuando las mareas corruptas
desborden
los cauces apestando a lejía,
cuando el
vómito de la industria se extienda
cubriendo
cada palmo de terreno,
cuando hayan
asesinado cada lago y cada estanque,
la
Destrucción encorvada sobre su cayado,
las hojas negras y
podridas en sus ramas; cuando la plaga
hirviente
oprima con sus gárgaras la garganta de la
Primavera
y la brisa
del crepúsculo no sea sino veneno, ponte
tu máscara
de gas y línea
a línea
declama este poema mío.
Aprende de memoria este poema mío
de manera
que, incluso muerto, todavía pueda ver el día
en que
privado de luz, de agua y gas
no puedas
conservar ya tu casa,
y dando
tumbos en busca de una cueva,
en busca de
nueces, de bayas, de raíces para sobrevivir,
consigas un
garrote, encuentres un manantial,
un trozo de
tierra y, si acaso tiene dueño,
lo mates y
te comas el cadáver.
Acompañaré
tus pasos vacilantes
por entre
las duelas y los escombros
susurrándote: "Estás muerto, estás acabado.
¿Adónde
irás? El alma se heló en tu pecho
cuando
abandonaste tu hogar".
Aprende de
memoria este poema mío.
Tal vez allá arriba, en la tierra,
no quede
nada y tú, adentro,
en lo
profundo de tu búnker, te preguntes cuánto falta
hasta que el
aire envenenado acabe filtrándose
a través de
las sucesivas capas de plomo y hormigón. ¿Pudo
algo haber
tenido sentido para el Hombre
si es así
como debe acabar la cosa?
¿Qué
palabras de consuelo puedo enviarte?
¿Habré de
admitir que has llenado mi mente
durante
incontables años, a través de la ciega
y opresiva
oscuridad, a través de la luz amarga,
y que,
aunque partí hace mucho, mis ojos
antiguos y
heridos te observan todavía?
¿Qué más me
resta por decirte
a ti, que,
enfrentado a los designios del tiempo,
no
encontrarás útiles ni la vida ni el tiempo?
Será mejor
que olvides este poema mío."
György Faludy. Aprende de memoria este poema mio (versión inédita de César Sánchez, que prepara la publicación de la poesía de Faludy en su editorial, Fulgencio Pimentel).
Para que te hagas una idea cabal de cómo suenan el húngaro y Faludy, pulsa aquí y escucha este poema en la versión de Lázsló Foldes (Hobo), una de las muchas adaptaciones musicales que se han hecho de sus versos a lo largo de los últimos ochenta años.
![]() |
André Kertész. Esztergom. (Hungría). 1917. |
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