Con motivo del rodaje del documental Una Rosa para Soler, en el que Arantxa Aguirre buscaba difundir la importancia relevante del compositor y sacerdote Antonio Soler en la música para teclado de su época, coincidieron en las salas de ensayo del Teatro Real la cantaora Rocío Márquez y la pianista Rosa Torres-Pardo.
Tenemos la suerte de que se conserve en estos vídeos el diálogo en el que las artistas afrontan y recrean la partitura original, añadiendo a su extraordinaria musicalidad la raíz popular que tanto atrajo al compositor. Eso es lo que aporta Rocío Márquez, que, como certeramente señala Rosa Torres-Pardo, le da el tono y le marca el compás al Padre Soler.
También le trae la letra de un fandango de su tierra onubense, seguramente de intención mariana, quizá almonteña, pero que, ateniéndonos a la literalidad de los versos, podemos por nuestra parte dedicar en este inicio de verano al astro rey, pidiéndole que sea tan benévolo como esplendoroso:
"Atravesando pinares toíta la noche me llevo atravesando pinares pa darle los buenos días al divino sol que sale, toíta la noche me llevo."
Tenemos la suerte de que se conserve en estos vídeos el diálogo en el que las artistas afrontan y recrean la partitura original, añadiendo a su extraordinaria musicalidad la raíz popular que tanto atrajo al compositor. Eso es lo que aporta Rocío Márquez, que, como certeramente señala Rosa Torres-Pardo, le da el tono y le marca el compás al Padre Soler.
También le trae la letra de un fandango de su tierra onubense, seguramente de intención mariana, quizá almonteña, pero que, ateniéndonos a la literalidad de los versos, podemos por nuestra parte dedicar en este inicio de verano al astro rey, pidiéndole que sea tan benévolo como esplendoroso:
"Atravesando pinares toíta la noche me llevo atravesando pinares pa darle los buenos días al divino sol que sale, toíta la noche me llevo."
No hay comentarios:
Publicar un comentario