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David Kikoski. |
El concierto de David
Kikoski en el ciclo de jazz de Cultural Rioja sirvió para confirmar muchas
de las cualidades que se atribuyen a este prodigioso pianista que lleva formando
parte y liderando grupos con muchos de los mejores músicos de jazz de los
últimos veinticinco años. La principal, por globalizadora, quizá sea la
afirmación de Roy Haynes acerca de que “Kikoski puede tocar cualquier cosa.” Y
además tocarla muy bien, porque es un pianista torrencial, de técnica excelente
y sonoridad cristalina; un virtuoso versátil,
rítmicamente extraordinario y fácil improvisador. Y un prolífico compositor.
Planteó la actuación como el reconocido especialista en
combinaciones que es, y mezcló en el repertorio temas propios (Tamami, New old
ballad, Dirty dogs,…) con standards del cancionero del Tin Pan Alley (como How
deep is the ocean, de Irving Berlin) y otros que, aunque propios, se inspiran
decididamente en las formas canónicas del blues (K´s blues) o del bebop y el hard bop (Winnies Garden).
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David Kikoski, Martín Leiton y Martin Andersen. |
Cuando quiere puede sonar hondamente lírico, lleno de
emoción y próximo al sentimiento romántico, especialmente en sus largos solos, -como
la hermosa introducción de su tema Cecilia, con la que abrió el concierto-. Lo
que se anunciaba como un cuarteto fue, en realidad, un “trío más uno”, lo que
no siempre es lo mismo. Al frente del trío (esa perfecta máquina de equilibrada
precisión pensada para obtener de su productiva dinámica el mayor fruto de tan pequeña agrupación) Kikoski sonó potente y lleno de
swing, aportando su inagotable impulso y construyendo sin cesar sobre la riqueza
rítmica de los compañeros que le acompañaban, el canario Martín Leiton al bajo, un músico completísimo y lleno de curiosidad,
poderoso, intenso, flexible y fluido, capaz de “cantar” las melodías y de
emocionar, -muy en la línea de sus antecesores en el puesto Eddie Gómez o
Christian McBride-, y el danés Martin
Andersen a la batería, un excelente soporte de riqueza rítmica, creativo
constructor, preciso, sutil y colorista.
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Voro García |
Y junto al trío, el valenciano Voro García, tan brillante a la trompeta como al fiscornio, técnicamente
impecable, tan apasionado como imaginativo, transmitiendo a la audiencia el infrecuente
placer de escuchar a un músico contemporáneo y con voz propia que ha
interiorizado tan provechosamente las enseñanzas de Woody Shaw y lo mejor de la
historia de la trompeta.
David Kikoski demostró que sigue teniendo, como siempre ha tenido, la
habilidad de hacerse acompañar por excelentes músicos de cualquier latitud con
los que establece fructíferas colaboraciones plenas de fuerza, de las que
surge, desbordante, la belleza.
David Kikoski Quartet
JAZZ 2016. Cultural Rioja
Teatro Bretón. Logroño
26 de mayo de 2016