Joseph Kosuth. Una y tres sillas. 1965. |
¿Seguro?
¿Será cierto que todo está definido por las palabras?
¿No hay más realidad que la que abarca el variable acervo verbal de cada idioma?
¿Es verosímil que todo esté para siempre en el vocabulario de cada lengua, y agrupado ingeniosamente en relatos recogidos en los libros?
¿Está todo previsto, clasificado y descrito en la biblioteca, como les gusta pensar a los técnicos de la IFLA y a los satélites y alienígenas que les rodean?
¿Son las palabras de alguna utilidad?
Hablando, ¿se entiende la gente?
Vamos a ver qué dice al respecto Borges en "La biblioteca de Babel", porque él tuvo mucho que ver con tan arduo asunto y lo afrontó desde varias trincheras:
Joseph Kosuth. Una y tres fotos. 1965. |
Esas proposiciones, a primera vista incoherentes, sin duda son capaces de una justificación criptográfica o alegórica; esa justificación es verbal y, ex hypothesi, ya figura en la Biblioteca. No puedo combinar unos caracteres
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que la divina Biblioteca no haya previsto y que en alguna de sus lenguas secretas no encierren un terrible sentido. Nadie puede articular una sílaba que no esté llena de ternuras y de temores; que no sea en alguno de esos lenguajes el nombre poderoso de un dios. Hablar es incurrir en tautologías. Esta epístola inútil y palabrera ya existe en uno de los treinta volúmenes de los cinco anaqueles de uno de los incontables hexágonos, y también su refutación. (Un número n de lenguajes posibles usa el mismo vocabulario; en algunos, el símbolo biblioteca admite la correcta definición ubicuo y perdurable sistema de galerías hexagonales, pero biblioteca es pan o pirámide o cualquier otra cosa, y las siete palabras que la definen tienen otro valor. Tú, que me lees, ¿estás seguro de entender mi lenguaje?)."
Joseph Kosuth. Las palabras son hechos. 1991. |
Además de satélites y alienígenas hay bastante indeseable.
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