viernes, 29 de mayo de 2015

La belleza cotidiana

Francisca Artigues y Miquel Barceló. Detalle del mantel. 2013.














La primera noticia –hace varios años- hablaba de un inmenso mantel doméstico en lino y algodón que Francisca Artigues, casi nonagenaria, había bordado por encima de los dibujos y pinturas de su hijo, Miquel Barceló. 
Francisca Artigues y Miquel Barceló. El mantel completo, de 244 x 445 cm. 2013.






La experiencia fue tan buena que aquella especie de estandarte para el arca de Noé con el que cubrir la mesa del comedor familiar en las celebraciones (repleto de los motivos habituales en toda la obra de Barceló, de seres abisales y de esponjas, de variados peces, de innúmeros octópodos, de tortugas y langostas, de posidonia y de coral, de flores y arbustos, de insectos y reptiles, de aves, de cuadrúpedos, coronado por extraños homúnculos con sus variados aparejos para la depredación alimentaria como elemento culminante de la cadena trófica), se ha convertido ahora en una serie de seis piezas que bajo el nombre de Vivarium (vivero) se presentan en el museo textil de Sankt Gallen, en Suiza, como si de un nuevo tapiz de Bayeux se tratara.

Francisca Artigues trabajando.
Según cuentan a miracomosuena las expertas de la familia, Francisca bordea las figuras dibujadas por Miquel haciendo punto de cadeneta con ganchillo y utilizando algodones brillantes y de colores vivos. Resalta los detalles y da relieve a las formas para que se aprecien mejor los diseños previstos por su hijo, utilizando como soporte parcial un pequeño bastidor que facilita su trabajo y lo hace más cómodo y perfecto, porque mantiene uniforme y constante la tensión del lienzo y su relación con el ganchillo y el hilo. 

Un detalle del proceso de trabajo de Francisca Artigues.
Es un trabajo minucioso y relativamente fácil de aprender (sobre todo en la infancia), adecuado para la reflexión ensimismada y el silencio o, cuando se hace en compañía, para la conversación cómplice en voz baja. En el caso que nos ocupa, el vínculo materno-filial prolonga y renueva una tradición doméstica, y hace honor al mote familiar y al solar del que provienen, Can Randa, la palabra mallorquina con la que se nombra al ganchillo.
Un escenario reciente de la colaboración entre Francisca Artigues y Miquel Barceló. 2015.



Esta serie de obras de la familia Barceló-Artigues (y muy especialmente el mantel primigenio) recupera la dimensión mágica y la capacidad propiciatoria que tenían los objetos antes de que se desarrollara en occidente a lo largo del siglo XVIII la convención cultural del "arte" y lo "artístico".
Francisca Artigues y Miquel Barceló. Detalle del mantel. 2013.

El mantel cubre la gran mesa familiar transformándola para la ceremonia de la reunión de todo el clan en un enorme depósito de afectos, curiosidad, belleza, recuerdos individuales y memoria colectiva. 

jueves, 28 de mayo de 2015

Híbridos y mistificaciones


Isidro Ferrer para La nimbo fabrique. 2014. Buscando acomodo.
 Que la política genera extraños compañeros de cama y mutaciones asombrosas en personas y en principios se demuestra especialmente a la hora de buscar mayorías de gobierno para las instituciones. Ahí se rompen, a la vez, el orden poético creacionista del Génesis y las apabullantes realidades evolutivas constatadas por Darwin.
Joan Fontcuberta y Pere Formiguera. Solenoglypha Polipodida en posición de ataque. 1987.
Veamos unos cuantos ejemplos de la fauna coyuntural resultado de los efectos mutantes producidos por la exposición a la voluntad popular recogida en las urnas.
Almudena, para el Gabinete de Curiosidades de Pep Carrió. Sterquillity. 2012.
Tiempo de híbridos y malformaciones, de "soluciones imaginativas" aberrantes, de prototipos sobrediseñados y de indeseables regresiones por el túnel del tiempo.
Figura funeraria etrusca de demonio con cabeza de perro. S. V a.C.
La historia demostrará si acaban por ser viables y "llegan a perfección", o si son meros paridujos de tente mientras cobro.
Jan Svankmajer. Fauna varia. 1972.


Otro día hablaremos de quimeras.
Atentos, y quietos todos hasta ver.

miércoles, 27 de mayo de 2015

Manual de caligrafía acústica


Las cassettes de Steve Vistaunet.
Seguramente fué durante la época de las cassettes cuando más (y mejor) escribieran algunos aficionados a la música. Una labor de amanuenses minuciosos en la que había que lucir toda la gama de recursos estilísticos para que la cinta buscada se pudiera identificar de un golpe de vista, sin necesidad de leer todo el lomo y sin recurrir al convencional orden alfabético.


No solo los calígrafos desarrollaron sus talentos con ese soporte. También los dibujantes miniaturistas y los virtuosos del recorta y pega, "collagistas" avant la lettre. ¡Cuánto talento desaprovechado! 
¿O no? La paciencia y la meticulosidad son virtudes dignas de cultivo. Y también la generosidad, porque el destino último de muchos de esos laboriosos trabajos era el regalo para amigos melómanos con recursos limitados (o sin posibilidad de llegar a los discos originales en una época en que todavía eran un bien escaso).  

De aquellos frutos y de aquellas colecciones se pueden sacar un montón de conclusiones: los gustos musicales del coleccionista, la evolución de los soportes y las marcas, las fechas fundamentales de actuación de tan peculiar industria, las afinidades establecidas por el grabador cuando la cinta no era monográfica,..., y también conjeturar acerca de las fuentes de aprovisionamiento, que solían ser diversas.
Estas imágenes forman parte de la colección de Steve Vistaunet, que parece ser de los que opinan que no hay que tirar nada.
Probablemente tenga razón.


martes, 26 de mayo de 2015

Recuento

El Bosco. Extracción de la piedra de la locura. 1490.
Cuando en su círculo de orates alguien empieza a hablar de sí mismo en tercera persona es que está perdido irremediablemente. 
Max Ernst. Una semana de bondad. 1933.
Les pasa a algunos candidatos, que como síntoma complementario sostienen (contra toda evidencia) que han vuelto a ganar, y pregonan (sin ninguna credibilidad) su mejor disposición para hablar de cualquier cosa, negociando lo que sea menester con todos aquellos a los que hasta antes de ayer consideraban enemigos aniquilables.
Francisco de Goya. Capricho 27. ¿Quién más rendido? 1799.
Con tal de seguir en el machito, el ogro mayestático se convierte en perrito faldero.

lunes, 25 de mayo de 2015

Víctor de Diego y la fuerza del trío



Víctor de Diego.

Siempre resulta atractiva -por infrecuente- la posibilidad de escuchar en directo a un trío de jazz sin piano o sin otro instrumento que supla su papel armónico. Hace falta valor y seguridad en las propias capacidades musicales para enfrentarse a un tour de force” en el que desaparece la red protectora y cada componente tiene que multiplicarse para suplir esa carencia: además de lo habitual, el contrabajista ha de tejer y ligar el sonido, el baterista aportar grandes cantidades de matizado color y el solista (en esta ocasión el saxofonista Víctor de Diego) ha de convertirse en protagonista absoluto en tensión permanente, sin un momento de respiro y ocupando todo el espacio sonoro, porque, si no, aparece el silencio, y el silencio tiene mala prensa en ciertas músicas y no cabe en algunos repertorios. En un trío los intérpretes se marcan, la tensión se palpa y la exigencia ha de ser máxima para que todo encaje. Si funciona ese combate, ganamos todos: la música, los que la hacen y, especialmente, el público que la disfruta.
El trío de Víctor de Diego.
Víctor de Diego planteó su concierto del pasado jueves como un homenaje, un tributo a una música y a un repertorio en el que ha crecido como instrumentista y como creador. El punto de partida fue su último disco (el sexto) en el que conviven con naturalidad los temas de Monk y Coltrane, algunas piezas del cancionero norteamericano -Cole Porter y Jerome Kern- que hemos aprendido en voces maravillosas y las composiciones del propio De Diego y del trío al completo. La “naturalidad” le viene dada por su actitud frente a ese repertorio, al que aporta bastante más que simples arreglos, desarrollando los temas hasta hacerlos propios, incluyendo algo así como variaciones muy por encima de la mera improvisación.
Gonzalo del Val, Víctor de Diego y Jordi Gaspar
Se mostró en todo momento brillante y versátil, capaz de sonar melódico en las baladas y agitado y tenso en los temas rápidos, siempre imaginativo en sus largos desarrollos y muy técnico tanto al tenor como al soprano. Se mueve muy a gusto en “el lado amable” de John Coltrane, aunque vuela alto y libre dando rienda suelta a sus amplios gustos.
Jordi Gaspar, al contrabajo, estuvo impecable en su labor de soporte, y destacó especialmente en la presentación de My heart belongs y en sus solos de Bluesgalú y The song is you, ofreciendo una variedad de sonido asombrosa y su rica capacidad melódica, llena de matices.
El baterista Gonzalo del Val derrochó swing y precisión, imaginación y eficacia. Tiene un repertorio de recursos inagotable, lleno de efectos rítmicos y de colorido. Conviven en su forma de tocar lo trepidante y lo relajado, las rupturas y los deslizamientos, los ritmos latinos y los ambientes étnicos, y por destacar algo de entre su soberbio trabajo, me quedaría con su solo en Lazy bird y los cambios de tempo de Just one of those things.

Víctor de Diego.

Víctor de Diego es un músico con una sólida formación de conservatorio, que ha crecido con el tiempo involucrándose en proyectos de muy diversa índole y a base de mucho directo, y que nunca se ha apartado de la docencia y la relación con los jóvenes valores (algo en lo que coincide esencialmente con sus actuales compañeros de grupo y con la nueva élite del jazz español). En otras palabras, es alguien que suma técnica, oficio y amor por la música. Y preocupación por el público:  es muy de agradecer su actitud empática y las ganas de gustar que demuestra cuando dice estar sobre el escenario “para que pasemos un buen rato”, y cuando, en los textos de su disco, da unas anticipadas “gracias a todos los que después de escucharlo piensen…no tocan mal estos tíos…” 
Las gracias, por supuesto, a Víctor de Diego, a Jordi Gaspar y a Gonzalo del Val. Tocaron muy bien y pasamos un buen rato. 




Víctor de Diego trío
JAZZ 2015. Cultural Rioja.
Teatro Bretón. Logroño.
21 de mayo de 2015.



Otras crónicas del ciclo JAZZ 2015:
Jerry González y el comando de la clave
Chucho Valdés


(Publicado en Rioja2 el 25.05.2015)

viernes, 22 de mayo de 2015

Contra el síndrome de Estocolmo

El Roto. 14.04.2011.
Sus tres primeros objetivos nos los impusieron.
El cuarto solo depende de nosotros. 
miracomosuena comparte el deseo expresado por el sabio Emilio Lledó: “Ojalá este domingo regrese la decencia.”
Y la cordura.

jueves, 21 de mayo de 2015

Zambúllete

Isidro Ferrer para Biblioteca Palermo. 2014.
Quien tenga cerca a un anciano seguramente corroborará que el tiempo que dedicamos a aprender a leer es la mejor inversión -la única duradera- que hacemos en nuestra vida. 
Nos abre para siempre la puerta de los libros, en donde encontramos -con total autonomía- nutritivo alimento para la curiosidad, una rentabilidad inmensa y permanentemente renovada con grandes expectativas de futuro, y fuentes inagotables de distracción para todos los gustos
Luis Buñuel. Silvia Pinal y Claudio Brook en Simón del Desierto. 1965.

Todo a tu alcance si te zambulles en el libro adecuado y le dedicas el tiempo necesario.
Una tentación más incitante que las que tuvo que superar el estricto Simón, el Estilita.
Pep Carrió para Biblioteca Palermo. 2014,
Hasta la situación más sórdida, estúpida o lamentable pasa a segundo plano (durante un rato, al menos) a la sombra de un buen libro. 
El paraíso a la medida, a un paso y en la estantería. 
De cabeza.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Los pozos de Cristina Iglesias

Exposición de Cristina Iglesias en Bodega CVNE. Haro. Fotos de F.G. 9.05.2015. 


El espacio diáfano del antiguo almacén ha sido ocupado por cuatro cubos de apariencia neutra, estática, aunque en su interior bulla, sin cesar, la vida que se manifiesta como leve rumor de agua, origen y principio.
Cuatro catas naturales desde las que abismarse -como si de observatorios privilegiados se tratara- imaginando la construcción del mundo a partir de un magma básico en constante movimiento. Cuatro manifestaciones muy diferentes de una realidad única.

El cauce medio de una cuenca fluvial llena de vegetación y simetría, previsible en las reacciones de su tumultuoso funcionamiento.

La abrasada superficie de un territorio glaciar, informe, mágico, de apariencia orgánica, dominado por los brillantes contrastes que ha suavizado la lija del hielo.

La cavidad insondable de tersa superficie y apariencia viscosa, abismo sujeto a la permanente voluntad de las mareas y a los flujos invisibles e inciertos de corrientes y manantíos.

La sima imprecisa de flora exuberante, con vaga apariencia de trampa, de lugar de irás y no volverás en el que algo se hunde sin posibilidad de recuperación, se pierde sin esperanza, se olvida para siempre en secreto pudridero.


La recreación improbable y fragmentaria, en suma, de una época anterior a que los humanos holláramos el territorio primordial. 


No hay allí más sonido que el de los caudales de agua imprecisos pero generadores -con su repetición- de ritmo, principio básico para calibrar el incansable paso del tiempo. 

Y, envolviéndolo todo, el esencial silencio originario.

Cristina Iglesias
Pozos
Bodega CVNE. Haro.
Abierta hasta el 5.10.2015. 


Otra exposición en Bodega CVNE: Eduardo Chillida.

martes, 19 de mayo de 2015

Negro

Richard Serra. Clara Clara I. 1985.

"Dio su revés la luz. Y nació el negro."

"Y abrió un hoyo en lo claro, un agujero
desde el que dijo:
                          - Soy también hermoso."




Frank Stella. 1959.


"Soy un negro mortaja sepultado.
Mi entretejida eternidad yacente
finará mucho antes
que la amarilla y dura de los huesos."

"Monumento callado de la muerte."




Antoni Tàpies. A Olivier Messiaen. 1986.

"Tú eres la luz con antifaz. Lo quitas.
Pero sus ojos siguen siendo negro."




Frederic Amat. Bocetos para pinturas del Liceo de Barcelona.

"Me llamo rasgo, rayo,
rúbrica, erizo, huella y otros nombres
que me suben a más resplandeciente."

"Soy el hermano del papel, reluzco
en él como caminos paralelos."





Francisco de Goya. Una reina de circo, o Disparate puntual. 1816-23.

"Horror en Goya, espanto
que eriza hasta el cabello en la sombra."





Pierre Soulages. Pintura 889. 1986.

"Quisieron rehuirme, 
pensando que la luz me rechazaba.
Pero soy tan hermoso,
que llamado por ella a mí volvieron."





Ad Reinhardt en su estudio con pinturas negras. Circa 1965.

"Y alguien al fin me vio otra vez la luz 
que nadie por ser tanta me veía."


Rafael Alberti. Fragmentos independientes del poema Negro. (El Alba del Alhelí. 1948).

lunes, 18 de mayo de 2015

Chucho Valdés, multiplicado


Chucho Valdés
Sería ocioso dedicar demasiado tiempo a pensar hasta dónde podría haber llegado la carrera y la popularidad de Chucho Valdés en el caso de haber nacido en otras latitudes y vivido en distintas circunstancias históricas. Lo ha tenido casi todo en contra, salvo el haberse desarrollado en una isla con un patrimonio musical único, en un entorno familiar privilegiado y con un sistema educativo -más allá de las penurias materiales- admirable. Lo cual, ciertamente, no es poco, y quizá, si a los frutos nos remitimos, sea lo más importante.
Lo otro -el brillo de la fama, el dinero, la proyección mediática-, cuando el músico realmente lo merece acaba por llegar, y así nos encontramos el pasado jueves en Logroño (veintidós años después de su presencia al frente de Irakere, su grupo) con un artista de importancia creciente y con un reconocimiento universal que le ha convertido en referente de primera línea en el competitivo mundo de la música improvisada, y no solamente en el jazz latino. Y además en unas condiciones óptimas para seguir desarrollando sus descomunales capacidades como músico, en cuanto a técnica, imaginación y versátil flexibilidad.

Chucho Valdés en el Lincoln Center.
Con ese intangible bagaje llegó a un teatro desbordado de entusiastas admiradores a los que fue presentando -cumpliendo lo que había anunciado unas horas antes- a “sus amigos de toda la vida” en una intensa conversación. Por allí pasaron Ernesto Lecuona y Thelonious Monk, Consuelo Velásquez y John Coltrane, El Manisero y un inesperado Joaquín Rodrigo, el Trío Matamoros y Federico Chopin, los grandes éxitos de Broadway (People, de Funny Girl, y Over the rainbow, de El mago de Oz) y las canciones francesas (unas preciosas y muy americanizadas Feuilles mortes), los temas populares cubanos (invocaciones, sones, danzones,…), J.S. Bach y Bill Evans. En fin, un hermoso compendio de la música escrita para piano y aquella otra de la que un pianista con talento y sin prejuicios se apodera por amor y gusto.
Chucho Valdés.
Tuvo la suerte de los grandes, porque hasta las pequeñas incidencias sumaron a su favor (si dejaba la chaqueta sobre el piano, las cuerdas graves percutidas aportaban un sonido como “preparado” de imprecisa vibración que hacía la melodía más evocadora todavía, misteriosa, con unos extraños armónicos que despertaron la inquietud del atento público; si golpeaba un micrófono el sonido se sumaba al compás reforzándolo), y demostró que es un pianista en estado de gracia, o varios pianistas tocando simultáneamente, si bien se mira: algo así como si Thelonious Monk fuera su mano izquierda y Oscar Peterson la derecha, y vinieran de visita los ecos cerebrales de Bach y los latidos cordiales de Chopin sobre un fondo rítmico tan rico y suculento como el Caribe.
Chucho Valdés.
No sé si Chucho Valdés opinará como Paco de Lucía acerca de la diversificación funcional de los intérpretes (“la izquierda es la que piensa y la derecha es la que ejecuta”) pero yo me acordé de esa afirmación del ya añorado maestro cuando “escuché” el contrabajo de Paul Chambers y la batería de Art Taylor en su mano izquierda y el vertiginoso saxo tenor de Coltrane en su derecha mientras acometía el trepidante Giant Steps. Y todo a la vez, como un cuarteto en arrolladora acción. O, igual de difícil, cuando toca su música basada en el folclore de su país y escuchamos la potente descarga rítmica de un combo o todos los timbres y el colorido de un septeto. Hay que tener recursos y capacidad privilegiados para afrontar de manera “polifónica” un repertorio tan variado y exigente. Seguro que también ayuda el haber nacido en un ambiente en el que se considera natural aprender a tocar a Bach de oído desde pequeñito.
Chucho Valdés en clase de música.


Se    le vio en plena forma y feliz, a gusto y muy agradecido por el entusiasmado reconocimiento de un público que le aclamó durante todo el concierto y le acompañó al final -muy acompasadamente- tocando palmas en los inagotables cambios rítmicos de la prolongada despedida con su "Son número 1". Puro gozo.
Los ochenta minutos pasaron volando.


Chucho Valdés.
JAZZ 2015. Cultural Rioja.
Teatro Bretón. Logroño.
14 de mayo de 2015.


Otras crónicas del ciclo JAZZ 2015:

(Publicado en Rioja2. 19.05.15)


viernes, 15 de mayo de 2015

La caspa tiene solución

Félix Curto. Carros. 2004.
Hay  mucho donde elegir si es que lo que buscas está entre lo que se te ofrece, pero, ¿comprarías según a quién un coche de segunda mano?
Anuncio en prensa. 05.2015.
Hay  propuestas para resolver viejos problemas que no deberían dejarse pasar, porque la ocasión la pintan calva.
Antoni Muntadas. Quejas. 2007.
Si   no aprovechamos la oportunidad ahora no podremos quejarnos luego, porque quien ha generado el problema no va a aportar la solución.
Darren Almond. Told and untold. 2013.
Recuérdalo todo y vota en consecuencia, porque no hay mejor "reclamación al maestro armero" que un voto consciente.