lunes, 30 de abril de 2018

Ortografía

Viñeta de The idler.
"Puntos, comas, guiones, paréntesis, asteriscos: ¡Cuántos crímenes se cometen en vuestro nombre!".

Max Aub. Signos de ortografía. 1968.

F.G. Detente y respira. 02.2018.

viernes, 27 de abril de 2018

Foto: copia

F.G. Cinco a cero y Casillas de portero. Fotomatón.
Serie de collages de fotografía y objetos encontrados. 04.2018.

"En el llavero
llevo una foto: copia
del hechicero."

José-Miguel Ullán




jueves, 26 de abril de 2018

Todo para todos


Afortunadamente se siguen haciendo buenas canciones con letras interesantes, como esta Todo para todos, de Enric Montefusco, que parece la actualización de los buenos consejos que el romano Marcial daba a su círculo de amigos para que trataran de lograr una vida feliz.

¿Qué mejor para una canción que se pueda cantar en buena compañía y en cualquier momento? Merece la pena asumir el riesgo de que las palmas desacompasadas de la entregada concurrencia estén a punto de echarla a perder.

miércoles, 25 de abril de 2018

Que no te quepa duda...

Dodot. Hermano Lobo. 1975.
..., pero si tienes la suerte de que te quepa, cultívala con mucho cariño. Acabará dándote buenos frutos.

martes, 24 de abril de 2018

En el jardín

F.G. Jardín vertical. I. 03.2018.

(...)"Siempre he sentido un afecto especial por los jardines descuidados. Es agradable el espectáculo de la naturaleza tomándose su lenta venganza. No selváticos, desde luego, nunca he sido partidario de la selva, excepto en su sitio; pero cierto desaliño general indica un sano desprecio por la exigente insistencia de los humanistas en el orden. 
F.G. Jardín vertical. II. 03.2018.
No soy fanático en lo referente al cultivo de la tierra, y comparto la opinión del segador de Marvell en contra de los jardines. En este crepúsculo abrileño infestado de pájaros recuerdo la primera vez que vi al Castor, dormido en una hamaca en lo más profundo del abigarrado bosquecillo de árboles frutales que había detrás de Chrysalis, la casa de su padre en North Oxford. 
F.G. Jardín vertical. III. 03.2018.
La hierba crecía en estado salvaje y los árboles necesitaban una poda."(...)

John Banville. El intocable. (Versión de J.A. Molina Foix. Anagrama, 1999)
F.G. Jardín vertical. IV. 03.2018.



lunes, 23 de abril de 2018

Antepenúltima mirada

F.G. Autorretrato febril. 01.2018.
Contra lo que en principio me temí, aquello no era la antesala del hoyo. Tan solo otro bache en el camino.
Pablo Picasso. Autorretrato mirando a la muerte. 1972.
Aunque poco a poco me voy pareciendo más a la mejor versión de mi calavera.
Antonin Artaud. Autorretrato. 1947.

viernes, 20 de abril de 2018

Randy Newman y la "materia oscura"



Ahí lo tienes, Randy Newman, considerado en su país con toda justicia como un tesoro nacional, rama privilegiada de un excelente tronco familiar de compositores de bandas sonoras para películas y de música popular, que a los 73 años ha sacado un disco nuevo, Dark Matter, con los ingredientes de siempre: ingenio, humor y ternura, para hablar de los temas de la vida cotidiana, la injusticia, el racismo, la violencia y demás abusos. También del amor y la pérdida, y de cómo pasa el tiempo. Y, como buen judío, de religión.
Randy Newman hecho un chaval.
Y además y por encima de todo, la música, asombrosa de riqueza y variedad, tan intensa cuando la toca una orquesta como en un piano vertical en el hueco de una mesa de despacho, en la sede de la radio pública norteamericana, donde da gusto verlo, tan sabio y caústico a pesar de (o por) la edad.
Llama la atención que habiéndole dedicado un retrato a Putin, "un psicópata que se esconde detrás de la apariencia de un tipo normal", no haya hecho otro tanto con su innombrable presidente, porque lo considera tan despreciable como irrelevante, a pesar del rastro de dolor que le sigue.
Pero lo suyo es la gente corriente en su cada día, recurriendo constantemente (para recrearla) a la enorme amalgama de la música popular de su país.


Como en esta canción que habla del bluesman Sonny Boy Williamson, que tuvo un sueño que le dio fama y fortuna antes de devorarle, y al que otro músico le robó todavía en vida el nombre, las canciones y el prestigio. 
Un caso como el de cualquier rector de universidad. Como el de cualquier presidenta de comunidad autónoma.


jueves, 19 de abril de 2018

Ronda de reconocimiento

F.G. Básico. Fotomatón 2. Collages de fotografía y objetos encontrados. 03.2018.


Alguno de los especímenes comparecientes tiene bastante de secundario y podría considerarse con razón meramente complementario, pero los demás son básicos a más no poder. Primitivos a carta cabal.

miércoles, 18 de abril de 2018

Pericón y la cámara oscura

Reclamo publicitario del estudio fotográfico de Guillermo Bestard i Cànaves. Pollensa. Circa 1910.
"Y en La Bombilla, señores,
me dio a mí la chaladura
por conquistar a un fotógrafo
de esos de cámara oscura,
y en el baile le decía
en medio del balanceo:
`Ay, Nemesio, ay, Nemesio,
hazme un retrato al magnesio.
Ay, Nemesio, por favor:
házmelo, házmelo y házmelo´."


Pericón de Cádiz. Bulerías de La Bombilla.
La fotoperiodista Jessie Tarbox en la calle con su cámara. Circa 1900.
Pericón de Cádiz. Bulerías de La Bombilla. Hispavox, 1972.

Alfonso. Fotógrafo minutero en la Plaza de Oriente, Madrid. 1925.
Dedicada con todo el cariño a la afición. 
¡Ole!
¡Estamos gozando!
¡Viva lo dulce!
¡Que no decaiga!

martes, 17 de abril de 2018

Manos

Jenny Holzer. Mano. Pinturas de guerra. 2007.
 "Mi mano es muchas manos,...
Jenny Holzer. Manos. Pinturas de guerra. 2007.

...y se la llama mi mano."

(Walter Benjamin, citado por José-Miguel Ullán)

Jenny Holzer. Manos. Pinturas de guerra. 2007.


sábado, 14 de abril de 2018

Miguel de Tena: el fandango por bandera

El cantaor Miguel de Tena.
Afortunadamente, el mundo del flamenco es inabarcable y cada vez aguanta peor los tópicos geográficos y formales. La curiosidad y el esfuerzo son ingobernables, y los cánones se transforman aceleradamente adaptándose a la cambiante realidad. La presencia en Logroño del cantaor Miguel de Tena, nuevo en esta plaza, despejó clichés y prejuicios sobre lo que ha aportado Extremadura al flamenco, que ha sido mucho más que tangos (como bien sabían Paco de Lucía y Camarón, que allí fueron a aprenderlos para luego expandirlos, haciéndolos lenguaje común) y fandangos. 
Miguel de Tena es un cantaor admirable, con una voz privilegiada, poderosa, de registro amplio, precioso metal y dicción clara, tan apropiada para la expresión delicada y sentimental como para el hondo desgarro.
Pero tan importante como esas cualidades es la actitud con la que la trabaja y desde la que afronta la cultura musical flamenca: su esfuerzo, su coraje (reflejado en la manera de aferrarse a las solapas de su chaqueta como a un punto de apoyo desde el que proyectar su emoción), su entrega, su capacidad de arriesgar con un repertorio serio y completo.
Dejó en Logroño, para el recuerdo, un concierto largo, sin concesiones, donde hasta lo amable resultó exigente. Así lo vi y así lo cuento.
Ramón Gaya. El bodegón de la mandolina. 1927.

Sobre el precioso saludo de presentación del guitarrista Antonio Patrocinio, comenzó Miguel de Tena cantando unas tonás por todo lo alto, llenas de arrojo y perfectas de compás, como recién salidas de la fragua a que hacían referencia las letras. El hondo pesar y los problemas con la justicia siguieron en el cante ligado de una cartagenera y una taranta, hondas y brillantes, delicadas y emocionantes, al borde del quiebro de garganta y cerca de cortar el aliento (el propio y el del respetable, que empezaba a encontrarse a gusto). Continuó Miguel arriesgando por una larga serie de soleá, cantando verdades (“¿Cómo quieres que arrebuje / el vino con la canela? / Vas a hacer tan mala liga / de dos cosas cuál más buena”) y derrochando energía, muy templado, en maestro. 
Salvador Dalí. Gitano de Figueras.1923.

Con una larga serie de tangos (en sus variantes malagueña, granadina y extremeña) llegamos a uno de los momentos culminantes de la noche, con peculiaridades musicales notables, aunque siempre pletóricos de ritmo y alegría, con un compás muy marcado, jocosos, picantes, con una musicalidad “moruna” muy atractiva. El equipo De Tena-Patrocinio lució su arrolladora compenetración y el público se vino arriba definitivamente entregado. 
Por peteneras, volviendo otra vez a las duquelas, estuvo conmovedor, pletórico de fuerza, vibrante, arriesgando en el límite de la afinación. Otro cambio de orientación vino con María de la O en versión cuplé por bulerías (a la manera de Manuel Vallejo), cantando agudísimo y acelerado, vibrante, luciendo facultades y apostándolo todo a ganador, con un público que aplaudía cada alarde y cada desplante. Mucho más templado, conmovedor y contenido estuvo cantando por granaína y especialmente en la media granaína (“Con un suspiro le pago / a aquel que por mi suspire. / Con un suspiro le pago. / Yo miro a quien bien me mire. / Yo no acaricio ni halago / al que de mí se retire.”) muy en Vallejo.
Juan Gris. Guitarra sobre una mesa. 1912.
Y ya, camino de la apoteosis, afrontó, tan cómodo como inspirado, unos fandangos al estilo de José Palanca, tan personales y tan imitados, bordándolos primorosamente (“Llorando al pie de un calvario / yo vi una mujer perdía, / y en sus lamentos decía: / `yo sola sufro mi agravio, perdóname, madre mía´.”). Superior. Siguió, ahora sin amplificación y de pie, poniendo todo el cuerpo en el esfuerzo, con una larga serie de fandangos al estilo del Porras de Badajoz, cantando bonito y dulce, gustándose, recreándose en la musicalidad y el melisma, muy arriba (tan arriba que a Patrocinio le faltaban trastes en el mástil de la guitarra), haciéndolo tan bien que parecía que aquello fuera fácil. 
Miguel de Tena y Antonio Patrocinio. Foto: Rafael Manjavacas.

Y tras esta segunda cumbre, para despedirse, un regalo de Vallejo (“Y yo le hablé del querer, / un sabio me habló de ciencia, / y yo le hablé del querer, / tuvimos pleito en la Audiencia / pero yo se lo gané, / porque el querer da experiencia.”) y otro de Pena Hijo (“Volaba una mariposa / en el jardín del amor. / Se paró sobre una flor / y era la flor más hermosa. / Su fragancia la mató.”) impecables, y ovacionados por el público que despidió agradecido y puesto en pie al maestro y a su brillante acompañante, demostrando el entusiasmo del que ha recibido lo que esperaba.


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viernes, 13 de abril de 2018

jueves, 12 de abril de 2018

Caballo de Troya

F.G. La jaca de Peralta Hermes. Collage de imagen y objetos encontrados. 04.2018. 
Cualquier hermoso regalo, desde la guerra de Troya hasta ahora mismo, suele ser una estrategia dispendiosa de un pretendiente que aspira a superar los muros defensivos, más o menos inexpugnables, de una fortaleza deseada. Si el presente es aceptado, el amable enemigo entra sin dificultad hasta el altar mayor evitando el fatigoso asedio, y luego, cautivo y desarmado el equipo local, pasa lo que pasa.
En esta ocasión, tras el colorista señuelo de fina seda esgrimido como blasón desde dentro del camuflaje, galopa y corta el viento un cuadrúpedo de delicados cascos, quizá centauro, o mejor híbrido de equino y harpía por su apariencia amenazante y alada. Aunque, si bien se mira, el supuesto plumón cabalgante no sería sino el revestimiento vegetal de las hojas muertas de un viejo roble.
Se ve que estamos ante una ofrenda estacional, ligada a los cíclicos renuevos y a los eternos apetitos primaverales.
Detalle del Vaso de Mikonos, con la representación del Caballo de Troya. Siglo VII a.C.
Siempre se repite la misma vieja historia.

miércoles, 11 de abril de 2018

Posados

F.G. Telón de fondo. I. Collage de fotografías encontradas. 03.2018.
(...) "El fotógrafo es uno de los grandes destructores del feminismo, artífice de lo que ahora se ha dado en llamar, con expresión seguramente bastante apropiada, “el siglo de la feminidad”. Fue una desgracia que el auge del feminismo coincidiera con el de la fotografía. El fotógrafo ha sido indudablemente decisivo en cuanto pedagogo de un rasgo de carácter de importancia máxima: la sumisión, una cualidad importantísima.
F.G. Telón de fondo. II. Collage de fotografías encontradas. 03.2018.
La sumisión que consigue el fotógrafo no la ha logrado jamás el confesor, no digamos ya ningún otro varón, ni siquiera en funciones de amante. Asombran las inauditas poses que el fotógrafo consigue que ponga la mujer retratada, sin ser ella capaz de percibir ni recelar el tremendo ridículo que tendrían algunas de esas poses en cualquier otra circunstancia que no fuese la de exhibición pública en revistas: revistas de moda, suplementos dominicales de los diarios, revistas del corazón, revistas femeninas, revistas pornográficas, revistas de consejos y terapias, revistas de lanzamiento personal y, en general, la variada inserción publicitaria en toda clase de prensa.
F.G. Telón de fondo. III. Collage de fotografías encontradas. 03.2018.

Naturalmente, depende mucho de la clase de revista que sea y de la intención de la fotografía el grado de sometimiento que supone cada pose. Por ejemplo, las poses de las revistas pornográficas son por supuesto más indecentes, pero nunca llegan, ni de lejos, al retorcimiento grotesco y sinsentido de las fotografías que he designado como “de lanzamiento” (a veces “de relanzamiento”) a las que se someten actrices, cantantes, frecuentadoras de la prensa del corazón y no sé quiénes más, si presentadoras de ropa de moda o novias de futbolistas, maguer sean sólo sospechadas.(...)"

martes, 10 de abril de 2018

La luz y el color

F.G. Un Morandi de colores. Ensamblaje de objetos encontrados. 03.2018.
Donde entra el sol no entra el médico. 
Y donde comparecen la luz y el color todo cambia, porque adquiere nuevas cualidades y mejora de manera clara y patente, "a ojos vistas". 
Cualquier vidrio que pongamos en nuestra vida, por limitadas que sean su transparencia y su aportación al espectro luminoso, muta las posibilidades de percepción del espacio que nos envuelve, lo impregna, le de calor, lo tiñe de emoción y de misterio, lo enriquece significativamente. Lo ilumina.
Asombra que tal ligereza traslúcida provoque tantas sensaciones placenteras; que algo dependiente de la presencia e intensidad de una variable fuente de energía ajena agregue tanto y tan bueno a nuestra vida. 
Aunque llegue a través de la acumulación más o menos fortuita de unos cuantos recipientes ya inútiles de lociones, jarabes y pastillas.

lunes, 9 de abril de 2018

Y Rosalía bordó el cante


Rosalía. Foto: Óscar García.
Rosalía Vila se ha convertido (a sus 24 años y seguramente sin pretenderlo) en un fenómeno “popular” con muchos aspectos extramusicales (con polémicas artificiales sobre raza, geografía, belleza o gentrificación que nos llevan, otra vez, al negro túnel del tiempo, aunque ella aproveche su presencia en los medios para dar opiniones interesantes y matizadas). La revista rockdelux ha considerado su primer disco, Los Ángeles, como la mejor edición española de 2017, y la asociación de periodistas musicales le otorgó, por el mismo motivo, el último premio Ruido. Afortunadamente, además de a los medios de comunicación atrae a un amplio público, básicamente joven, aunque también gusta a la parte más curiosa del público flamenco tradicional. Incluida reiteradamente en la programación de festivales indies, su proyección internacional se acelera, y ha sido nominada en los Grammy dentro de la categoría de mejor nuevo artista.
En ese `estado de cosas´ llegó Rosalía al salón de columnas del teatro Bretón (que se quedó más pequeño que nunca ante tanta expectación) y dio un concierto singular, mostrando a placer sus grandes cualidades y lo que, seguramente, la define y la hace distinta: su actitud hacia el flamenco, que se manifiesta en el respeto de la tradición, pero haciéndola propia, interpretándola a su manera y conforme a su necesidad.
Luis Masson. Mujer sevillana.
Canta Rosalía como “hacia dentro”, para sí misma, a media voz, potenciando la intimidad, la emoción, como en un puro susurro, en un hondo lamento: como quien recuerda el cante. Su espacio idóneo no es ni un cuarto de cabales ni un tablao para espectáculo: su actitud parece reclamar un ámbito doméstico, de trabajo compartido, de confidencia, de retiro, casi de soledad. Es la suya una voluntad de proximidad, de corta distancia, y las dimensiones del salón de columnas y la tenue Iluminación del lugar, muy matizada, tenebrista por momentos, recalcó esa intención.
Rosalía ha crecido como artista desde la afición y el gusto personal, desde el círculo de amigos, y no, como en otros casos igual de válidos, desde la raíz, a través del conocimiento asimilado en la familia. Y su gusto y sus capacidades son idóneos para las virtudes de los cantaores antiguos (y no tanto) que podríamos llamar, simplificando bastante, “marcheneros”, devoción reconocida y confesada en la que coincide con buena parte de lo mejor de la nueva generación de cantaores.
Ella logra que su voz dúctil, flexible, su sorprendente capacidad para el melisma y la filigrana, aparezcan en el concierto (más que en el disco) como una forma expresiva natural y relajada, libre de la exigencia que su complejidad técnica parece exigir.
Francis Picabia. La española. 1917-20.
Empezó Rosalía, cargando el ambiente de emoción y misterio, con una media granaína que hiciera famosa Manuel Vallejo (Con un suspiro le pago), continuando con un vibrante mirabrás, todo temblor, para llegar al Aunque es de noche que musicara Enrique Morente por tangos a partir del poema de San Juan de la Cruz, en una versión de compás muy cargado y ligeramente acelerada: seguro que los dos maestros darían el placet. Sin duda. Después, la milonga La hija de Juan Simón, que popularizara Antonio Molina, cogiendo los corazones del respetable en un puño y haciéndonos partícipes de la dramática historia del enterrador, demostrando, sobre el brillante trabajo del maestro Alfredo Lagos, que Rosalía canta como el que cuenta, como el que sabe una historia puesta en letra de canción y la interpreta con todo interés, con toda la intención, con todo el cuerpo. 
Salvador Dalí. Pierrot tocando la guitarra. 1925.
Continuó con un precioso ramillete de fandangos, de compás muy marcado, vibrantes, una delicia de musicalidad, para afrontar la guajira Cuba linda te venero, de Pepe Marchena, derrochando gracia y dominio de la escena, logrando interesar vivamente al respetable con sus andanzas caribes. Pura vida. Después, tras otra preciosa presentación de Alfredo Lagos, que la llevó en volandas todo el tema y durante toda la noche, unas luminosas bulerías por soleá a la manera de la Niña de los Peines (Qué bonita es la amapola), para continuar con los tanguillos gaditanos de los anticuarios, enseñándonos que se puede vivir del aire y del cuento desdramatizando la cruda realidad. Para ir acabando, unas bulerías todo compás y brío, muy aceleradas y llenas de variaciones, muy apropiadas para demostrar sus abundantes recursos. Jerez en directo. Y de regalo para el entusiasta y pertinaz público, de nuevo por Vallejo y volviendo a las pesadumbres (Quítate de mi presencia, Catalina mía), demostrando que ni contigo ni sin ti tienen nunca nuestros males remedio. Un final apoteósico.


Rosalía canta “antiguo” en intención y repertorio, y cultiva una sentimentalidad en la que el dolor íntimo de la muerte y la pérdida resulta omnipresente. Como intérprete, además de sus enormes cualidades vocales, tiene la capacidad de “transmitir”, y saca un enorme partido a su expresividad intuitiva (movimiento escénico, pitos, palmas, movimiento de manos y brazos, etc.), a una gestualidad natural liberada de los corsés que demasiado a menudo lastran a los intérpretes flamencos.
En lo puramente musical, sacrificar –o, al menos, atenuar- el metal de la voz, su brillo, su capacidad y facultades, a una opción estética “antigua” (“canta como una vieja”, dicen que dijo muy elogiosamente Pepe Habichuela tras escucharla) conlleva el riesgo de resultar monótona, y el afán por cantar a media voz puede dificultar la claridad de la dicción y de llegar adecuadamente al público.
Joan Miró. Bailarina española.1928
Pero esa hipotética circunstancia no se dio el pasado viernes en Logroño. Aquí tuvimos la suerte de que Alfredo Lagos urdió la trama y sobre ella Rosalía bordó el cante.


Más crónicas flamencas de 2018:
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Rafaela Carrasco


viernes, 6 de abril de 2018

La javanaise

F.G. Sergio, el químico. Collage de imagen y palabras encontradas.
03.2018.
Habiendo mucho y bueno con qué comparar, Serge Gainsbourg está entre lo más selecto de los compositores franceses de música popular del siglo XX, y su reconocimiento e influencia no deja de crecer entre las jóvenes generaciones. 
Fue un todoterreno (pianista de acompañamiento en los cabarets de su juventud, compuso e interpretó chanson, jazz, rock, pop de diversa tonalidad y hasta grabó una Marsellesa con ritmo reggae (adelantándose a Marta Sánchez -aunque no a Jimi Hendrix- en lo de sobar los himnos nacionales). 
También dirigió unas cuantas películas y compuso la música de otras cuarenta, aportación que el mundo del cine, de la mano de Guillermo del Toro, valoró y recompensó incluyendo en la banda sonora de Alexandre Desplat para La forma del agua la versión que Madeleine Peiroux hiciera hace unos años de La javanaise.  


Cultivó con desparpajo y sin vergüenza -siempre con un cigarro en una mano y un copazo en la otra- el papel de "maldito" en todos los frentes, y recibió cantidades industriales de leña y el rendido amor de muchos de los bellezones de la época. 
Y también el agradecimiento imperecedero de los aficionados a las buenas canciones.

jueves, 5 de abril de 2018

Desapalancamiento

Montoro aleccionando a las cacatúas amplificadoras.

"Que no son recooooortes, que es moderacióóóóónnnnn.....!!!!!"

miércoles, 4 de abril de 2018

La gatera

F.G. La espera. Museo del Prado. 01.2018.
Siempre, en cualquier circunstancia, hay que hacer las previsiones para contar con un punto de fuga.
Un espacio versátil, útil por igual para la ventilación, la entrada de bultos sospechosos o la salida precipitada en casos de emergencia.
Un lugar desde el que decir adiós y donde recibir a las visitas, a los embajadores o a los sicarios, según los casos.
Un marco idóneo a través del que poder despedirse a la francesa.
Un roto (o un descosido) por el que huir o facilitar la huida del enemigo acosado y ya vencido.
F.G. Bujero. Museo del Prado. 01.2018.

martes, 3 de abril de 2018

Curiosidad

F.G. Curiosidad. Ensamblaje de objetos encontrados. 08.2017.
Esta hermosa criatura, híbrido vistoso de otras que lo fueron del aire y de la luz, levanta sobre sus pies bien asentados en la tierra un esbelto cuerpo sólido y gracioso, liviano y pletórico, como de macizo Bibendum bicolor en vainilla y canela, terso, brillante, con cualidades aerodinámicas pero con la capacidad que tienen las anclas para mantener las cosas firmes en su sitio, algo así como el don de aferrarse al convencimiento propio de los pesos muertos.
Menos mal que tan airosa peineta mantiene limpias sus antenas y ordenada su abundante y dispar comunicación exterior, algo imprescindible para quien con gallardía lleva por delante, como emblema y divisa, los signos de la admiración y la interrogación. 
Porque en su cabeza no hay espacio para la ignorancia ni para la indiferencia.
Porque siempre ha hecho por saber y todo le importa.