martes, 10 de abril de 2018

La luz y el color

F.G. Un Morandi de colores. Ensamblaje de objetos encontrados. 03.2018.
Donde entra el sol no entra el médico. 
Y donde comparecen la luz y el color todo cambia, porque adquiere nuevas cualidades y mejora de manera clara y patente, "a ojos vistas". 
Cualquier vidrio que pongamos en nuestra vida, por limitadas que sean su transparencia y su aportación al espectro luminoso, muta las posibilidades de percepción del espacio que nos envuelve, lo impregna, le de calor, lo tiñe de emoción y de misterio, lo enriquece significativamente. Lo ilumina.
Asombra que tal ligereza traslúcida provoque tantas sensaciones placenteras; que algo dependiente de la presencia e intensidad de una variable fuente de energía ajena agregue tanto y tan bueno a nuestra vida. 
Aunque llegue a través de la acumulación más o menos fortuita de unos cuantos recipientes ya inútiles de lociones, jarabes y pastillas.

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