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F.G. En el corazón del claustro. Corias. I, II Y III. 04.2022. |
"Ánimo, corazón: toca las palmas.
Que suene fuerte, infatigable, obseso,
el ritmo de tu música. No mires
mi cobardía, mi cansancio, mi
postura seria mientras doy las clases.
Mira -ya que no tienes más remedio-
la estupidez política, los odios
ocultos, las ventanas encendidas
del hospital y el miedo de los perros
y, al verlos, corazón, porque hace falta
entonces tu entusiasmo, late alto.![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHQLowzRUmNLaed2odiRECWZbhA4lSgGyFSoVGg0JuS3yhIDyWdAvEyOYSmS9WxSvUTmiScxDbaB0u2JZ8dOrMLA-PZ5vNPRPuExudVf7ON_fcBdRngCaQsvQDxof9PjlbT3J0DhncN1LVJD-I8hKLbYNjxct0jNyC9w7fUZzWRkSMJ77swqh-ABy1/w640-h480/IMG_6406.jpg)
Y siempre, corazón. Toca las palmas,
redobla el tic-tac del reloj, redobla
el eco de sus pasos por la calle
cuando volvemos tarde de ir al cine
y luego, ya en la casa, el canto insomne
que hace a su vez su corazón durmiendo.
Tú vela, corazón; que nunca deje
de oír, aquí, en el fondo, por debajo
del mundo y sus disfraces, corazón,
tu aplauso agradecido por la vida."
Enrique García-Máiquez. Tedeum vitae. Recogido en Casa propia. Renacimiento, Sevilla, 2004.
el ritmo de tu música. No mires
mi cobardía, mi cansancio, mi
postura seria mientras doy las clases.
Mira -ya que no tienes más remedio-
la estupidez política, los odios
ocultos, las ventanas encendidas
del hospital y el miedo de los perros
y, al verlos, corazón, porque hace falta
entonces tu entusiasmo, late alto.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHQLowzRUmNLaed2odiRECWZbhA4lSgGyFSoVGg0JuS3yhIDyWdAvEyOYSmS9WxSvUTmiScxDbaB0u2JZ8dOrMLA-PZ5vNPRPuExudVf7ON_fcBdRngCaQsvQDxof9PjlbT3J0DhncN1LVJD-I8hKLbYNjxct0jNyC9w7fUZzWRkSMJ77swqh-ABy1/w640-h480/IMG_6406.jpg)
Y siempre, corazón. Toca las palmas,
redobla el tic-tac del reloj, redobla
el eco de sus pasos por la calle
cuando volvemos tarde de ir al cine
y luego, ya en la casa, el canto insomne
que hace a su vez su corazón durmiendo.
Tú vela, corazón; que nunca deje
de oír, aquí, en el fondo, por debajo
del mundo y sus disfraces, corazón,
tu aplauso agradecido por la vida."
Enrique García-Máiquez. Tedeum vitae. Recogido en Casa propia. Renacimiento, Sevilla, 2004.