F.G. En el corazón del claustro. Corias. I, II Y III. 04.2022. |
"Ánimo, corazón: toca las palmas.
Que suene fuerte, infatigable, obseso,
el ritmo de tu música. No mires
mi cobardía, mi cansancio, mi
postura seria mientras doy las clases.
Mira -ya que no tienes más remedio-
la estupidez política, los odios
ocultos, las ventanas encendidas
del hospital y el miedo de los perros
y, al verlos, corazón, porque hace falta
entonces tu entusiasmo, late alto.
Y siempre, corazón. Toca las palmas,
redobla el tic-tac del reloj, redobla
el eco de sus pasos por la calle
cuando volvemos tarde de ir al cine
y luego, ya en la casa, el canto insomne
que hace a su vez su corazón durmiendo.
Tú vela, corazón; que nunca deje
de oír, aquí, en el fondo, por debajo
del mundo y sus disfraces, corazón,
tu aplauso agradecido por la vida."
Enrique García-Máiquez. Tedeum vitae. Recogido en Casa propia. Renacimiento, Sevilla, 2004.
el ritmo de tu música. No mires
mi cobardía, mi cansancio, mi
postura seria mientras doy las clases.
Mira -ya que no tienes más remedio-
la estupidez política, los odios
ocultos, las ventanas encendidas
del hospital y el miedo de los perros
y, al verlos, corazón, porque hace falta
entonces tu entusiasmo, late alto.
Y siempre, corazón. Toca las palmas,
redobla el tic-tac del reloj, redobla
el eco de sus pasos por la calle
cuando volvemos tarde de ir al cine
y luego, ya en la casa, el canto insomne
que hace a su vez su corazón durmiendo.
Tú vela, corazón; que nunca deje
de oír, aquí, en el fondo, por debajo
del mundo y sus disfraces, corazón,
tu aplauso agradecido por la vida."
Enrique García-Máiquez. Tedeum vitae. Recogido en Casa propia. Renacimiento, Sevilla, 2004.
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