La tapa del viejo bidón mantenía pese al tiempo cruel su intenso color azul y desprendía desde un ángulo oscuro de la herrería tanta luz como un esmalte o un cristal recién pulido.
Sus características hacían viable tomar cualquier camino, y a punto estuvo de convertirse en un loto azul o en la imagen lejana de un planeta de agua visto desde una órbita lejana.
Mientras optábamos por la mejor decisión avanzábamos en paralelo en otras obras más evidentes y rechazamos algunas en pleno proceso de transformación porque no respondían al deseo inicial. Las partes de estos proyectos frustros rondaban por allí, casi siempre estorbando pero a veces generando felices encuentros inesperados que mejoraban los dispares fragmentos.
El ensamblaje de hierro era tan rico, tan hermoso, tan sugerente y tan amenazante, que daba de sí para que cada espectador encontrara en él lo que andaba buscando o lo que tuviera previamente en su cabeza: una medusa, una planta terrestre o acuática, un insecto, un hirsuto vello púbico, el instante congelado de una salpicadura, el ojo de un jeroglífico egipcio, el remolino de un huracán,...Caravaggio. Cabeza de Medusa.1597. |
Era el momento de la historia del arte, y fueron apareciendo imágenes de escudos de combate vistos en los museos arqueológicos, un precioso tondo de Caravaggio con la decapitada Medusa
Vik Muniz. Medusa Marinara.1997. |
Gustave Courbet. El origen del mundo. 1866. |
Tomó ventaja, merecidamente, Atenea con la cabeza de Medusa en su escudo, tan bien y tan diversamente recreada desde la escultura de Fidias y las ánforas panatenaicas
Rembrandt. Palas Atenea. 1664. |
Fantástica documentación. Una belleza de pieza y un lujo conocer el proceso. Gracias.
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