Hiroshi Sugimoto. Imagen de un cine de Nueva York.1978. |
Lo que en los teatros grecolatinos fue la escena, “el lugar donde pasan las cosas”, con el tiempo fue evolucionando hasta llegar a ser, más o menos ornamentados, los escenarios teatrales “a la italiana” y, poco después, las blancas pantallas de proyección cinematográfica.
Mi "cine" surgió al encontrar una pieza de hierro que formó parte de un antiguo horno, en la que adiviné enseguida su proscenio, su bambalinón y su embocadura. Solo faltaba la blanca pantalla. Mi querido Pájaro localizó en su herrería de Lomos de Orios la tapa de un viejo electrodoméstico, y cortó y pegamos un fragmento tan atractivo como la más magnética pantalla. Una discreta ventana para conocer las luces y las sombras del mundo.
F.G. Cine Sugimoto. 08.2024. |
Si te fijas bien, hay alguna señal de fuego en los límites del corte y una línea horizontal de humedad terrosa irrecuperable para la cera. Son testigos fidedignos de que, como en los mejores cines y teatros, las llamas y el agua fueron alguna vez protagonistas de la función.
(Lo puedes ver en la Casa de la Imagen, de Logroño, hasta el 20 de diciembre, dentro de mi exposición luz y sombras)
Magnífica lección compositiva, de materia y concepto. Lo has explicado maravillosamente. Abrazos, gracias
ResponderEliminarGracias por la visita, querido Bernardo. Hasta pronto.
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