De paises y panderetas

Aa studio. Proyecto País de pandereta. Foto Celeste Barria.

Después de tanto patinazo en la campaña para definir y colocar por doquier "la marca España" (esencialismo para uso y consumo fundamentalmente interior, digan lo que digan), es de celebrar que el grupo de jóvenes diseñadores Aa studio haya tenido tanto éxito en la difusión de sus cálculos para crear el instrumento que nos resuma, nos resuene y nos remueva: nada menos que una pandereta con forma de piel de toro. 

Aa studio. Proyecto País de pandereta. Foto Celeste Barria.

Si todavía estuvieran en fase de mejora del prototipo, propondría que el número de chinchines llegara a diecisiete, tres o cuatro de ellos más grandes y con más competencias, tirando a cencerros diferenciales, o, en su caso, raca-racas. Y color, que le pongan mucho color.

No servirá para mejorar las exportaciones, ni el PIB ni las cifras del paro, pero vendrá bien para seguir martirizándonos con los viejos demonios identitarios nacionales, al por mayor y al detall.

Aa studio. Proyecto País de pandereta. Foto Celeste Barria.

Si la cosa funciona, quizá redunde negativamente en el consumo de bombos y matracas, aunque siempre tendrán un hueco, a manera de reserva espiritual, en las tertulias. A los españoles nos gusta mucho buscarnos las cosquillas, definirnos y reinventarnos. Como niños.