miércoles, 6 de diciembre de 2023

¿Mirar sin ver?

André Kertész. El perrito. París, 1928.

(...) "La mirada fotográfica tiene algo de paradójico que encontramos también algunas veces en la vida: el otro día, en el café, un adolescente, solo, miraba la sala; a veces su mirada se posaba en mí; tenía yo entonces la certeza de que me miraba sin que por ello estuviese seguro de que me viese: distorsión inconcebible: ¿cómo mirar sin ver? Diríase que la Fotografía separa la atención de la percepción, y que sólo muestra la primera, a pesar de ser imposible sin la segunda; se trata, lo que es aberrante, de un acto de pensamiento sin pensamiento, de un apuntar sin blanco. Y es sin embargo este movimiento escandaloso lo que da lugar a la más rara cualidad de un aire. He aquí la paradoja: ¿cómo puede tenerse el aire inteligente sin pensar en nada inteligente, mirando ese pedazo de Baquelita negra? Lo que ocurre es que, ahorrándose la visión, la mirada parece estar retenida por algo interior. Este pobre muchacho que tiene un cachorro recién nacido entre las manos y que acerca su mejilla hacia él (Kertész, 1928) mira al objetivo con sus ojos tristes, ansiosos, asustados: ¡que cavilación tan lastimosa, tan desgarradora! De hecho, no mira nada; retiene hacia dentro su amor y su miedo: la Mirada es esto." (...)

Roland Barthes. La cámara lúcida. Nota sobre la fotografía. Ed. Paidós, 1990. 

André Kertész. Autorretrato. 1935.

2 comentarios:

  1. Kertész encontró en la huidiza mirada de su fugaz modelo el reflejo de la suya propia. Su eco.

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    1. Un autorretrato a través de persona interpuesta.

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