viernes, 12 de julio de 2024

Viejos

Théodore Géricault. Retrato de un cleptómano. 1820.

(...) " Hay dos pinturas famosas, no me acuerdo ahora del nombre del pintor, creo que es francés, cuyos títulos son Retrato de un viejo, Retrato de una vieja, y lo que me impresionó, aparte de la gran calidad de la pintura, es que en la edad muy avanzada uno pierde el nombre. No es Retrato de monsieur Armand, Retrato de madame Armand, o lo que sea. Viejo y vieja bastan, llegado cierto punto, para explicar del todo a una criatura humana. Vejete, Cucho, Veterano, Vejestorio, Próstata. Los nombres despectivos empiezan a abundar. El ser humano es un simio burlón, implacable. Una tía abuela paterna, Pepa, la simia más cruel que he conocido nunca, tenía dos sobrinas, ciegas de nacimiento, hijas de su hermana Concha, a las que llamaba «las bizcas de Concha».
El apodo de Old Fart del inglés, o Viejo Pedorro, es el mejor para mi gusto, aunque aquello de Próstata no está mal, tampoco. Y «bizco» es como voy a quedar dentro de poco."(...)

Tomás González. La luz difícil. Ed. Sexto piso. 2023.
Théodore Géricault. Alienada con la monomanía de la envidia. 1820.

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