Lo poco que daba de sí lo derrochaba en énfasis.
Cuando se le pasó el efecto del licor café, el candidato fue consciente de que seguía en la oposición.
Se gusta mucho y, la verdad sea dicha, no hay motivo.
Las herramientas siempre están a punto. No hay mucha prisa.
Cuando se desabrochan más botones de los habituales y se sacan por fuera los faldones de la camisa… malo, malo.
Corto, más que cualquier otra cosa.
Cuando se le pasó el efecto del licor café, el candidato fue consciente de que seguía en la oposición.
ResponderEliminarSe gusta mucho y, la verdad sea dicha, no hay motivo.
ResponderEliminarLas herramientas siempre están a punto. No hay mucha prisa.
ResponderEliminarCuando se desabrochan más botones de los habituales y se sacan por fuera los faldones de la camisa… malo, malo.
ResponderEliminarCorto, más que cualquier otra cosa.
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