viernes, 20 de junio de 2014

Los mártires contemporáneos de Bill Viola

Bill Viola. Dibujo preparatorio para Mártires, retablo políptico instalado en San Pablo de Londres.
Se ha instalado en uno de los ábsides de la catedral de San Pablo, de Londres, un retablo de Bill Viola titulado Mártires compuesto por cuatro pantallas de plasma dispuestas verticalmente en las que otros tantos individuos identificados con los cuatro elementos de la naturaleza clásica (la tierra, el aire, el fuego y el agua) van pasando paulatinamente de la plácida calma hasta la atormentada agitación, manteniendo una actitud imperturbable, estoica, sin cambiar su resuelta determinación.  
Ejemplifican, en palabras de Viola, la capacidad humana para soportar el dolor, las dificultades y la muerte manteniéndose fieles a los valores, creencias y principios propios. Gente de otra época, evidentemente.
Bill Viola. Mártires. Tierra. 2014.
Sus protagonistas son las mismas personas anónimas -sin atributos- que vemos a cualquier hora en los medios de comunicación, sin prestarles (por ya demasiado vistos, por banalizados) ninguna atención, sin concederles la mínima empatía. 
Bill Viola. Mártires. Aire. 2014.
Son víctimas del destierro, de las calamidades naturales, de la guerra, del mal trato, de la codicia ajena, de la enfermedad, de los viejos y nuevos apocalipsis que cabalgan a sus anchas.
Bill Viola. Mártires. Agua. 2014.
Esos mártires de cada día ya no son ejemplo de virtudes. Solo un incordio reiterado que evitamos en favor de nuestra adormecida mala conciencia. No queremos ser testigos -ni desde lejos- del martirio de tanto inocente.
Bill Viola. Mártires. Fuego. 2014.
El trabajo de Viola recuerda otros anteriores suyos, en los que ha recurrido a la ralentización de las imágenes en movimiento como medio de cambiar -profundizando- nuestra percepción de las acciones representadas. Y al cambiar la sensación del tiempo, este se convierte en un valor estático apropiado para la contemplación reflexiva.

Catedral de San Pablo. Londres.
Afinado del órgano y sonidos ambientales. 06.2014.

En mi opinión es un acierto que los siete minutos de las cuatro acciones paralelas no tengan banda de sonido propio. Se lo aporta, permanentemente cambiante, el rumor constante del templo, enriquecido en esta grabación por el generado en la afinación del órgano, que le añade una dimensión minimalista y ascendente muy atractiva.
Bill Viola. Mártires. 2014. El retablo "esencial".























Su ubicación y su intención es la propia de los retablos cristianos tradicionales, aunque su tratamiento descontextualizado -aséptico- le da validez y utilidad ecuménica, más allá de credos y hagiografías concretas.
Las grandes religiones -como cualquier otra máquina de poder y prestigio- han recurrido siempre al arte para confirmar su visión del mundo y atraer opiniones y voluntades. Esta operación londinense (que se completará enseguida con otro retablo paralelo de Bill Viola dedicado a María) está en la mejor tradición de mecenazgo, que ha ligado la columna vertebral del arte (en cualquier latitud y bajo cualquier advocación) a la propagación de la fe. Pero el tratamiento frío y antirretórico que Bill Viola da a estos mártires laicos nos enseña que la piedad, el anhelo de justicia y el sentimiento compasivo no son valores exclusivamente cristianos ni específicamente religiosos, sino valores de civilización, profundamente humanos. 
Ubicación del retablo de los Mártires en San Pablo de Londres.
En otras latitudes (por ejemplo en la Almudena de Madrid) se recurre a otras estrategias. Para ellos. Que con su pan se lo coman.

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