jueves, 10 de abril de 2025

Epitafio

Ben Jakober. Fragmento de lápida en el museo Sa Bassa Blanca, en Alcúdia. Foto F.G. 03.2025.
En el jardín de esculturas del museo Sa Bassa Blanca, en Alcúdia, hay instaladas varias lápidas del coleccionista y escultor Ben Jakober. Por la actual coyuntura, en la que el mundo se está convirtiendo en una broma pesada y cruel sin ninguna gracia, destaca especialmente la que lleva grabada la inscripción Sin justicia, sin verdad, sin realidad, epitafio que podría pasar por el emblema aspiracional de la confederación de plutócratas mafiosos que, parapetados tras el patético payaso naranja, aspiran a imponer un nuevo orden mundial a la medida de su ambición y de sus intereses y prejuicios reaccionarios.
Hasta hace poco esos "principios" se ocultaban, camuflados tras proclamas filantrópicas, pero ahora se alardea de las prácticas delincuentes, contrarias al derecho internacional, la verdad contrastada, la ciencia y los lentos avances de la civilización.
El cinismo nos invade, y el arte es una buena forma de denunciarlo y combatirlo, poniéndolo en evidencia.
El poeta, tipógrafo y escultor Ian Hamilton Finlay dedicó a ese combate buena parte de su vida, sirviéndose, entre otras muchas armas, de la construcción de un jardín cerca de Edimburgo, al que llamó Little Sparta.
Ben Jakober. Lápida en el museo Sa Bassa Blanca, en Alcúdia. Foto F.G. 03.2025.

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