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| F.G. Una mañana en La Salvé, en Laredo. 07.2024. | 
Wittgenstein y cualquiera mínimamente despierto, porque a la vista está en cualquier circunstancia.
Con la arena todas las posibilidades están abiertas y siempre al alcance de la mano. 
Y para acudir a donde no se llega a la primera están la imaginación y los sueños.
 



 
Somos como niños. De hecho, somos niños. Y es lo mejor que nos puede pasar.
ResponderEliminarMás nos vale.
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