Kazimir Malévich. Cuadrado negro. 1913-15.. |
Si en una rueda de prensa el compareciente repite cuatro veces una información, algo pasa. Seguro que el emisor no es un pico de oro, pero igual de seguro que tiene intención de colar de matute gato por liebre.
Kazimir Malévich. Plano en rotación, llamado círculo negro. 1915. |
La cosa se remacha otras cuatro veces en la nota de prensa elaborada al efecto, en la que se da cuenta y se fija el “evento”. El profesional que la redacta somete sus cualidades a algo que aprendió de pasada en la Facultad de Periodismo, pero que pone en práctica cada vez más a menudo desde que trabaja en un gabinete de prensa, lo que le mantiene activo en un oficio avocado al paro: es el sexto Principio de la Propaganda elaborado por Joseph Goebbels, conocido como Principio de Orquestación, y que sostiene que "la propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”.
Kazimir Malévich. Pintura suprematista. Cuatro cuadrados. 1915. |
Al día siguiente, los medios colocan como “información” y por tierra, mar y aire el resultado de la chapucera manipulación, pero la prueba ha sido superada, y se hace realidad otro principio de la comunicación igual de certero, pero más desencantado: "si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad".
Kazimir Malévich. Cruz negra. 1915. |
La mentira, impresa y difundida, se ha hecho noticia y habita entre nosotros.
Kazimir Malévich. Composición suprematista. Blanco sobre blanco. 1918. |
Todos contentos.
Aunque siga siendo un embuste.
Porque, ¿a quién le importa?
Aunque siga siendo un embuste.
Porque, ¿a quién le importa?
ajajaja... ¡qué atinado! Eres del todo consciente que «cuadrado negro sobre fondo blanco» ocupaba el vértice donde confluyen techo y paredes en la propia habitación de K.M., el mismo que quizás días antes ocupaban los iconos rusos, justo encima del cabecero de su cama. Algo parecido al lugar que ocupa en los bares el televisor, sea plasma o aún de tubo. Prepárate que la desintegración es imparable. Poco se equivocaba K.M.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Te felicito por la metáfora elegida para ilustrar el blanqueo de las negras mentiras. Y me alegra que la reproducción del cuadrado blanco sobre fondo blanco que has elegido sea tan buena porque nos permite ver que, por mucho que lo intenten los de la propaganda, la mancha negra de la mentira termina aflorando.
ResponderEliminarGracias por la entrada. Nos sube la moral.
Felicidades por la elección de la metáfora suprematista para ilustrar el blanqueado de las mentiras.
ResponderEliminarMe alegra además que la reproducción del cuadrado blanco sobre fondo blanco sea tan buena porque nos permite ser optimistas respecto a que las mentiras de la propaganda terminan descubriéndose: hasta el blanco es transparente.
Gracias por regalarnos tu mirada sobre la vida.
Un saludo
pues contentos todos no, hay mucho descontento a mi alrededor, tanto que el intento de ser feliz se convierte en una lucha casi armada, aunque es lo más inteligente que podemos hacer, eso sí, sin mirar tv y sin leer diarios,
ResponderEliminarun besito,
gracias