Allen Ginsberg en 1953. |
"Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura, hambrientas histéricas desnudas,
arrastrándose por las calles de los negros al amanecer en busca de un colérico pinchazo,
hipsters con cabezas de ángel ardiendo por la antigua conexión celestial con la estrellada dinamo de la maquinaria nocturna,
que pobres y harapientos y ojerosos y drogados pasaron la noche fumando en la oscuridad sobrenatural de apartamentos de agua fría, flotando sobre las cimas de las ciudades contemplando jazz,
que desnudaron sus cerebros ante el cielo bajo los puentes y vieron ángeles mahometanos tambaleándose sobre techos iluminados
(...)"
Así empieza, en la versión castellana de Rodrigo Olavarría, el poema Howl (Aullido), publicado por Allen Ginsberg en 1956.
Algunos de los sospechosos habituales de la Beat Generation, en 1956, delante de la librería City Lights, de Lawrence Ferlinghetti. |
Allen Ginsberg lee Howl (Aullido) en el
Círculo de Bellas Artes, de Madrid, en 1993.
Escuchar su lectura en la voz de Ginsberg, oír esas largas melopeas con poderosas visiones entre lo místico y lo sórdido, ese estilo declamatorio lleno de ritmo y tan musical, nos lleva inmediatamente a las canciones de Bob Dylan (una especie de hermano pequeño al que enseñó mucho, pero del que aprendió bastante) y de buena parte de lo mejor del rock americano.
William Burroughs en 1953. |
Jack Kerouac en 1953. |
Las fotos de esta entrada son de los años de gestación del poema, y retratan a su entorno creativo y afectivo más próximo (proscritos perseguidos en aquella época, luego convertidos en referencias creativas para la contracultura de medio mundo) en los lugares descritos en los versos, en Nueva York y San Francisco.
Neal Cassady y Natalie Jackson en 1955. |
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