martes, 28 de octubre de 2014

Planta Baja abierta a la calle

Aurora León. Planta Baja. 2013.

Algo habremos hecho mal los que de una u otra forma nos dedicamos profesionalmente a los asuntos culturales (como creadores, como distribuidores de contenidos o como simples mediadores) para que los ciudadanos no hayan percibido con la misma claridad que han demostrado respecto a la sanidad, la educación o los servicios sociales, que los drásticos recortes de los presupuestos públicos dedicados a la cultura (y las subsecuentes desviaciones de buena parte de las sobras hacia nichos de actividad solo tangencialmente ligados a ella) les afectan de la misma manera y que quizá, a medio plazo, les afectarán más profundamente.
Por eso es muy de agradecer que surjan del páramo en el que todo esto se va convirtiendo iniciativas particulares preocupadas por lo público y alejadas de la vacua retórica de “los emprendedores”. 
Teresa Rodríguez. Planta Baja: una luz en el barrio. 2013.
Hoy vamos a hablar de Planta Baja, un espacio de uso múltiple y gestión flexible impulsado por los arquitectos Aurora y José Miguel León con la inapreciable colaboración de la historiadora Maite Bellido, abierto desde hace poco más de un año en la calle de la Cigüeña, en el “barrio árabe” de Logroño,  al abanico de intereses culturales y sociales de cualquier persona atenta a la plural realidad que nos rodea: el arte en todas sus manifestaciones, la reivindicación de los precursores del diseño español en los años sesenta (en cuanto a mobiliario, objetos, publicidad, tebeos,...), el consumo sostenible, el reciclaje, los libros y la ciudad en cualquiera de sus manifestaciones.
Carlos Rosales. Planta Baja. 2013.
Se trata de un proyecto arriesgado y sin ningún apoyo institucional, que ha hecho de las exposiciones y el debate sus ejes estratégicos, y va ganando paulatinamente la complicidad de los agentes culturales (sobre todo de los artistas) y del vecindario, labor tan meritoria como difícil en un barrio depauperado con tendencia a la marginalidad.
Esa forma de gestión abierta y dinámica, apoyada en parte por una amplia red de discreto “micromecenazgo”, permite a los impulsores conseguir logros sorprendentes sobre los que es bueno poner el foco para que no pasen desapercibidos al conjunto de la ciudad y sean aprovechados como las oportunidades que realmente son.
José Miguel León. Usos privados de espacios públicos.

Sin ir más lejos (y por no recurrir a enumerar la ya notable nómina de artistas consagrados y jóvenes que han gozado de su hospitalidad en tan corto periodo de tiempo), hay en estos momentos una exposición doble que bajo el título “La calle, espacio común” agrupa los trabajos del grupo de investigación Habitar (de la Universidad Politécnica de Barcelona) y de 2L arquitectos, coincidentes en la intención de analizar los usos que los ciudadanos damos a los espacios públicos, que están diversificándose y cambiando aceleradamente regidos por una dialéctica público-privada en la que quien tendría que establecer las normas y aplicar las reglas del juego a menudo está desbordado por la mudable realidad o directamente sometido a los lobbys de los intereses privados, que no ven en lo público más que una posibilidad de negocio rápido. Un buen tema para reflexionar.
José Miguel León. Hacer la calle.
Planta Baja se va construyendo sobre la marcha en lo que desde el principio ha querido ser: un lugar de cultura y debate, abierto, como un observatorio privilegiado, a la calle y a los que la habitan.
José Miguel León. La calle cambia de color y olor.
Quizá por ahí, con iniciativas de este tipo, de manera libre, paulatina, informada y sin servidumbres, se pueda ir recuperando (al menos en parte) la deseable sintonía perdida entre la cultura y los ciudadanos.
José Miguel León. La calle como mercado.
Lo que no exime a la administración, tal como indica nuestra Constitución, de su responsabilidad en el fomento de la cultura como bien común y en su gestión profesional. 
Anna Sodupe. La calle y el juego.



 (Publicado en Rioja2 el 31.10.2014)




4 comentarios:

  1. Tienes razón. ¿Cuántas actividades culturales se hacen en esta Rioja de nuestros pecados y nuestros amores por iniciativa privada? Un montón y todas sin más interés que mantener viva la llama de la Cultura sin obtener a cambio otra cosa que la satisfacción de ver cómo, otros con tus mismos intereses, te lo agradecen y acuden a tu convocatoria, como es el caso de Planta Baja. ¡Bien por José Miguel y Aurora!
    Besos, Rosa

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  2. Como en alguna ocasión hemos manifestado ante quienes nos visitáis y venís a PLANTA BAJA, este pequeño proyecto pretende ser algo para compartir, a la par que quiere contribuir a hacer más densa esa sutil red de iniciativas privadas, y ojalá recuperemos pronto las públicas, para extender la reflexión y el debate sobre la cultura y la ciudad. Sobre ambos aspectos, transcurridos algo más de un año, estamos muy satisfechos y queremos seguir estándolo, y ello ha sido posible, y lo seguirá siendo, gracias a vuestra compañía. Con amigos y profesionales como Pachi es muy grato continuar este viaje. Aurora y José Miguel León.

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  3. Me nos mal que existe Planta Baja, Miracomosuena...... yo, muyyyy fan
    Teresa

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  4. jirones en la niebla
    muy de agradecer
    jm

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