lunes, 24 de junio de 2013

Escalera al cielo

La escalera, por su valor práctico y simbólico, ha sido asunto recurrente en la historia del pensamiento y del arte. Oscar Tusquets comisarió una magnífica exposición en el Centro de Cultura Contemporánea, de Barcelona, en la que presentaba toda la riqueza formal y la sofisticación a la que se había llegado con un elemento esencialmente utilitario. 
Mucho más modesto, y como complemento de una anterior entrada, miracomosuena trae cuatro ejemplos de sencillas escaleras portátiles evidentemente relacionadas entre sí.
La primera, de Joan Miró, recoge y resume la fascinación del surrealismo por los cachivaches de todo tipo y las asociaciones sorprendentes.
Joan Miró. Perro ladrando a la luna. 1926.
Milton Glaser confesó su admiración e inspiración directa en la obra de Miró cuando presentó este cartel para la escuela de música Juilliard. "(...) sugiere la idea de aspiración y creatividad. Me acordaba de un cuadro de Miró que utiliza una escalera que conduce al cielo. Si vas a robar, roba a los mejores". Un buen lema para una escuela, sea de artes o de negocios.
Milton Glaser. Cartel para la Juilliard School of Music. 1988.
La devoción de Antoni Tàpies por el maestro, explícita aunque sorda, nos dio este bello fruto:
Antoni Tàpies. La escalera. 1974.
El matrimonio ParkeHarrison, Robert y Shana (bajo cuya protección y llamada fotográfica Escucha la tierra pusimos en marcha este blog) recuperan todo el misterio del punto de partida.
Robert & Shanna ParkeHarrison. Limpiador de nubes. 2002.
Y sin comerlo ni beberlo ya estamos en el solsticio de verano, en lo más alto de la escalera de tijera que es el ciclo solar. Así que, queridos visitantes, aprovechad los días, que desde hoy empiezan a menguar, y día que pasa no vuelve.

No hay comentarios:

Publicar un comentario