Julian Schnabel. 1978. |
Le Corbusier aspiraba y predicó toda su trayectoria por la organización de las casas como "máquinas para habitar". El ideal se ha convertido a lo largo del siglo en norma generalizada (con más o menos fortuna práctica y estética), y cada máquina doméstica ha sido invadida a su vez por un sin fin de máquinas menores, algunas imprescindibles y la mayoría inútiles y hasta tóxicas. El lavavajillas, más allá de su discutible necesidad, es una fuente acústica (y acuática) que enriquece con periodicidad variable la vida sonora de casi todos los hogares modernos. Pero hoy no vamos a hablar de aceleraciones y centrifugados, sino de la extracción de los cachivaches ergonómicamente dispuestos, una vez acabado el proceso electroacústico.
Vaciado del lavavajillas. 2.06.13.
Esta performance de andar por casa tiene dos intérpretes y una cantidad moderada de vajilla doméstica de porcelana y acero inoxidable, con morfología diversa. Se ha evitado el cristal, de mucho efecto sonoro, pero deteriorable por la abrasión del proceso.
Mona Hatoum. 1993-1998. |
Poco se ha hablado hasta ahora de las cualidades acústicas de la porcelana, de su vibrante percusión, elástica, perdurable y obstinada, que nos regala en esta ocasión un sonido perfecto que sería muy del gusto de los baterías de free-jazz. Los metales, con su brillo intenso, enriquecen y aligeran el resultado del conjunto.
Andy Warhol. 1970. |
Después de la fase de "acumulación primitiva" sobre la encimera de la cocina se pasa, sin solución de continuidad, al traslado y depósito en los armarios, un breve movimiento muy contenido que nos avanza el previsible reposo posterior de los ejecutantes, entre los que cabe destacar el brío demostrado por la parte femenina.
Meret Openheim. Desayuno forrado. 1936. |
No se rompió nada.
Notable pieza ruidista desconocida para mí, que soy un clásico de fregadera. Felicite a los intérpretes por su brillante dinamismo.
ResponderEliminarDon Limpio.