jueves, 27 de junio de 2013

A pesar de todo...

... que no nos amarguen la vida.
Somos animales de memoria, pero también de afectos que se concretan y renuevan en rituales, ceremonias y costumbres. La amistad viene de muy lejos, y ha superado las habituales pruebas de distancia, tiempo, interés, pereza y novedad. Sorprendentemente, y eso solo se aprende cuando se vive, lo que más nos une es lo que hemos perdido sin remedio, y reunirnos nos sirve para reavivarlo, casi siempre sin necesidad de mención.
Tenemos citas fijas, ineludibles, y con lo que las disfrutamos no nos explicamos por qué no nos vemos mucho más a menudo. Pero está bien que sea así. Sin rutina.

  Edouard Manet. El bar del Folies Bergère. 1882.

El marco de la reunión es variado. Esta tarde de comienzo de verano, como cada año, en la calle de San Juan, muy venida a menos por la repercusión de las medidas gubernamentales contra todo lo que se menea. Estamos como en familia, con el añadido de la charanga y algún turista japonés sorprendido ante la orquesta que toca a pie de calle sin apenas público.


Charanga en la Travesía de San Juan. 24.06.13.

Parece que el corneta tuviera cierta urgencia y toca como si tocara a diana, a fagina o el "toque de infantes".

Alexander Rodchenko. Pionero con trompeta. 1930.

Nosotros, mientras tanto, a lo nuestro, libando en la múltiple rueda de la conversación que se teje y se deshace.
Y de vez en cuando, brindamos.


Brindis de amigos en la Calle del Cristo. 24.06.13.

Ya de retirada, volvemos a encontrar la charanga tocándole al solitario dueño de un bar de la calle del Carmen la ranchera Prisionero de tus brazos, de Antonio Aguilar : "Si la muerte me la dieras tú / con desprecio de tu corazón, / si la cárcel me la dan tus brazos / no habrá prisionero / más feliz que yo". Sarna, con gusto, no pica.


La misma charanga, dos horas después. 24.06.13.

Harry Callahan. Detroit. 1943.

¡Ándale, no más!. 
A todos nos ha hecho efecto la fiesta báquica.



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