viernes, 14 de junio de 2013

El futbolín

Jugar al futbolín es como andar en bici: si llegaste a aprender, nunca lo olvidarás. Es un conocimiento acumulativo y de respuesta automática. Siempre partes del punto en el que lo dejaste, y a partir de ahí no cabe sino mejorar. Aunque hayan pasado años.
Puedes tener más o menos flexibilidad o reflejos, pero cuando coges los mandos de las barras te pones directamente en tu máximo nivel histórico de eficiencia competitiva.

F.G. Rivas de Tereso. 06.13.

F.G. Rivas de Tereso. 06.13.
Medirse al futbolín con otras generaciones o con otras escuelas, con otras tradiciones, tiene algo de confrontación ideológica, de ejercicio del “contraste de pareceres”. Y en general, como en la vida, se admiten las malas artes y trapacerías de los antagonistas (con las que se cuenta de antemano) siempre y cuando no salpiquen ni entorpezcan el discurrir normal del juego. 


Partido de futbolín en el cumpleaños de Alicia.

La única norma infranqueable es que continúe la diversión.

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