miércoles, 31 de diciembre de 2014

Campanadas de fin de año


Annemarie Heinrich. El reloj.
Parecía que no tuviera fin la abundancia de vino y rosas, pero esos días han pasado en un abrir y cerrar de ojos.
Rafael Navarro. La presencia de una ausencia (I). 2011. Nota manuscrita del fotógrafo Manuel Álvarez Bravo, fallecido a los 100 años.

La engañosa apariencia se ha desvanecido, y si algo queda  es bien poco, y no muy bueno.
Rafael Navarro. La presencia de una ausencia (8). 2011. El reloj del fotógrafo Manuel Álvarez Bravo.

Cada día es un regalo y cada hora puede ser la última. Vivamos, pues, con la intensidad que requiere y se merece tan efímero botín.
Campanadas de mediodía en la 
Catedral de Salamanca. Julio de 2014.
F.G. Esfera de reloj en el campanario de la catedral de Huesca. 07.12.2014.


"Al irnos no sabemos jamás que nos marchamos

y bromeamos al cerrar la puerta.

El destino, siguiéndonos, detrás, echa el cerrojo

y ya no hablamos más."


Emily Dickinson.
Poema 1523. (Versión de Lorenzo Oliván).
Recogido en La soledad sonora. Ed. Pre-textos, 2001.


Feliz año nuevo, queridos amigos.


5 comentarios:

  1. Perfectas campanadas, con los cuartos y las horas bien marcados. Y sin Ramonchu y tal.
    Feliz año, pues.

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    1. Con las campanadas a mediodía se ve todo mucho más claro.

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  2. Feliz año... Y buen salto!!!!!
    Nos vemos al otro lado.
    H

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  3. Digámosle al editor lo que le decían los feligreses al cura de Abadiano: si hay que morirse, se muere uno, pero, por favor, ¡no nos acojone!

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    1. Morirse es lo último, y puede esperar.
      Feliz entrada y salida.

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