Fernando Pessoa. Libro del desasosiego. (Traducción de Perfecto E. Cuadrado). Acantilado. Barcelona, 2002.
Patricia Gadea. Serie "Atomic Circus". M.N.C.A. Reina Sofía. Foto de F.G. 11.2014. |
En estos últimos meses, y a propósito de las novelas de Antonio Muñoz Molina y Javier Cercas, se está hablando mucho acerca de si la realidad puede ser la materia prima de la creación artística y literaria (si quiere ser digna de tal nombre) o si esta debe construirse necesariamente a partir de la ficción. Un debate interesado, reiterativo y gratuito.
La historia (o los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa, como diría Juan de Mairena) no deja de ser un relato más o menos documentado y solo aproximadamente verídico. Una creación literaria, en definitiva.
El ejemplo paradigmático de la no-ficción es, como sabe cualquier interesado por el pasado, completamente ficticio: otro género literario. Por no entrar a valorar el periodismo, donde trascender de la propaganda y la intoxicación cada vez es más difícil.
Patricia Gadea. Serie "Atomic Circus". M.N.C.A. Reina Sofía. Foto de F.G. 11.2014. |
Ahora, cuando el circo de tres pistas donde era tan fácil enriquecerse se ha desmontado y ha abandonado la ciudad, el erial sigue siendo lo que era, perdido su momentáneo esplendor.
Adelaide Herrmann. Suspensión aérea. Circa 1930. |
Tenía razón Pessoa: lo más próximo a la verdad es el circo y el teatro. Sigamos, pues, con la novela.
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