miércoles, 26 de noviembre de 2014

¿Qué hacer con tanto vinilo?

John Cusak (Rob Gordon), disquero febril en Alta fidelidad, de Stephen Frears (2000), basada en la novela de Nick Hornby.

Los discos de vinilo, digámoslo claro y rápido, están sobrevalorados. Pero están de moda. Cuenta Diego A. Manrique que la mayor parte de sus compradores actuales son jóvenes (varones) que ni siquiera tienen tocadiscos, de lo que podríamos deducir que no valoran primordialmente sus cualidades acústicas, sino la exclusividad de un objeto de prestigio relativamente barato.

Hace poco vimos por aquí qué se puede hacer con las portadas de los discos de larga duración. Ahora, si por vuestra mala cabeza seguisteis aquellas disparatadas indicaciones emulando a Christian Marclay, tenéis un problema considerable: ¿qué hacer con los vinilos sin portada?. Desde miracomosuena, especialistas en resolver problemas inexistentes, os proponemos unas cuantas soluciones creativas para salir del paso.
Carlos Aires. Face to face with death.

Por ejemplo podéis troquelar toda la discoteca, buscando motivos gráficos que tengan que ver con el contenido musical o la efigie de vuestros héroes y heroínas, sean estos Jimi Hendrix,
Alejandro de Antonio Fernández. J.H.
 la reina Isabel II
.Keith Haynes. GSTQ orange vinyl.
o la relajada Madonna en clase de conocimiento del medio.  
Carlos Aires. Love is in the air (detalle).
También podéis utilizar vuestra colección para suplir esa tarima tan hecha cisco después de la última inundación, 
Christian Marclay. Instalación con vinilos en el MoMA.
o para empapelar un trozo de pared con los lomos de las portadas, en degradado rothkiano,
David Ellis.
 o para impermeabilizar y aislar una zona húmeda con las "galletas" informativas,
Siemon Alen. Etiquetas.
o ampliándolos completos para no perder detalle de su fino y micro surco.
Siemon Alen. Discos.
Si sois muy, pero que muy, aficionados a las superficies estriadas, negras y brillantes, podéis reciclar vuestra colección de cassettes y con tiempo y buen pulso construiros un neodisco de mucho efecto, aunque de difícil reproducción.  
Gregor Hildebrandt. Cassette + disco + LP hecho de banda magnética de doce pulgadas.
Y si no encontráis el disco al que tanto cariño teníais y que el desaprensivo de vuestro amigo Raúl (junto a otros cuantos casi tan raros y apreciados) nunca os devolvió, pues vais y os lo pintáis.
Jean-Michel Basquiat. Now´s the time. 1985.

El caso es que no pare la música.






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