viernes, 14 de noviembre de 2014

La voz de las ballenas, o por allá resoplan


El submarinista de miracomosuena departiendo amigablemente con un cachalote (Physeter macrocephalus).
(Physeter macrocephalus

(Physeter macrocephalus

Estos asombrosos mamíferos fusiformes e hinchados han dado mucho que escribir y que soñar a lo largo de la historia. En literatura inspiraron todo un género, con ambiciones e intención variada, y han sido tradicional sujeto protagonista de juegos fantásticos y ensoñaciones infantiles.
De un tiempo a esta parte se han podido grabar y estudiado los ruidos que generan, que han sido apreciados como cantos y gritos, y considerados por los especialistas como un “lenguaje” lleno de variedad, dentro del que se distinguen sorprendentes armonías espontáneas, utilizadas con éxito en ciertas terapias de relajación nerviosa.
Trae hoy miracomosuena dos ejemplos para disfrute de curiosos en general y de músicos aleatorios en particular:

Grupo de orcas.

Pequeño grupo de orcas en las Islas de San Juan (junto a Seattle).
El canto de las ballenas. Frémeaux & associés. 1992.
La orca, a pesar de que los anglosajones la llaman “ballena asesina”, es un enorme delfín que puede llegar a medir 10 metros de largo. Se la encuentra en mares fríos, templados y cálidos, pero siempre cerca de las costas. Emite una amplia variedad de sonidos, que van desde ruidos secos y fuertes hasta suaves latidos, y diversos tipos de llamadas agudas y penetrantes.

Ballena jorobada.



Ballenas jorobadas en las islas Hawaii.
El canto de las ballenas. Frémeaux & associés. 1992.
La ballena jorobada, llamada también rorcual jorobado o megaptero, puede llegar a los 18 metros de largo y pesar 40 toneladas (ya sabes, querido lector, que, como cuenta el viejo chiste de filólogos griegos y “la misma palabra lo dice”, tone lada equivale a mil quinientos kilos) y viaja de las aguas polares donde se alimenta a las tropicales para reproducirse, haciendo uso de unas sorprendentes (aunque limitadas) dotes para el vuelo, que aprovecha para respirar.
Emite un canto poderoso identificable por los marineros, además de chasquidos y gemidos, y, según en qué océano viva, tiene lenguajes diferentes, equivalentes a “dialectos locales” como si de pájaros u hombres se tratara.
Julián Pérez. Ballena varada en la ría de Huelva, tras ser remolcada a puerto por la Guardia Civil. 2014.

 Este conglomerado de prodigios gigantescos, que agrupa a unas ochenta especies de cetáceos, está gravemente amenazado en su conjunto y con varias de ellas en vías de extinción. Además de la caza excesiva por parte de japoneses, noruegos e islandeses para su explotación comercial e industrial, padecen como pocos el avance del "progreso": vertidos químicos, plásticos, calentamiento global y disminución de la capa de ozono las van matando poco a poco.
Pero lo que más sorprende y más daño les hace es la confusión, la sordera y la desorientación fatal que produce en sus sofisticados cerebros el tráfico marítimo militar y comercial, que utiliza en el sonar que rige los modernos sistemas de navegación técnicas de impulsos infrasonoros muy parecidos a los que ellas fueron desarrollando a través de la evolución de la especie. 


Así que mal plan tenemos, las ballenas y nosotros.

2 comentarios:

  1. Me ha alegrado mucho que, desde esta entrada, nos hayas remitido a esa primera declaración de principios de miracomosuena.
    Así, los que nos hemos incorporado tarde a la lectura del blog nos hacemos participes de tus intenciones.
    Gracias por tu curiosidad y por tu talento.

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    1. Gracias por venir a pasar un rato a esta ventana con vistas sobre parte de lo bueno de la vida.
      Y también por tu generosidad con los elogios.
      Echa la vista atrás y seguro que encuentras algo que te guste y, quizá, que te sirva.
      Salud.

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