El autor selecciona en lo que mira, acota y recorta un fragmento de territorio y lo enmarca, y así construye un paisaje. No hay nada más fiel para representar la naturaleza que la propia naturaleza. Nada tan "real".
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Lo natural se convierte de esta manera en el referente inmediato. Desde los albores del cubismo, hace más de cien años, ha sido así, y sus principales impulsores incluyeron en sus obras los materiales encontrados en su entorno sin necesidad de recurrir a su representación mimética, a su recreación. La inclusión de esos fragmentos de realidad era la mejor manera de analizarla y sintetizar. Ya no es imprescindible la cocina demorada del pintor, ni su oficio, ni sus artificios. Nada tan esencial como la naturaleza misma de las cosas, con la densidad adecuada, con su paleta completa.
En el caso de Naturaleza encerrada I y II el punto de partida es doble: unos marcos de hierro construidos por un escultor que no llegó a usarlos y dos placas de corteza de alcornoque de características muy diferentes en cuanto a densidad, porosidad, textura y color, seguramente por las condiciones climáticas de los bosques que los acogieron en alguna dehesa, por la vejez y diámetro de los árboles concretos de que proceden. Una, muy irregular, resultaría inútil para cualquier aprovechamiento práctico, pero es mucho más atractiva (por expresiva) que la otra, que podría haberse rentabilizado haciendo tapones para botellas de vino.
Una corteza, al fin y al cabo, no es otra cosa que una acumulación masiva de células muertas que se renueva cada nueve o diez años por la saca o pela, provocando su regeneración y la del árbol que la sustenta.
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| F.G. Naturaleza encerrada I. 2025. |
Las pieles de los alcornoques, sumamente expresivas, están llenas de marcas y accidentes, de adherencias, de heridas profundas, de señales significativas, de cierta elasticidad que posibilita su inclusión en un rígido marco predeterminado al que se acomoda y que a veces logra desbordar. Como la vida del espectador, probablemente, que se ensimisma en los matices como si echara la vista atrás y contemplara su propia biografía.
(Las puedes ver en la Casa de los periodistas, de Logroño, hasta el 23 de diciembre de 2025, dentro de mi exposición breves bellezas muertas).





Son de una belleza extrema, con una mirada limpia y pensamiento universal. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarGracias, querido maestro. Valoro mucho tu criterio. Y tu generosidad.
Eliminar¿Qué necesidad de imitar a la naturaleza si la tenemos a nuestro alcance?
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