martes, 30 de diciembre de 2014

Las hojas del periódico

Joan Brossa. Burocracia. 1967.
"Cuando pasa cierto tiempo uno se da cuenta de que todos los periódicos son amarillos".





Karl Blossfeldt. Aristolochia Clematitis.
"Leía los periódicos y después se lavaba las manos como Pilatos".


Robert Mapplethorpe. Hoja. 1989.

"La muerte de todo gran escritor genera automáticamente una pésima literatura necrológica en los periódicos".







Anna Atkins. Algas. Cianotipo. 1843.

"Hay periodistas que tienen tanto oficio que consiguen escribir su columna diaria sin utilizar el cerebro".





Rafael Navarro. Testigo (1). 2010.
"Hay artículos de periódico tan flemáticos que, cuando uno los lee, acaba sospechando que tienen que estar escritos necesariamente por un imperturbable fumador de pipa".




Mike & Doug Starn, 2007.

Estos aforismos "de a diario" están seleccionados entre los recogidos por el poeta Ramón Eder en su libro La vida ondulante (Renacimiento. Sevilla, 2012). En su opinión, "la sensibilidad actual rechaza la solemnidad y las grandes palabras. Y desde un punto de vista oblicuo y humorístico es, tal vez, desde donde mejor se puede analizar los mecanismos de las acciones humanas sin caer en el moralismo, ni en el aburrido tono sentencioso, ni en la estéril grandilocuencia".

Y siempre con la precisión requerida para meter el dedo en el ojo.


2 comentarios:

  1. Las hojas, en nada, hojas muertas son. Como el periódico de ayer. Como las pequeñas historias de nuestras vidas.

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  2. Carne de obituario, en el mejor (¿?) de los casos.

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