lunes, 20 de abril de 2020

Salto a la fama

Koenraad Dedobbeleer.
Toda la vida había soñado con protagonizar un acontecimiento mundial y, por fin, sin comerlo ni beberlo, cuando menos lo esperaba, cuando ni siquiera le venía bien porque tenía otras cosas que hacer, lo consiguió: formó parte (con muchos otros, eso sí, y cada uno en su casa, todos en perfecta sincronía) del mayor confinamiento que los tiempos vieron.
Richard Billingham. 1995.

3 comentarios:

  1. Mucho más de quince minutos de fama. Acaban por hacerse largos.

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  2. Parece que el padre de Richard Billingham se ha traspuesto en plan egipcio. Menuda cámara apropiada para viajes a ninguna parte.

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