Muy rara.
Como, si dijéramos, al despiste.
Con cierto aire de clandestinidad,
y con un punto acelerado, de improvisación, lo que llama especialmente la atención en un rito que se renueva cada año siglo tras siglo.
Y, a pesar de todo, no deja de ser agotadora.
En fin: el domingo será de Resurrección.
A ver si es verdad.
(Todas estas fotografías fueron hechas por Josef Koudelka a lo largo de la década de 1970. Una década, por cierto, también bastante rara, en la que, por haber, hubo hasta milagros)
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