lunes, 5 de octubre de 2015

Bestiario de la rentrée


Thomas Robson. (A partir del retrato de Giuseppe Verdi pintado por Giovanni Boldini).

Pompas fúnebres. 
Entró afirmando que "de todo se sale" y, efectivamente, así fue. Él, en concreto, por la gatera.




Thomas Robson.
Autoestima. 
Por ciprés se tenía aunque abrojo fuera.




Thomas Robson.
El arte de la guerra.  
¿Pretende de verdad asaltar los cielos o se conformaría con un realojo con derecho a cocina?




Thomas Robson.
Maniobras orquestadas en la oscuridad.
Su miserable pelea por conseguir una liberación económica demostró a las claras que seguía siendo esclavo de su ambición.




Thomas Robson.
Metamorfosis. 
Sorprendía a propios y a extraños que, siendo desde antiguo tan fino analista, no apreciara que su progresivo deslizamiento hacia “lo transversal” pudiera deberse a estar (¿desde siempre?) irremediablemente infectado por la denostada enfermedad infantil del populismo.





Thomas Robson.
Agencia de colocación.  
Nadie se explicaba por qué no la habían dedicado al fomento de la cría caballar, que era lo más acorde con sus capacidades. 


¿A que te suenan?
Se admiten identificaciones, aproximaciones y ruedas de reconocimiento.
(Esta entrada prolonga otra anterior sobre fauna local y tendrá continuación en breve plazo, porque de animales estamos bien surtidos. Paciencia, y barajar)

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