El grupo, en buena medida nómada, trabaja disperso y conectado fundamentalmente en red, pero en esta ocasión se han reunido en Lomos, seguro que debido a tres poderosos motivos: el magnetismo telúrico del lugar; la capacidad y entusiasmo de Lucía Loren (conocedora desde hace décadas de las virtudes especialísimas y de las amplias posibilidades de tan privilegiado enclave, que les habrá sabido transmitir a los demás con la convicción entusiasta de los enamorados); y la legendaria hospitalidad de Roberto Pajares “Pájaro”, capaz de hacer posible lo inverosímil como si fuera lo más natural, porque lo siente como necesario e imprescindible, importándole poco (aparentemente, nada) la incomprensión generalizada en que se desenvuelve. Una vez tras otra, durante décadas, viene logrando el asombroso milagro de poner en pie excelentes exposiciones sin otro recurso que el talento generoso y desprendido de los artistas seleccionados y su esfuerzo personal. Un santo laico, iluminado y tranquilo. Una bendición para cualquier lugar.
Ahí han llegado, de mundos viejos, nuevos y novísimos, los componentes del Zest Artists Collective (ZAC), artistas que colaboran en sus proyectos nómadas de intervención artística en el paisaje partiendo de una relación de respeto por el entorno natural. Sally Kidall, de Australia; Karen Macher, de Perú; la española Lucía Loren; Imke Rust, de Alemania/Namibia; Elena Redaelli, de Italia; y Karin van der Molen y el invitado especial Pat van Boeckel, de los Países Bajos, han venido para acometer la instalación Diálogo con las nubes, la primera exposición del grupo en España, un duro trabajo seguramente compensado por la satisfacción del encuentro personal tras el aislamiento de la pandemia y por la dimensión lúdica que propiciaron el lugar y la circunstancia.
En sus propias palabras, el proyecto da continuidad a la reflexión que ZAC ha mantenido en anteriores trabajos a partir del íntimo diálogo con la naturaleza. Conciben la ermita y su entorno montañoso como un espacio único para crear un tejido artístico complementario con la parte más espiritual del lugar, constituido desde hace más de seis siglos (la imagen titular es una talla del siglo XIV) como un templo de tradición religiosa y popular al que los fieles acuden con sus ofrendas para pedir bendiciones y milagros. Esta necesidad de conexión con “lo otro” (lo natural y/o lo espiritual), se celebra en este lugar como un acto sagrado y creativo, y la han materializado en sus instalaciones artísticas que relacionan con la historia del lugar. Han trabajado con lo que traían y con lo que han encontrado en la naturaleza y en las dependencias de la ermita, usando lo que les venía bien para sus propósitos y dejando algo que quizá pueda servir al que venga detrás, siguiendo las normas tácitas del lugar. Las obras expuestas recuerdan en buena medida las características formales de los exvotos tradicionales atesorados en la ermita, y también en su manifestación de retrospectivo regalo agradecido o presente favorecedor de gracias futuras.
En una de estas intervenciones específicas, las seis artistas conectan y expanden la sala de exposiciones hacia el exterior del edificio a través de “medallones simbólicos” que cuelgan desde las seis ventanas de la fachada principal de la ermita. En el interior y en los campos encontramos varias instalaciones que dan continuidad a la narrativa visual iniciada en los ventanales, y que nos invitan a profundizar en la honda conexión entre la naturaleza y lo sagrado, los rituales y sus concreciones en objetos propiciatorios o protectores.
En un misterioso espacio diferenciado a los pies de la ermita, el documentalista y videoartista Pat van Boeckel ha realizado una asombrosa videoinstalación con la colaboración de Roberto Pajares Pájaro, en la que recrean poéticamente la historia del lugar a través de las imágenes rituales, las manifestaciones etnográficas y los cantos religiosos. Este nuevo “milagro”, que compendia magistralmente el sentido profundo del lugar, recurre de nuevo al medallón simbólico como hilo mediador que facilita la relación física con la distante imagen sagrada.
En un misterioso espacio diferenciado a los pies de la ermita, el documentalista y videoartista Pat van Boeckel ha realizado una asombrosa videoinstalación con la colaboración de Roberto Pajares Pájaro, en la que recrean poéticamente la historia del lugar a través de las imágenes rituales, las manifestaciones etnográficas y los cantos religiosos. Este nuevo “milagro”, que compendia magistralmente el sentido profundo del lugar, recurre de nuevo al medallón simbólico como hilo mediador que facilita la relación física con la distante imagen sagrada.
En fin, este asombroso conjunto de hechos altamente improbables y difícilmente repetibles estará a nuestro alcance hasta el 4 de septiembre de 2022. La maravilla admira y sorprende al público que llega buscándola y al que se la encuentra inopinadamente. Nosotros coincidimos con los romeros del entorno serrano, que acuden a la ermita atraídos por las viejas devociones y perciben así que hay otras sensibilidades para relacionarse con el misterio; también con los bomberos forestales, expertos en cuidar la asombrosa naturaleza y en prevenir y minimizar los estragos generados por el antropoceno; y muy especialmente con los jóvenes montañeros que descubren intensa y simultáneamente y con toda la vida por delante “el sentimiento de la naturaleza”, la apremiante llamada del amor y las virtudes del arte. Dichosos ellos.
Ver en directo cómo se desarrolla este milagro es una oportunidad a tu alcance que no deberías perderte.
Felicidades a todos, y gracias por los dones recibidos.
Ver en directo cómo se desarrolla este milagro es una oportunidad a tu alcance que no deberías perderte.
Felicidades a todos, y gracias por los dones recibidos.
Maravilla!! Gracias por la avanzadilla!
ResponderEliminarPájaro, qué alto vuelas!!!
ResponderEliminarToda el conjunto irradia poesía y arte.Gracias Pájarito, por mostrarme tanta belleza
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