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Cristóbal Hara. Escondite.
Manos que exigen silencio y distancia, que no aspiran salvo al olvido;
Bruce Davidson. Paul Newman. 2000. |
manos propias, que exponen su convexo dorso como un escudo protector y como la prolongación natural -la misma historia, las mismas huellas- del rostro, como una máscara...
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Georges Dudognon, Greta Garbo en el Club St. Germain, Paris. 1950. |
... y manos de otros, solícitas y pendientes, más despiertas que las propias, decididas como barreras, atentas como señales de alarma. |
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Ebrahim Noroozi. Mujeres chiíes iranís rezan durante una ceremonia en la mezquita de Sadat Akhavi en Teherán. 2016. |
Manos que rezan y confían, que aspiran a dar testimonio aún inmersas en la desesperación,
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Aaron Siskind. |
manos tendidas, abiertas, capaces de dar y de recibir, capaces de compartir si hubiera qué;
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Ron Galella fotografiado por Marco Grob |
manos escrutadoras como el objetivo del mirón que acecha y se ceba en las vidas ajenas.
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Desiree Dolron. Autorretrato. 1991. |
Manos que acarician, suaves, la delicada piel oculta,
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François Kollar. Jeanne Lanvin, 1937. |
y manos que no quieren ya ni ver ni ser vistas,
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Kristoffer Albrecht. Mano detrás de una ventana. 1984. |
Manos que escrutan espacios y posibilidades, y encuentran los desapercibidos límites, casi siempre transparentes.
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La huella de Marcel Duchamp. |
Manos huella, personales, individualizadoras, intransferibles, propias de registro civil y de ficha policial.
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Castro Prieto. Mike, Addis Abeba, Etiopía, 2002.
Manos trabajo, manos necesidad, manos humilladas y ofendidas, manos desarraigadas para su más fácil explotación...
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Cueva de El Castillo. Puente Viesgo. 35.000 años a.C. |
...y manos retrato colectivo de la especie humana, por los siglos de los siglos.
Amén
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