lunes, 17 de febrero de 2014

Poda drástica

F.G. Árboles secos, cortados para su posterior extracción. Logroño. 01.2014.
El ciclo de la vida tiene sus ritmos circulares y sus misterios. Uno de ellos, indescifrable, es el de la práctica radical de la poda de algunas especies de árboles que en otras latitudes adquieren portes asombrosos y gozan de longevidad centenaria. 


Piet Mondrian. Árbol gris. 1911.
¿Obedecen, más allá de esporádicas plagas, a algún principio botánico comunicable a los ciudadanos profanos o simplemente a decisiones caprichosas, modas o conveniencias ajenas a las necesidades de la flora? 


Poda de plátanos de la Plaza del Ayuntamiento.
Logroño, 01.2004.

El resultado de esa práctica -además de exponer la salud del árbol- deja a la ciudad y a los pájaros "en pelota". Sirva como contrapartida compensatoria la ampliación coyuntural de las zonas de solana para disfrute de ociosos desocupados. Al menos las que no invade otra plaga de nuestros días: las terrazas bunquerizadas para fumadores recalcitrantes con las que el lobby de la barra ocupa lo mejor del espacio público urbano.


Harry Callahan. Árbol. Chicago. 1956.









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