martes, 4 de febrero de 2014

Grande, sabio y humilde


Félix Grande en la presentación de su obra poética completa.

Haciendo honor a su nombre y apellido, Félix Grande tuvo siempre el porte singular y una escultural cabeza de patricio romano que enmarcaba una mirada eternamente risueña, como de quien se muestra agradecido a la vida a pesar de los pesares.  


Félix Grande. Canto anónimo.
Persecución.1976. Fonogram-Philips.
De honda raigambre popular –en el buen sentido de la palabra- hizo de su condición heredada de perdedor y de las carencias materiales que le rodearon el elemento central de su ideario y un permanente motor de estudio, expresión y firme reivindicación. Sus preocupaciones fueron las de los humildes y los perseguidos, los que han sufrido los ultrajes de la historia, como resumió magistralmente en el ensayo Mi música es para esta gente (una mezcla de poética y de declaración ética y estética) en el que ponía en relación la intención de su trabajo con la frase que dijera Beethoven a su mecenas, el príncipe Lichnowski, al presentarle la partitura de su Appassionata en el momento en que la ruidosa manifestación de una muchedumbre de pobres gentes se agolpaba frente a su palacio reclamándole mejores condiciones de vida y de trabajo en sus fábricas textiles.
Quizá por eso tuvo una inclinación permanente hacia el flamenco (sobre el que creó obras que se han convertido en ilustrativa referencia canónica sin perder su característica voz personal, libre -en palabras de Caballero Bonald- del “penoso acarreo de basuras retóricas” que siempre ha amenazado a la “flamencología”) y una debilidad especial por los gitanos (cuya infame persecución estudió y recreó en una obra cantada cabalmente por un pletórico Juan Peña, El Lebrijano).

Juan Peña, El Lebrijano. Me vienen siguiendo. 
Seguiriya. Persecución.1976. Fonogram-Philips.
Su condición de guitarrista notable le dio una cualificación especial a las valoraciones que hizo sobre la historia y el presente de arte tan complejo, y tuvo una complicidad con Paco de Lucía envidiable, ese tipo de relación que solo se establece entre los que se sienten como iguales. 

Dos "monstruos" joviales.
El largo y privilegiado vínculo que estableció con la creación literaria hispanoamericana dio a su obra un abanico de intereses y una musicalidad especial, muy de agradecer por su peculiaridad única en las letras españolas.
Pero la honrada radicalidad de sus principios y de sus convicciones le llevó a meterse en profundos charcos (valgan, como ejemplo, uno “musical” sobre los prejuicios antiflamencos y filoracistas de Andrés Segovia, y otro “poético” sobre la calumnia colgada como verdad oficial u oficiosa a Luis Rosales) de los que no obtuvo, por supuesto, ninguna ventaja. 

Portada de Persecución (1976), a partir de una foto de Rafael Barbajero.

Si a esa facilidad para “lo incorrecto” se añade cierta incapacidad genética para tragar ruedas de molino, enseguida llegamos, por secretos motivos y sin causa aparente, a la persona adecuada para recoger desprecio y ningunéo, situación especialmente sangrante en un país donde la mediocridad campa a sus anchas y reina por doquier. Pero él, discreto y humilde, miraba para otra parte y seguía dando gracias a la vida.

Félix Grande. Mérida, 4.02.1937 - Madrid, 30.01.2014.

"Tal como van las cosas tal como va la herida
puede venir el fin desde cualquier lugar 
Pero caeré diciendo que era buena la vida 
y que valía la pena vivir y reventar 

Puedo morir de insomnio de angustia o de terror 
o de cirrosis o de soledad o de pena 
Pero hasta el mismo fin resistirá el fervor 
me moriré diciendo que la vida era buena 

Puedo quedar sin casa sin gente sin visita 
descalzo y sin mendrugo ni nada en mi alacena 
Sospecho que mi vida será así y ya está escrita 
Pero caeré diciendo que la vida era buena 

Pueden matarme el asco la vergüenza o el tedio 
o la venal tortura o una bomba homicida 
Ni este mundo ni yo tenemos ya remedio 
Pero caeré diciendo que era buena la vida 

Tal como van las cosas mi corazón se llena 
de puertas que se cierran con sigilo y temor 
Pero caeré diciendo que la vida era buena 
la quiero con cansancio con horror con amor"

Félix Grande. Poética. De Otros poemas. 1974.
Recogido en Una grieta por donde entra la nieve (Antología)
Renacimiento. 2006.


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