miércoles, 11 de diciembre de 2013

Levante fuerte en el estrecho


Caspar David Friedrich. Paisaje de montaña con arco iris. 1810.

Cuenta Amancio Prada en su disco Escrito está (2001) que lee (o leía, entonces) con deleite los partes meteorológicos firmados por Jorge Luis Ron, especialmente los relacionados con el cambio de estaciones, "que suelen ser memorables, poéticos sin pretenderlo. Y de ahí su gracia."
Caspar David Friedrich. Paisaje de invierno. 1811.

Suele ocurrir con el lenguaje usado con precisión por cualquier especialista de cualquier ámbito, ya sea agricultor, marinero, músico, constructor de puentes o fisioterapeuta.
Dejaremos fuera de esa admiración generalizada, por precaución, a abogados y banqueros. 
Pero también nos interesan los curas (cuando se manejan con "las divinas palabras" que decía Valle-Inclán) y los políticos (cuando hablan, sobre todo, de "las ideas", que decían nuestros mayores). No aprendemos.
Caspar David Friedrich. El mar de hielo (El naufragio de La Esperanza). 1823.
La información sobre el tiempo probable goza, sobre todo desde que ocupa amplios espacios televisivos, de seguidores incondicionales, tan embelesados por la dicción y la coreografía del oficiante como por los contenidos del pronóstico, que, ya se sabe, vaya usted a saber...



Amancio Prada. Levante fuerte. Escrito está. 2001.

Amancio Prada compuso la música y cantó un parte meteorológico pretérito con pequeños insertos de melodías populares. No sabemos si el hombre del tiempo acertó con sus previsiones, pero él sí con la canción. Y, como toda belleza, es atemporal.
Caspar David Friedrich. El caminante sobre el mar de nubes. 1818.

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