Hoy se cumplen tres años de la inesperada muerte de Enrique Morente, y desde entonces no ha parado de crecer su valoración entre todos los aficionados, que durante su vida estuvieron irreconciliablemente divididos entre acérrimos detractores y entusiastas defensores. Cosas del gusto. Algún día volveremos sobre lo que el maestro llamaba "los flamencólicos".
La perspectiva y el paso del tiempo, en esto como en todo, ayudan a valorar el mérito real de las personas, y muy especialmente de los creadores singulares. Y, si te fijas bien, resulta que lo mejor que ha dado el flamenco en estos tres años de ausencia sigue teniendo que ver con Enrique Morente: reediciones de sus discos, publicación de directos inéditos, estudios sobre su figura y, sobre todo, su magisterio y su ejemplo, que invaden lo más novedoso y mejor de este singular arte.
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Enrique Morente visto por Paco Ontañón. |
Para acordarnos de él, sus desamparados seguidores de miracomosuena queremos dar a las ondas una grabación poco conocida que hizo para un disco de homenaje a Javier Krahe (otro de los grandes), producido por Javier López de Guereña y titulado, muy apropiadamente, "...y todo es vanidad". Cualquier cosa que cantara Morente la hacía flamenca, y jonda. Para demostrarlo, este botón lleno de gracia:
Enrique Morente. Abajo el alzheimer.
18 chulos records.
Escuchadlo y ya nos diréis. Una delicia de canción, de arreglos y de interpretación.
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Enrique Morente y el "aficionao" Leonard Cohen. El cuarto de los cabales. |
Nada de lo que hizo Morente fue gratuito o vano, y cualquier momento es bueno para volver a escucharlo detenidamente, porque su valor no deja de aumentar. Gracias por todo, maestro.
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