lunes, 17 de agosto de 2020

Y al fondo, las montañas


F.G. Ventana de la sierra. 02.2020. 
A lo largo de la infancia las montañas formaban parte imprescindible de nuestra idea de un paisaje completo, cualesquiera que fueran su amplitud o pretensiones. Solía ser doméstico y rural, y eran el fondo que delimitaba su lejano horizonte, el final del espacio amable y seguro de la casa unifamiliar con tejado de doble vertiente, chimenea humeante y una fachada frontal con dos ventanas parejas y una puerta rectangular y siempre abierta de la que arrancaba un camino más o menos previsible. Podía haber también nubes, árboles, alguna vaca, un caballo, muchos pájaros esbeltos en pleno vuelo, gente trabajando el campo, algún vehículo,..., pero lo que nunca faltaban eran las montañas al fondo, quebradas, agudas, a veces nevadas. Eran el fin de un mundo, y es lo que nos enseñaron la enciclopedia Álvarez, Don Feliciano y los padres y los hermanos mayores en casas que no se parecían en nada a la de nuestros dibujos. Así quedó para siempre en nuestro imaginario, y ese arquetipo nos lleva a la vez a la idealizada infancia y a la añoranza de una convivencia bucólica y respetuosa con la naturaleza que muy probablemente nunca existió. Al menos entre los urbanitas.
F.G. El campo, los caminos y las sierras. Viniegra de Abajo.05.2020.
Preparando mi exposición las horas de luz en Viniegra de Abajo quise mirar por las ventanas y abrir el espacio vital al exterior. Era lo más natural en un fondo de valle tan hermoso como el del río Urbión,  pero me encontré con esos dientes de sierra que parecen más un balance empresarial que cualquier otra cosa. Así es la vida.
F.G. Sierra Negra. Acumulación de objetos encontrados.05.2020.
A la vez, y sin haberlo previsto demasiado, compareció y fue tomando sentido un paisaje mucho más real, oscuro, complejo, con varios planos de profundidad, con todas las señales marcadas por las quiebras del tiempo y del uso, un uso práctico que lo había humanizado en la misma medida que lo transformaba "deshumanizándolo". 


F.G. Dibujo preparatorio en el "Cuaderno de Punto de Partida". 02.2020.
El uno es resultado de un dibujo preparatorio, de la torsión de unas piezas de hierro desechado y de su soldadura. El otro es la acumulación espontánea de parte de los restos de la remodelación de una casa que poco tenía que ver con las de los dibujos de la infancia, en una ciudad con muy poco de idílico.
F.G. Dibujo preparatorio en el "Cuaderno de Punto de Partida". 02.2020.
Y sin embargo, esa misteriosa silueta producida por la quiebra fortuita, esa linea de horizonte caótica, se nos presenta como un desafío, como una llamada a franquear caminos, a superar los límites, a ampliar el mundo. 
Cada edad tiene sus propias montañas.

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