martes, 25 de agosto de 2020

La nieve ardía

F.G. La nieve ardía. Ensamblaje de objetos encontrados. 06.2020. Fotografía de Gabriel Santolaya.
Mi primera intención para levantar la idea de un hogar en la exposición las horas de luz fue recrear un nido con toda su pujanza vital, pero todos los intentos de conseguir materia prima original y de un calibre adecuado resultaron baldíos. (Hablas con las autoridades medioambientales de ciertas cosas y te tratan como si fueras un peligroso asaltacunas).
La alternativa para recrear esa imagen de cálida intimidad generadora se presentó en forma de un gran brasero de cobre conservado en la Casa Bernáldez, con su soporte de madera para colocar debajo de las faldas de una mesa camilla o en el centro de una habitación. Nada mejor para representar los tradicionales valores domésticos: poder de atracción, capacidad acogedora, centralidad, calidez, magnetismo visual, renovación constante y primaria,...
Como los ocupantes del caldeado hemisferio iban a ser un montón de fragmentos de mármol blanco que encontré desperdigados en un camino, acudió a mi cabeza una jota aragonesa que cantaba estupendamente mi suegro José María Sotés, siempre a petición de la audiencia y generalmente en torno a una mesa bien surtida, hiciera frío o calor:  

"Que la nieve ardía, 

en lo alto el Pirineo soñé que la nieve ardía, 
y por soñar lo imposible pensé que tú me querías, 
pensé que tú me querías y en lo alto el Pirineo."



Tales paradojas y tan eficaces imágenes me llevaron de la mano al soneto 375 de Francisco de Quevedo, también muy hermoso, también emocionante:

"Es hielo abrasador, es fuego helado, 
es herida que duele y no se siente, 
es un soñado bien, un mal presente, 
es un breve descanso muy cansado. 
Es un descuido que nos da cuidado, 
un cobarde con nombre de valiente, 
un andar solitario entre la gente, 
un amar solamente ser amado. 
Es una libertad encarcelada, 
que dura hasta el postrero parasismo; 
enfermedad que crece si es curada. 
Éste es el niño Amor, éste es su abismo. 
¡Mirad cuál amistad tendrá con nada 
el que en todo es contrario de sí mismo!"
F.G. La nieve ardía. Ensamblaje de objetos encontrados. 06.2020. Fotografía de Jesús R. Rocandio.
Ya hecho todo el montaje sobre un lecho de dorada paja y rojos frutos de granado recurrimos a la generosidad de Mármoles Arenzana (que había colaborado en el ensamblaje de algunas otras piezas de la exposición) para complementar la blanca cosecha con fragmentos desechados de su obrador. Entre ellos llegaron algunos que, evidentemente, procedían de lápidas sepulcrales.
Una inesperada forma de cerrar el círculo. 
Las vueltas que da la vida.
Amor constante más allá de la muerte.
F.G. Semillas negras. Objeto encontrado. Chiclana. 03.2020.

2 comentarios:

  1. Escucha esta canción:
    https://www.youtube.com/watch?v=YauxgYOj3Ao
    También está la letra

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    1. Muchas gracias. No la conocía, y la relación es evidente. Una preciosa canción, como muchas otras de Chico Buarque. Grande entre los grandes. Gracias.

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