miércoles, 11 de marzo de 2015

Amplificadores

Michelangelo Pistoletto. Las trompetas del juicio. 1967.
Cuando alguien tiene algo que decir o comunicar (o le parece a él, lo que no siempre es lo mismo) aspira a que se le oiga alto y claro.
Emilio López-Menchero. Pasionaria. 2006.

Ya sabemos que escuchar -y hacer caso- es cosa más complicada, otro nivel de comunicación que no está al alcance de todos. Pero vayamos al grano.
Maestro de ceremonias en los Juegos Olímpicos de Londres. 1908.
Como la ambición suele ser grande y las capacidades personales en general reducidas, a menudo se recurre en el intento a cachivaches de la más variada morfología, si bien es cierto que predominan lo abocinado y lo campaniforme. 
Konrad Smolenski.

Ryszard Kapuscinski. Mitin callejero en la URSS.

También los cajones de altavoces amplifican de cara a audiencias más amplias y estáticas, y suelen utilizarse para equilibrar contenidos comunicativos más complejos, como suele pasar con la música.
John Henry Blatter. Instalación de altavoces.
Grateful Dead. Esquema de montaje del "muro de sonido" en una actuación .1974. 
Nada Surf. Portada del disco If I had a hi-fi. 1910.
Y luego hay artilugios primitivos para gente que no da la talla y se quiere hacer notar pasando por lo que no es. 
Daniel Cruz. Franco amplificado en la Plaza de Oriente. 

Aunque esa es otra historia, y, por cierto, bien lamentable.

2 comentarios:

  1. ¿Se sabe qué hizo Franco con el autor de la foto y con los que la difundieron?

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    Respuestas
    1. Una reducción al absurdo: picadillo.
      Como es natural.

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