Guillermo Pérez Villalta. Equinoccio de primavera. 2008. |
Guillermo Pérez Villalta suele recurrir al paisaje -"ese género gozoso"- para reflejar el permanentemente mutable ciclo de la vida. En esta serie de las cuatro estaciones lo construyó a partir de elementos imaginarios y fantásticos, en línea con los caprichos europeos del siglo XVIII, cargados de influencias pompeyanas y colorido rococó.
Guillermo Pérez Villalta. Solsticio de verano (Noche de San Juan). 2008. |
Siempre resulta interesante la opinión de un creador tan reflexivo. Escuchemos su privilegiada voz:
Guillermo Pérez Villalta. Equinoccio de otoño. 2008. |
"Belleza... un silencio luminoso cuando pensamos en ella; tan dificil de definir, con sus perfiles difusos pero tan claro y brillante su núcleo. Como un sol alrededor del cual giramos...
Bello es aquello que nos produce placer, dijo San Agustín. Belleza y Placer están íntimamente unidos, como el manantial y el agua. Nos atrae y necesitamos saciar allí nuestra permanente sed. La vida es dirigida por ellos. Desde el más pequeño protozoo, que dirige su movimiento hacia el lugar donde los encuentra. De hecho, no parece que la vida tenga otra razón de ser que la de buscar placer y reproducirlo. Todo ese mundo tan ajeno a lo material parece que, una vez salvada la supervivencia, no tenga otro fin último que su búsqueda. La consciencia, que tanto nos separa de los demás seres vivos, no hace otra cosa que preguntarse por qué. Pero sé, cuando me invade y me inunda, que la vida tiene sentido: comprendo el universo y todo está pleno. Por eso deseo la Belleza: por eso la busco denodadamente: por eso amo el Arte y, también, por eso lo realizo. (...)."
Guillermo Pérez Villalta. Anotaciones (III). Ed. Galería Soledad Lorenzo. Madrid, 2008.
Guillermo Pérez Villalta. Solsticio de invierno. 2008. |
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