viernes, 27 de junio de 2014

Los objetos hablan de nosotros

Vincent Van Gogh. Un par de botas. 1886.
Los objetos que nos rodean y de los que nos servimos no siempre han tenido tan poco valor y consideración como ahora.
A  Vincent Van Gogh, tan pobre y tan atormentado, sus botas le sirvieron frecuentemente de modelo pictórico. Esos cuadros han de considerarse como una forma de autorretrato indirecto, tan desesperada (y expresiva) como la que utilizó Goya recurriendo a un perro enterrado o Rembrandt a través de un buey desollado.
Walker Evans. Las botas de trabajo de Floyd Burroughs. Alabama. 1936.
En   los reportajes que hizo junto a James Agee sobre el modo de vida de los algodoneros de Alabama durante la Gran Depresión, Walker Evans fotografió a Floyd Burroughs a través de sus botas, un bien tan preciado como escaso. Decían tanto de él y de la pobreza ambiente como cualquier otro retrato personal, suyo o de sus vecinos.
Sofía Moro. Las botas buenas de Antonio. San Mamede do Río, Lugo. 2010.
Sofía Moro colabora habitualmente con la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica documentando su admirable trabajo de exhumación e identificación de asesinados tras la sublevación franquista. 
En la fosa común de San Mamede do Río (Lugo) se encontraron unas botas que sirvieron para identificar a José Antonio Rivas Carballés, allí fusilado el 4 de septiembre de 1936. 
Sus  coetáneos vivos las reconocieron inmediatamente como 'las botas buenas de Antonio'.

No hay comentarios:

Publicar un comentario